21 de junio de 2010

Capitulo 3: Amigo de los espejos

La mañana fue horrible, un caos total.

Lauren había aprendido a restar, o eso creo yo, ya que me recordaba a cada momento que solo me quedaban treinta días; enserio ¿Qué estupidez era esa? Recién había comenzado el estúpido juego y ya me estaba cabreando de su 'seguimiento' no quiero imaginarme como seria en un tiempo más.

Alice estuvo toda la mañana 'feliz como una lombriz' y Rose andaba por las mismas; y cada vez mas las sospechas de que esas dos se traían algo entre manos me carcomían por dentro. ¡Incluso! A Rose no le importo compartir equipo con Eric; eso, eso si que fue asombroso. Pobre chico, no es su culpa que la pubertad se haya ensañado con el; Pero Rose no entendía que el acne era algo que le podía pasar a todos, incluyéndola a ella.

El resto de las clases las puedo definir con dos palabras: asquerosamente aburridas.

Llegue a mi habitación, tire mi bolso a un lado y me desparrame sobre mi mullida cama, que ahora mas que nunca, amaba con todo mi corazón.

Lista de imperfecciones, por Bella Swan.

Ese era el titulo que tenia el pequeño papel rasgado que reposaba sobre mi libreta. Me quede pensando mientras golpeteaba con el lápiz la superficie donde se encontraba el papel. Hum, ¿Cómo empezar? Ahora que debo pensar, no se me ocurre ningún defecto de Edward, algo encontrare, después de todo tengo un mes completo para esta locura.

- ¿Qué es eso? – Pregunto Renée sentándose en el borde de la cama tomando la hoja entre sus manos – 'Lista de imperfecciones, por Bella Swan' – leyó - ¿Qué juego es este, querida? – Y algo tenía que inventarle a mi madre, la fan numero uno de Edward.

- Oh, er – le arrebate la hoja cuidadosamente y carraspee – No es nada, tu sabes. Cosas de chicas – le dije sonriendo angelicalmente.

- Esta bien – dijo rodando sus ojos, no creyendo nada de lo que dije – Es hora de que me vaya, acuérdate de tu hermano Bella – me dijo meneando sus dedo índice de arriba abajo – Adiós – beso mi frente y se fue.

Emmett, como si pudiera olvidarlo.

Suspire y me levante de mi cama dejando la libreta en el buró, el papel lo escondí entre las hojas. Si Edward llegara a ver 'la lista', se armaría una grande y todo por culpa de este maldito juego.

- Estamos solos – dijo Emmett apareciendo de las penumbras, entorne mis ojos y abrí el refrigerador para buscar algo que me alimentara, mi estomago estaba haciendo muchos ruidos extraños - ¡¿Me oíste? ¡Estamos solos! – chillo con voz de niña. Me gire y lo mire cansinamente.

- ¿Y...? – deje la pregunta suspendida para que la completara ¡¿Por qué demonios hacia tanto alboroto? Mamá y Papá recién habían salido ¡Ni siquiera llevaban diez minutos fuera! Y todo porque les hacia falta 'pasar tiempo juntos' Me estremecí ante la idea de lo que harían.

- ¿Quién me dará de comer? – pregunto haciendo un puchero y trazando círculos en su panza. Resople y saque el doble de tomates, lechuga y queso - ¿Me harás? – pregunto entusiasmado.

- Solo siéntate Emmett – le indique para que dejara de fastidiar un momento. ¿Cuándo lo había dejado sin alimento? Oh, aquella vez cuando me llamo 'rarita'.

Hice unos rápidos sándwiches que Emmett se comió gustoso. Lavamos la vajilla que había quedado amontonada desde la mañana; yo lavaba, el secaba. Y así dejamos todo prácticamente limpio. Emmett subió a su habitación ya que 'era hora de su charla matutina con Rose' Y yo aun me preguntaba que era lo que los detenía para ser novios de una vez por todas.

Me quede en la sala de estar por un rato, prendí el televisor. Luego de unos minutos de estar cambiando y cambiando de canal me aburrió; ya que no había nada que se pudiera clasificar como 'interesante' así que, en resumidas cuentas, me estire a lo largo del sofá a hacer absolutamente nada.

