5 de noviembre de 2010

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Esto... hoy, estaba revisando el blog y, por casualidad, encontré un libro (dentro de las publicaciones de un blog que sigo) y, luego de leer la sinopsis, me di cuenta de que lo había escrito la misma autora del blog. La chica tiene una escritura increíble, es Argentina y ya ha publicado un libro. En fin, el libro era corto, tenia... no muchas paginas, porque lo leí todo hoy. Su nombre es Nimphie Knox, y las historias que escribe son acerca de parejas homosexuales. Creo que todas sus historias son acerca de parejas homosexuales. El punto es que esta chica logro sacar ese gusto morboso que yo sabia que tenia, pero no tenia mucho animo a sacar.

Seguí buscando, por allí mas historias de ese tipo -luego de revisar todas las de ella, claro está-, y encontré otra historia que, a pesar de ser tipo comic, encontré por otra pagina el comic escrito, y en la misma pagina donde estaba la información del libro, había una entrevista a la autora. Otra muy buena, por cierto. Tengo planeado leerme unas cuantas de esas historias. La autora dijo algo muy interesante:

La pregunta fue:

¿Por qué Yaoi, y si nos explicas de que va, como es y que es lo que mas te gusta de el?

Y ella contesto:

"El yaoi es como se llama normalmente en España al género gay dibujado por mujeres (viene de Japón, así que los yaoi son principalmente mangas). Es bastante distinto del cómic o la literatura gay, en la que priman otros aspectos ya que sus autores son hombres. El yaoi podríamos decir que está hecho por mujeres y dirigido a mujeres, pero lo pueden leer hombres, por supuesto.
A mí me atrae una barbaridad ver a dos hombres juntos, me encanta. Me emociono, me alegra, me hace feliz. No tengo prejuicios, pienso que el amor es ciego y no atiende a razones. Eso es lo que más me gusta. Pero también me gusta ver tíos follando, así de claro. ¿Para que maquillar la realidad? Da morbo."

Podría decirse que adore cuando la autora dijo:

"A mí me atrae una barbaridad ver a dos hombres juntos, me encanta. Me emociono, me alegra, me hace feliz. No tengo prejuicios, pienso que el amor es ciego y no atiende a razones. Eso es lo que más me gusta. Pero también me gusta ver tíos follando, así de claro. ¿Para que maquillar la realidad? Da morbo." - Laura Bartolomé "Dorianne"(la autora).

Por eso, por esa respuesta, lo digo yo también. Y no usare otras palabras, porque esas son perfectas. Incluso estoy pensando en poner ese párrafo en la cabecera del blog...

Definitivamente debo encontrar una viñeta para esto. Es que es algo que podria cambiar la mayoria de las entradas. Es incluso algo que generaria mas entradas.

Este es el enlace del blog de Nimphie Knox junto con el enlace de descarga del libro que lei; En El Gran Arcano: http://http://nimphie.blogspot.com/2009/12/ebook-en-el-gran-arcano-en-descarga.html

Y aca el enlace de la entrevista a Dorianne: http://http://literaturaparajovenesadultos.blogspot.com/2010/10/entrevistamos-alaura-bartolome-dorianne.html

4 de noviembre de 2010

Una pequeña confesion...

Bueno pues, como ya he dicho antes, adoro los animes, son uno de mis pasatiempos favoritos. Algo que hay que tener en cuenta cuando vez un anime, es la clasificaciones. Existen diferentes tipos de clasificaciones en lo que confiere a los animes y mangas. Unas de las cuales son:


Shōnen: Significa "muchacho" y va dirigido a los varones entre 14 y 18 años.

Shōjo: Significa "chica joven" y va dirigido a las chicas de entre 10 y 18 años.

Seinen: Va dirigido a la audiencia masculina mayor de edad.

Josei: Literalmente "mujer" y va dirigido al publico femenino mayor de edad.

Kodomo: Significa "Niño" que va dirigido al publico infantil.

Lolicon: En resumen, las niñas que se sienten atraídas hacia hombres mayores, o en otros casos, las personas que se sienten atraídos por niñas(0-17).

Shotacon: Es el equivalente del Lolicon; se refiere a todo acto donde se implique a un niño(0-17).

Hentai: Significa "pervertido/reversión". Se refiere a los animes o mangas con contenido pornográfico.

Ecchi: Es la pronunciacion Japonesa de la letra H, es la primera letra de la palabra hentai, aunque se refiere al anime o manga con contenido no tan explicito.

Yuri: Es un bocabulario Japones para referirse al amor entre mujeres en mangas y animes. De aqui se pueden sacar varias clasificaciones:

-Shōjo ai: Significa "amor entre chicas".

-Tachi: Es el termino para referise a la mujer de personalidad activa/atacante/con mayor carácter en la relación, o bien la que toma la iniciativa y busca seducir a la otra para comenzar una relación. Es la que generalmente (pero no siempre) toma una posición dominante durante las relaciones sexuales.

-Neko: Es el termino para referirse a la mujer de personalidad pasiva/tímida en una relación establecida o bien una mujer que es cortejada por otra. Es la que generalmente toma el papel de sumisa durante las relaciones sexuales.

Yaoi: Es la representacion romántica, artística o sexual del amor homosexual entre hombres. es una abreviatura para yama-nashi ochi-nashi imi-nashi (que significa "sin clímax, sin resolución, sin sentido"). De aquí se pueden sacar varias clasificaciones:

-Shōnen-ai: Significa "amor entre hombres".

-Seme: Proveniente de la palabra semeru: "atacar" en Japonés. Desempeña el papel activo en las relaciones no solo con connotación sexual sino también haciendo referencia al que lleva el papel dominante. Con frecuencia es de mayor edad o más alto y corpulento que el uke.

-Uke: Proviene de la palabra ukeru "recibir" en japonés. Desempeña el papel pasivo en las relaciones no solo con connotación sexual sino también haciendo referencia al que lleva el papel sumiso. Con frecuencia es de menor edad o más bajo y delicado que el seme.

-Suke: Se refiere al cambio de rol en los personajes, un personaje cuyo puesto puede variar dependiendo de con quién sea emparejado.

-Aunque: Shōnen-ai, al tratarse de amor entre personajes masculinos, no muestra contenido sexual, cosa que si hace el Yaio. Generalmente solo llega a mostrar expresiones de afecto verbales o abrazos. Lo mas explicito que suele mostrar son besos entre ambos personajes. Por eso, el Shōnen-ai se considera un genero Shōjo (ya que es popular en el publico femenino).

He de aclarar que a mi me gustan todas las clasificaciones de animes. Y, por cierto, odio la homofobia.

28 de octubre de 2010

The Vampire Diaries




Yo amo esa serie. Y estoy en proceso de leer los libros. La veo desde el primer episodio en Warner; recuerdo que recién había terminado de leer Crepúsculo cuando comenzaron a hacerle propaganda a la serie. Y empecé a verla. ¡Dios! Con el primer capitulo quede enganchada a ella. Luego mi hermana comienzo a verla conmigo y mi cuñado se nos unió después. Así que con el final de la primera temporada, espere meses a que se estrenara la segunda -meses de desaparición(?)-. Hasta que al fin, salio. Y ni siquiera espere a verla por television. La vi por Internet.


Andes de que mi hermana comenzara las clases, la acompañe a comprarse unos cuaderno. Mientras ella veía lo que se iba a comprar, yo, como siempre, veía libros. Y vi Despertar y convencí a mi hermana de comprarmelo. Y si me lo compro.
Cuando lo termine de leer, no sabia si sentirme feliz, o desorientada o enojada. La serie y el libro no se parecen en casi nada.
-Elena es rubia.
-No tiene un hermano.
-Tiene una hermana de cuatro años.
-Bonnie es blanca con el cabello rojo.
-Tiene otra mejor amiga llamada Meredith.
-Vickie y Matt no son hermanos.
-Stefan encontro a Elena por casualidad.
-Stefan y Damon provienen de Italia.
-Stefan vive en una pension.
-Stefan si muerde humanos.
-Su tia se llama Judith.
-Coraline tiene el cabello castaño.
Entre otras cosas, pero si sigo, seria spoiler. Pero, a pesar de todo, tanto la serie como los libros son muy interesantes, porque, si lo vez desde mi punto de vista, ambos cuentan historias diferentes... Ademas, Ian Somerhalder es bello!!