- ¡Bella! ¡Bella! ¡Be...Ouch! – Emmett estaba tirado en el piso luego de haberse tropezado con sus enormes pies cuando venia bajando la escalera; corriendo por la escalera mejor dicho. Me encontraba revolcándome de la risa en estos momentos.

- ¡Ey! Se supone que yo herede la torpeza de papá – le dije entre risas. Emmett me miro con sus ojos entrecerrados y se levanto sobándose el codo, donde le había quedado un raspón.

- Bueno, antes de que ocurriera este desafortunado evento – reí por la formalidad de sus palabras. Emmett carraspeo para que lo dejara continuar, acentuando su acción cuando alzo una ceja – Como decía, Alice, le dijo a Rose, que me dijera, que te dijera, que...- lo frene antes de que siguiera con ese revoltijo de palabras.

- Nada de 'le dijo, que me dijera y bla bla' – comente – Habla claro Emmett, no te entenderé nada si sigues así – me enderece en el sofá, me cruce de brazos y espere a que continuara. Tomo aire y prosiguió.

- Alice – dijo lentamente – le dijo a Rose – repitió su acción, como si le estuviera hablando a un pequeño de cuatro años – que me dijera – Y estalle.

- ¡Emmett! ¡¿No puedes ir al grano de una vez? – chille exasperada. Sonrió divertido y entorno sus ojos.

- Alice nos arrastra al centro comercial – bufé – Edward vendrá por nosotros en...- Y la bocina del Volvo de Edward resonó en las afueras de nuestro hogar -...ahora – dijo sonriendo.

Tomamos nuestras chaquetas y dejamos la puerta bajo llave antes de salir, Edward nos esperaba fuera de su auto. Sonrió cuando me acerque a el.

- ¿Lista para la tortura? – me preguntó besando mi mejilla a modo de saludo.

- ¿Para mi no hay un beso? – le pregunto Emmett haciéndole ojitos de una forma que el llamaría 'seductora'. Rodee mis ojos ante su estúpida pregunta.

- Lo que digas, será mejor que vayamos. Tu hermana es un asco cuando se enfada – Le dije a Edward sin prestarle atención al comentario de Emmett. Edward bufo y me abrió la puerta del copiloto.

- Gracias por tomarme en cuenta – comento Emmett entrando a la parte trasera del Volvo.

- Ni que lo digas. Llevo diecisiete años viviendo con ella – Y otra vez ignorábamos al pobre de Emmett.

- ¡Ey! ¡Esto aquí, no hagan eso! – pidió con su famoso puchero. Reí, acompañada de la musical risa de Edward.

- ¿Qué decías Emmett? – preguntamos a la vez, largándonos a reír una vez mas cuando Emmett nos miro enfurruñado.

- Sabia que no tenía que venirme con ustedes dos tortolitos – murmuro enfurruñado en la parte trasera del Volvo. Y no me quedo de otra que entornar mis ojos.

- Cállate Emmett –dijimos nuevamente al unísono, después de que Edward hecho a andar el auto e íbamos camino al centro comercial.


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- ¡Compras! – Chillaron Alice y Rose a la vez, cuando entramos a su 'templo sagrado'.

- Bien, primero veremos los disfraces para la fiesta de...- Wow ¿Fiesta? Claro, yo siempre era la última en enterarme cuando se trataba de estas cosas.

- ¿Qué fiesta, querida Alice? Creo que por esas casualidades de la vida se te había olvidado mencionarme eso – Alice me miro sonriente y jalo de mi brazo.

- No te preocupes Bella. Fiesta de Halloween, tengo todo planeado, te lo aseguro – confirmo guiñándome un ojo. Si, eso era exactamente lo que me temía; que lo tuviera todo planeado.

- O sea, ya tienes listo lo que supongo será un disfraz de miedo – asegure. Alice asintió fervientemente.

- Por eso ahora iremos a buscar los accesorios – comento Rose enganchándose de mi otro brazo – Y ustedes chicos también deben buscar los suyos – Alice rodó sus ojos.