Capitulo 10: Etapa de negación: en progreso.

6. Malditamente impulsivo: No piensa, solo actúa. Y eso no es bueno, no es bueno para la salud mental y/o emocional de las personas; Eh...yo solo lo sé.

¡Pero tú lo disfrutaste! ¡Oh mierda que sí lo disfrutaste!, pensé.

¡Ah! Cállate, cállate, cállate.

Tome mi almohada y la puse sobre mi rostro. Estaba mal, muy, muy mal. Esto no me estaba pasando a mi, no, claro que no. Jo, deja de mentirte Bella, deja de hacer eso. Hmpf, es mejor que aceptes la realidad de una buena vez.

La realidad, no saben como le temía a la maldita realidad. Bueno, no temer ¡Es que era simplemente absurda! Es decir, ni siquiera se de que realidad estoy hablando. Tal vez de la realidad de que realmente me gusto que Edward me besara; ¡Oh Dios Mio! ¿Yo acabo de decir eso? En fin, después de lo que paso esa tarde, bueno, no he visto a Edward y no es que no quiera verlo; sé que cuando lo vea actuare como que aquí no paso nada, así como '¡Hey! ¿Como Estas? Bien, si ¿El beso? ¡O tranquilo campeón, aquí no paso nada!' si, completamente normal.

Suspire por enésima vez antes de poner de pie, camine al espejo de cuerpo entero que estaba en la puerta de mi armario, y me arme de valor para aceptar la realidad.

- Muy bien Bella, aquí vamos – me dije a mi misma, mirando atentamente mi reflejo en el espejo - Inhala, uno, dos, tres, exhala – levante mis manos repitiendo la acción una vez más.

- No te gusta – le dije a la persona frente a mi, apuntándola con mi dedo índice – Es lindo, si ¡Pero no te gusta! – chille, lo fantástico era que esa persona actuaba igual que yo.

¡Oh diablos! Ahora me estoy volviendo loca.

Volví a mi antigua posición; frente al espejo, y continué con mi monologo. Necesitaba hacer esto para sacar aquellas estúpidas cositas que rondaban en mi cabeza desde que mi querido amigo; porque eso es, mi amigo, Edward Cullen me besó en La Push. Beso, que por cosas irremediables del destino, correspondí como una idiota.

- No te gusta Bella, métetelo en esa cabecita redonda tuya; esa cosa que tienes sobre los hombres y que la sujeta tu cuello – separe mis piernas y puse mis manos en forma de puño; parecía lista para golpear a alguien. A mi misma si era necesario.

- ¡Bella! – Emmett grito entrando a mi habitación, yo tenia un dedo puesto sobre mi reflejo en el espejo, justo en mi cabeza. Emmett ladeo su cabeza y me miro sonriente - ¿Qué estas haciendo? – me pregunto divertido, cuando mis mejillas se sonrojaron porque el me había encontrado en esa embarazosa situación.

- Nada que te importe – le respondí, poniendo mis manos sobre mis caderas - ¿Qué quieres? – le pregunte, ya que había entrado a mi habitación sin golpear. Duh, es Emmett.

- Oh, te buscan – respondió con una sonrisa, cerrando la puerta tras de si. Ahí me vino el pánico. ¿Y si era cierta persona por la cual tenia una estúpida lucha interna?

Aquí vamos otra vez; Inhala, uno, dos, tres, exhala.

No te gusta.

Salí tranquilamente de mi cuarto, baje tranquilamente las escaleras; claro, obviando el hecho de que me temblaba todo, las piernas, las manos...En fin, yo iba tranquila a ver quien era la persona que 'me buscaba'. Y como iba diciendo, entre tranquilamente al living, y efectivamente había alguien que me esperaba.

Trague pesadamente, esto era el infierno.

- Tú y yo tenemos que hablar, seriamente – me dijo con esa voz de soprano que muchas veces odiaba cuando me chillaba que teníamos que cambiar mi armario. Suspire de alivio al ver a Alice parada a un costado del sofá.

- Uh, claro ¿Vamos a mi habitación? – le pregunte, sin saber que era eso tan serio, aunque. Mierda ¿Edward no se atrevería o si? Alice negó con su cabeza y se sentó en el sofá. Me acerque cuidadosamente a la pequeña, que extrañamente estaba seria.

- Esperaremos a que llegue Rose – me dijo, sin mirarme directamente. Rodé mis ojos ¿Ahora Alice estaba enfadada conmigo? Bah, todo yo, siempre yo. Asentí y tome asiento a su lado. Luego de unos minutos en silencio el timbre sonó, me levante para abrirle a Rose.

Esperaba que fuera Rose ¡Esperaba que me hubiera dicho '¡Hey Bella!, decidí ser transexual y me acabo de cambiar el sexo, ¿Qué te parece, Huh?'! pero no tenia tanta suerte. Nunca tuve suerte, hmpf.

- ¡¿Qué haces aquí? – chille, usando dos notas mas arriba de mi natural tono de voz. Edward estaba frente a la puerta con una sonrisa torcida en sus labios, y un hermoso brillo en sus orbes esmeraldas.

- ¡Vaya! Que manera de recibir a tus amigo Bella ¿Huh? – Estaba...radiante. Me empujo suavemente para adentrarse a mi casa, sin mi invitación. Yo era una estatua, una estatua de cemente que habían puesto como adorno en el umbral.

Recuerda Bella, normalidad, eso era lo que ibas a hacer; actual con total y completa normalidad enfrente de Edward. Eso era lo que me recordaba una y otra vez ¿Pero como iba a hacerlo? Debo admitir que el lo esta haciendo de lo más bien. Bien, seguiré su ejemplo.

- ¿Bella? ¡Bella! – parpadee un par de vez antes de enfocar la vista, esta si que era Rosalie. Estaba para frente a mi mirándome con una cara que decía '¿Qué rayos haces para aquí como una idiota?' sonreí levemente y me corrí para dejarla pasar – Vaya, estas mal – Ni me lo recuerdes, pensé mientras suspiraba.

- ¿Qué estas haciendo aquí? – le pregunto Rose a Edward apenas puso un pie en el living, lo miraba con el ceño fruncido. Y ahí venían mas cosas que confirmaban la teoría que en mi mente se creaba. El no pudo haberles dicho ¡No pudo!

- Eso mismo le estaba preguntando yo – agrego Alice, poniéndose de pie junto a su hermano. Claro, el estaba de lo más divertido con la situación, y yo era cual fantasma que deambulaba por la casa. Edward me miro y me guiño un ojo. Rayos, rayos, rayos.

Actúa normal Bella, actúa normal.

- Tranquilas – dijo con parsimonia – Yo solo vine por Emmett, no les quitare su preciado tiempo – agregó rodando sus ojos, mientras tomaba asiento en otro sofá. Alice y Rose posaron inmediatamente su mirada en mi.

- A tu habitación, ahora – ordeno la enana, partiendo a la escalera, seguida de Rosalie y por ultimo estaba yo.

- ¡Eh, Bella! – deje de caminar cuando Edward me llamo, trate de componer mi rostro; Vamos tu puedes, me decía a mi misma, y me voltee. Este me miraba con esa sonrisa impregnada en su rostro.

- ¿Qué? – le pregunte, agradeciendo que me saliera la estúpida vos. Edward rió suavemente y se levanto del sofá. Ahora me daría un ataque al corazón y ¡Adiós mundo cruel, adiós Bella!

- Um, ¿Estas bien? – me pregunto cuidadosamente; como temiendo mi reacción. Rodé mis ojos, estaba bien ¡Claro que lo estaba!

- Ajá – respondí sonriendo. Edward sonrió de vuelta y antes de que agregara algo a la 'amena' charla que estábamos compartiendo un chillido ensordecedor lo detuvo – Es mejor que suba. Conoces a Alice mejor que yo – Edward rió y asintió mientras caminaba devuelta a la sala.