- Duh, por supuesto que ellos no harán eso, Rose – dijo lo obvio - ¿Te imaginas a Emmett buscando sus accesorios? – Se estremeció con la sola idea de que Emmett cometiera un atentado a la moda – Yo escogeré todo con tu ayuda, ustedes...observen – les dijo a los chicos, incluyéndome en eso. Según Alice mi sentido de la moda era igual al de una hormiga, incluso, una vez dijo que las hormigas se veían mejor de ese color café que tiene que yo con mis pantalones favoritos.

- ¡Tiffany's! – chillaron con sus ojos iluminado de la emoción. Y ahí fue cuando me pregunte porque demonios buscarían 'accesorios para una fiesta de Halloween' en una joyera tan refinada como esa – ¡Los accesorios pueden esperar! – chillaron con sus cantarinas y musicales voces al unísono. Por un instante me pregunte si Edward era realmente el hermano mellizo de Alice, o esa había sido Rose y las cambiaron al nacer.

- Acabo de ver un collar que tiene escrito Alice Cullen por donde lo mires – le comentaba Alice a Rose mientras caminaban a su paraíso de la joyería fina.

- Chicas, quien las entiende – susurro Edward a mi lado viendo como su hermana y Rose se perdían dentro de la tienda. Se gano un codazo de mi parte.

- Bueno...- Emmett se movió incomodo, cambiando su peso de un pie a otro – Solo quedamos nosotros ¿Qué les parece si vamos por un helado? – pregunto infantilmente. Todos asentimos ya que no había nada mejor que hacer. Yo definitivamente iba con ellos antes de que me arrastraran a Tiffany's.

- ¿En que puedo servirlos? – pregunto la chica tras el mostrador mirando coquetamente a los chicos. Sonreí, siempre era igual y siempre me causaba risa lo que las chicas estaban dispuestas a hacer por conseguir a alguno de los chicos.

- Queremos cuatro helados...- Edward miro la placa de la chica y sonrió torcidamente; sacándole un suspiro de paso – Emily – musito, arrullando el nombre de la chica con su voz. Los ojos de esta se iluminaron de la emoción y yo no hallé otra cosa que hacer; Rodee mis ojos.

- Iré a buscar algún puesto – dije alejándome de ellos. Edward se giro y me miro.

- ¿Frutilla? – me pregunto con una sonrisa. Asentí.

- Frutilla – afirme con una sonrisa.

Me aleje de los chicos para buscar algún puesto vacío. Un poco mas allá del mostrador había una mesa completamente vacía, justamente para cuatro personas. Me senté allí para esperar que llegaran con los helados.

- No se como demonios haces eso – Venia diciendo Emmett, quien fruncía el ceño mientras comía su helado de vainilla. Edward sonrió con suficiencia.

- Esto es lo que gana uno cuando esta dotado de ciertas virtudes – dijo engreídamente. Tuve las ganas de rodar mis ojos nuevamente, pero lo pensé mejor, tal vez quedaría así de hacer tanto ese gesto.

- Fanfarrón – susurro Jasper con una pequeña sonrisa, echándose un poco de su helado de chocolate a la boca.

- Solo digo la verdad – sentencio Edward tomando asiento a mi lado. Me paso mi helado de frutilla y yo lo tome alegremente ¡Amaba el helado de frutilla!

- ¿La verdad de que? – pregunte no entendiendo del todo su conversación, degustando el sabroso helado que tenia en mi mano, aunque estaba segura de que tenia que ver con la chica 'Emily' del mostrador.

- De que soy irresistible – Y aquí podemos ver claramente como florece el...Oh ¡Ya tengo mi primer punto para la lista! Una estúpida sonrisa de triunfo se formo en mis labios.

- ¿Ven? Bella piensa igual – contesto Edward socarronamente señalando la sonrisa que se había formado en mi rostro. No replique; mi mente volaba alrededor de una lista de 'cosas' que tenia que descubrir – No es mi culpa tener un lindo rostro – Y me reí.

«Si tan solo supieras Edward, si tan solo supieras» pensé.