Ves, eso había sido fácil.

- ¿Cómo es eso de que Jacob te besó? – me pregunto Alice, que iba de un lugar a otro en la habitación. Rose me miraba tratando de contener la risa. Por algún extraño motivo y que mi mente no lograba entender; Alice estaba furiosa.

- Um, eso. Salí con el, luego me dejo en el umbral y ¡Pam! Me planto un beso – respondí encogiéndome de hombros. Alice me miro con sus ojos desorbitados y Rose rodaba de la risa en el suelo.

- ¿Así? ¡Así de bruto! ¡Ese Jacob es un tonto! ¿Cómo se le ocurre besarte de esa forma? ¡Dulzura, nene, dulzura! ¡Esa es la clave! – Alice empezó a despotricar por la habitación, me contuve de contestarle 'Oh querida, no te preocupes, tu hermano me compenso con eso. Y créeme el si sabe utilizar la clave'

- ¿Eso era lo que tenían que hablar 'seriamente' conmigo? – pregunto, haciendo comillas en el aire con mis dedos. Alice me miro y asintió, Rose se paro y carraspeo, después de que se le pasara la risa por ver a Alice como cual león enjaulado.

- Jum, bueno. Yo, Rosalie Lillian Hale me entera de otra cosa, por ahí – Rose se sentó en la cama, en medio de Alice y yo, entrelazo sus dedos y los dejo sobre su regazo - ¿Es cierto que Edward se entero de que él es la lista? – Mi ser interior saltaba de felicidad ¡Ninguna de las dos sabia lo que había hecho! inconcientemente, claro.

- Oh, eso. Bueno, no lo sé – Hice una mueca de frustración con mis labios – No lo creo, o ya me lo hubiera dicho o algo – Alice asintió, al mismo tiempo que Rose.

- Queremos ver la lista – Dijeron con una sonrisita al mismo tiempo. Me gire en la cama y estire mi mano para sacar la lista del buró, justo cuando Edward y Emmett entraron a la habitación.

- Oh, cosas de chicas – dijo Emmett, incomodo, después de haber saludo a Rose con un beso. Edward me miraba con el ceño fruncido, no a mi, a la hoja que sostenía entre mis manos – Será mejor que nos vayamos – comento Emmett dando la vuelta.

- Emmett – dijo Edward. Cuando Emmett lo miro este alzo sus cejas, como indicándole que se le olvidaba algo o que se yo.

- Oh, si – Emmett sonrió abiertamente y se tiro sobre la cama. Ouch, mi cama crujió bajo el enorme cuerpo de Emmett – Bueno chicas, aquí con mí querido amigo Edward, a quien ustedes ya conocen – Rodé mis ojos – Hemos decidido hacer una noche de películas; ya que como sabrán, nuestros padres nos abandonan para salir en grupo – Cierto, nuestros padres con los Cullen y los Hale saldrían hoy por la noche – Jazz viene en camino para preparar las cosas – finalizo Emmett sonriendo.

- ¡Yay! ¡Al fin tienes un buen plan Emm! – chillo Alice recobrando su buen estado de animo – Ven grandote, esperaremos a Jazz en la sala, y me dirás que películas tienes planeado que veamos – Alice arrastro a Emmett del brazo escalera abajo.

- Vaya, si no fuera Alice probablemente...- Rose callo, y comenzó a reír.

- Probablemente la destrozarías por llevarse a Emmett...así – complete su frase a lo que ella asintió. Rose paso una mirada de Edward a mi y sonrió, ahora me di cuenta de que tenia otro parecido con Jasper, y era esa sonrisa.

- Iré a buscar a mi novio, y ver que la enanan no le este sobrecalentando su cerebrito – Rose no sonrió y desapareció de mi habitación. Dejándome a solas con Edward.

Rayos, ¿Para que demonios me hicieron sacar la lista si no la verían? y yo aún tenía la lista en mis manos.

Lentamente me pare de la cama y fui directo al cajoncito del buró, escondí la lista entre las hojas de mi libreta y lo cerré; todo esto ante la atenta mirada de Edward, que ahora se encontraba recostado en mi cama.

- Por esas casualidades, Emmett no escogió películas de niños ¿cierto? Tu sabes cuanto ama El Rey León, y llora como un bebé cada vez que muere Mufasa – Edward rió, y palmeo un costado de la cama, junto a el para que tomara asiento. Así lo hice, naturalidad ¿No?

- Mm, no – contesto – Creo que le dijo a Jasper que trajera unas de terror, ya sabes, creo que dijo algo así como – carraspeo, mientras levantaba su cabeza y la acomodaba en mi regazo, haciendo que me sonrojara como los mil demonios – 'Tu sabes Edward; Terror mas chicas, igual a más diversión. Rose se acurrucara junto a mi cada vez que una escena le de miedo y...' Bueno, no creo que quieras saber el resto – agregó, mirándome con una sonrisa en su rostro – De todas formas yo no tendré esa suerte, así que no me importa que veamos – comento restándole importancia.

- ¿Qué suerte? – le pregunte, frunciendo el ceño. Edward rió y estiro su mano, con uno de sus dedos aliso la arruga que se había formado en mi entrecejo.

- La suerte de abrazarte cuando tengas miedo – Rodó sus ojos – Tu siempre te ríes de las películas de terror – agregó, desvié la mirada para que no pudiera ver mi sonrojo.

- Son absurdas, no es mi culpa que sean así – respondí a lo que dijo. Edward suspiro y cerró sus ojos, me quede viéndolo por un momento.

No te gusta. No te gusta. No te gusta. Oh por favor, tan solo hazme caso ¡No te gusta!

- No me disculparé – soltó de repente, abriendo sus ojos que brillaban con más intensidad que antes – Porque no me arrepiento – sonrío ladinamente y yo tuve que recordar lo que había dicho anteriormente.

Es tu amigo, no te gusta.

- Claro, Bella Swan ahora esta en tu lista de chicas – bromee, rodando los ojos. Tratando de ocultar como me sentía realmente. Nerviosa, y ¡Oh Dios! Malditamente feliz, por alguna extraña razón.

- Yo no tengo una lista de chicas – replico, frunciendo el ceño – No como tu que tienes una lista – Bien Bella, era hora de centrar el tema en otra cosa.

- Será mejor que bajemos – comente, tratando de que su mente se desviara de la lista. Edward resoplo y se levanto a regañadientes. Mire el reloj que colgaba en la pared de mi pieza, las seis treinta. Nuestros padres saldrían alrededor de las ocho.

Alice estaba sentada junto a Jazz y Emmett revisando las películas que había traído; Rose se encontraba ayudando a mamá con su peinado para la cena de esta noche. Edward y yo nos acercamos a los chicos, pero estos escondieron las películas de nuestra vista.

- ¡Ey! Yo también quiero ver – les dije, cruzándome de brazos al sentirme excluida - ¡Muestren! – chille, asomándome por el hombro de Emmett para tratar de ver algo.

- Nop, es una sorpresa – dijo Alice sonriendo – Ahora, ve a hacer las palomitas con Edward, todas las cosas están en la cocina – Alice se giro y siguió hablando con los chicos sobre que era mejor: Comedia o terror.

- Ve a hacer las palomitas – remede a Alice – Como si fuera tan difícil hacer palomitas – solté enfurruñada mientras entraba a la cocina seguida de Edward.

- Lo es para Alice – comento, soltando una pequeña risita que me hizo estremecer – Cualquier cosa referente a la cocina es difícil para Alice – agregó, tomando el maíz que estaba en una bolsa sobre la encimera. Bufe, sacando una olla que estaba en el último cajón.

- ¿Maíz? ¿No podía Jazz simplemente comprara esas bolsas instantáneas? – Pregunte, mirando los pequeños granitos – Claro, mas trabajo para la pobre de Bella – suspire teatralmente, echando una porción de maíz a la olla y cierta cantidad de azúcar; cubriéndola bien para que no saltaran las palomitas a todas partes.