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- ¿Por qué tuvimos que venir nosotros si son ustedes las que usan joyería? – pregunto Emmett cuando Alice y Rose salieron con unas pequeñas bolsas que rezaban 'Tiffany's' en la parte delantera. Me dolió de tan solo pensar la pobre cuenta bancaria de los Cullen y los Hale.

- Porque...-Alice puso su pequeña mano sobre el enorme brazo de mi hermano y le hablo lentamente – Ustedes deben apreciar esta joyería sobre nosotros, ¿Quién mas nos daría el victo bueno? – pregunto inocentemente, haciendo que los ojos de Emmett se iluminaran de comprensión.

- Y cuando tu, Alice Cullen, has tomado la opinión de alguien en cuenta cuando se trata de moda – Alice miro mal a Edward y entorno sus ojos.

- Discúlpame querido hermano, pero ¿En algún momento yo dije que tomaría en cuenta sus opiniones? – Le pregunto con una sonrisa. Edward rodó sus ojos y siguió caminando, jalándome del brazo.

-¡Ey! Yo quería seguir viendo como Alice te ganaba con su extraño juego de palabras – Edward me miro con sus ojos entrecerrados y me despeino.

- Tenia que alejarte de ahí, eres muy ingenua para ese tipo de juegos de palabras que Alice usa para su propio bien; y cuando me refiero a bien, me refiero a todo lo que tiene que ver con Gucci, Prada y más – paro por un momento y me miro preocupado - ¿Te imaginas y luego eres igual a Alice? – Nos estremecimos ante la sola idea – Ugh no, por favor, con una me basta – rodee mis ojos. Alice no era tan descabellada como el la hacia ver.

Seguimos caminando a lo largo del centro comercial, ya habíamos perdido a los chicos de vista y en realidad no íbamos para ningún lugar especifico, solo estábamos caminando. ¡Ah! Y por si fuera poco, Edward me traía con los nervios de punta; cada vez que pasábamos por un vitral o algo que lo reflejara se quedaba un buen rato mirando su reflejo. Sí, esta peor que Rose en eso.

- ¿Te importaría dejar de hacer eso? – le pregunte exasperada cuando ya íbamos en el ventanal 'refleja Edward's' numero quinientos; Ok, no era tanto.

- ¿Hacer el que? –me pregunto confundido, pasando una de sus manos por su desordenado cabello ¿Para que? ¡Para desordenarlo más!

- ¡Eso! – Chille, apuntando su reflejo en el ventanal – Eso de andar mirándote en cualquier lugar que encuentres – suspire ante la divertida mirada de Edward - ¿No te basta con que las chicas te recuerden una y otra vez lo 'guapo' que eres? – Le pregunte entornando mis ojos - ¡Eres guapo! acéptalo, quédate con ello, pero por favor deja de hacer eso. Estas peor que una chica Edward, eso es algo de temer – Edward me miro con un brillo divertido en los ojos.

- No esta mal que yo también compruebe eso en mi reflejo – declaro mirándose una vez más – Y me acabas de decir guapo – dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Resople no sin antes sentir como la sangre se concentraba en dos puntos específicos de mi rostro; mis mejillas.


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Llegamos a la casa y subí por la escalera apresuradamente. Tome la libreta que estaba en el buró y saque el papel de entremedio. Lápiz, papel; todo listo. Me estire a la largo de la cama, boca abajo y me puse a escribir rápidamente.

1. Egocéntrico (Busca en el diccionario, Lauren): Amigo de los espejos y cualquier cosa que sea similar e inclusive lo que el resto le dice sobre 'su persona', en otras palabras chicas, ve su reflejo y babea por el.

Bien, ya tenía la primera 'imperfección' de la lista.


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- Como dije en mi otro fic también, lo siento D:! Y otra cosa, odio el colegio y agradezco a la persona que se le hayan ocurrido las vacaciones ;D

Aquí tenemos la primera 'imperfección' de nuestro querido Edward, bueno no puedo decir mucho ya que tengo que seguir con mis deberes domésticos XD. Esto es un asco por cierto, nunca había tenido que hacer comida e imagínense como resulto todo XD Bueno, espero que les guste el capitulo :) y como siempre ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

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