- Ahora a esperar – dijo Edward, apoyando su espalda a la encimera, junto a mí.

Estuvimos todo el rato en silencio, lo único que se sentía era el sonido del maíz convirtiéndose en palomitas 'Pop, pop, pop' sonaba cada dos por tres. Edward movida sus dedos intranquilamente sobre la encimera, y yo estaba demasiado perdida viendo una mancha en el techo de la cocina, tendría que limpiarla luego.

¡Oh! ¿A quien quiero engañar?

Estaba aterrada.

Se preguntaran, ¿Por qué estas aterrada Bella?

Y eso, era lo más simple.

Edward, el mismo Edward que esta a mi lado, es mi mejor amigo; Y no se supone que yo sienta ciertos tipos de cosas por el, porque como dije anteriormente y valga la redundancia, es mi amigo. Pero no puedo evitar las malditas abejas; si, abejas, porque no son maripositas ¡Son abejas!; como decía, no puedo evitar que las abejas comiencen a zumbar de un lado a otro en mi estomago, cada vez que mi amigo esta cerca; No puedo evitar que las manos me suden asquerosamente cada vez que mi amigo sonríe; Y no puedo evitar sentir mi cuerpo desfallecer cada vez que mi querido amigo dice una insignificante palabra con esa exquisita voz que tiene.

¿Oh rayos, enserio acabo de decir eso?

Pero bueno, obviando todas esas cosas que dije anteriormente; omitiendo seria lo correcto, no me gusta ni nada, porque es mi amigo.

- Están listas Bella – la voz de Edward me llego desde la lejanía, trate de comportarme normal; como lo venia haciendo, y sacar las cosas que habían venido rápidamente a mi retorcida mente.

Dimos vuelta la olla con las palomitas en un recipiente que saque del cajón ¡Renée coleccionaba este tipo de cosas! Era impresionante la cantidad de recipientes que había. Edward revolvió las palomitas para que no quedaran pegadas entre si, y se hecho una a la boca.

- Aa – me dijo, sosteniendo una palomita en su mano – Vamos, abre la boca. ¡Aa! – Mis mejillas se colorearon, abrí mi boca y rodé mis ojos. Edward soplo la palomita y la metió en mi boca. Sonrió torcidamente – Deliciosas ¿no? – me pregunto, tomando el recipiente en sus manos. Yo solo asentí.


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- ¡Nos vemos cariños! – Mamá y Esme chillaron desde la puerta. Esme había venido junto a Carlisle en búsqueda de mis padres, y así pasarían a buscar a Lillian y William, los padres de Rosalie y Jasper, para llegar finalmente a su destinado. Oh, destino que era desconocido para todos nosotros.

- Chicos – ese era Charlie – Cuiden de nuestras princesas – Rodé mis ojos cuando Charlie hizo un gesto de vigilancia con sus dedos.

- ¡Señor, si señor! – Conteste Emmett poniéndose de pie súbitamente y haciendo un saludo militar. Charlie y Carlisle rieron antes de salir tras sus mujeres.

Emmett se giro donde nos encontrábamos todos amontonados en los sofás, frente al televisor. El idiota de mi hermano tenía una expresión escalofriante en su rostro, froto sus manos de forma 'macabra' antes de hablar con un tono de voz más grueso que el de costumbre.

- Bienvenidos a la maratón del terror – dijo, agregando una de esas risas que utilizan los malos de las películas. Aunque al pobre le sonó más como la risa de Cerebro, el chico que salía en El laboratorio de Dexter (1)

- Bien Emmett, toma asiento – le dijo Alice, moviendo su mano varias veces para restarle importancia a lo que había dicho el grandulón – Nuestros chicos aquí – la enana me apunto a mi y luego a Edward – Hicieron palomitas ¿Qué lindo, no? Bueno, así que es hora de que vayan acomodándose ¡Ey! ¡Ese puesto es mío y de Jazzy! – Chillo Alice cuando Emmett y Rose se tomaron la frazada que estaba en el suelo.

Alice y Jasper ocuparon el sofá pequeño, eso me dejaba a mi y a Edward en el sofá grande. Bien, fácilmente podía sentarme al otro extremo y ni siquiera tocarlo. Agh, Bella, normalidad. Rose tomo la película entre sus manos y la puso en el DVD, así fue como empezó 'El Orfanato', lo admito, no estaba tan mala; pero en realidad lo único que hacía era comer palomitas. A la segunda película me estire a lo largo del sofá, Edward me imito y se estiro frente a mi.

Jo. Como decía 'normalidad'

Las primeras imágenes de la película 'Arrástrame al infierno' se hicieron presente en la pantalla...luego de unos minutos no pude aguantar más y rompí en risas ¡Dios! ¿Un maldito trapo asesino? ¡Que diablos! Los chicos me mandaron a callar, y yo trate con todas mis fuerzas de olvidar de aquella escena.

Unas dos películas más, unos cuantos chillidos por parte de Alice, Rose y Emmett; y claro, unas sonrisas picaras de Emmett cuando Rose se acurruco junto a el y se cubrió los ojos. Bueno, todo eso e incluso más fue suficiente para que quedaran exhaustos, y a la mitad de 'Silent Hill' todos dormían en la sala.

Todos excepto yo.

Y lo que venia negando desde principio de este día, o tal vez desde incluso más atrás. Bueno, todos mis intentos por negarlo se fueron a la basura, todos; Y solo por el simple de hecho de verlo aquí junto a mi, tendido a lo largo del sofá, con sus ojos cerrados, su respiración acompasada, con su cabello mas alborotado que de costumbre, y esos pequeños suspiros que soltaba mientras trataba de encontrar una posición cómoda en el sofá. Todo eso fue más que suficiente para que me dejara de babosadas.

- ¡Oh Dios Mio! ¿M-me gusta? – murmure bajo mi aliento, sin que nadie me escuchara; ya que todos dormían placidamente. Mis ojos abiertos de dos en dos y mi mano cubriendo mi boca por la temida realidad que había salido finalmente a la luz.

Mierda.

Jo, definitivamente Bella no te gusta, para nada «Nótese el maldito sarcasmo que estaba usando».

Esto se merecía una página entera de mi diario. Um, claro; si tuviera uno. Gracias al cielo había progresado algo en mi etapa de negación.

Un gran paso para mi.


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(1) Caricatura que trata sobre un pequeño niño genio llamado Dexter que tiene su propio laboratorio, y hace sus grandes y propios inventos, los cuales son la causa de sus aventuras :B



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- Waa, estoy actualizando rápido XD! Espero les guste, Bells ya se dio cuenta de que le gustaba Edward, pero ella lo acepto solo para ella; bueno en cierto modo 'lo acepto' XD, de aquí a que lo haga todo un hecho, Dios, esta chica es terca XD! O, y ahora lo de la lista se le comenzara a complicar un poco. Cuando te gusta alguien es realmente difícil que le encuentres algo mal ¿no? :D Contestando una pregunta, Jacob no será malo porque quiere XD si me explico, a el le gusta Bella, es inevitable que haga ciertas cosas :B Bueno como siempre ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

9 de agosto de 2010

Capitulo 9: Cuando calienta el sol.

Sol, playa y arena.

¿El mar azul? Sip, el mar azul de La Push.

Después de una mañana estresante en el colegio, habíamos decidido saltarnos las clases de la tarde. No había nada importante como para que nos castigaran o algo. Además el sol que hacia era realmente hermoso, pero quemaba a horrores, Alice dio la idea de que viniéramos a la playa; es mas, ya lo tenia planeado de la noche anterior. A pesar de yo no tuviera ganas y que me quedaran simplemente dieciocho días para terminar la lista, acepte venir. Para despejarme un poco, creo.

Lo que no me hizo mucha gracia fue que Edward trajera a una chica, ¿Celos? Por Dios, es ridículo. No la soportaba, era una mas de las seguidoras de Lauren y del club de fans de Edward. Además, se suponía que éramos solo nosotros seis; en fin, no le comente a nadie esto, jo, no quería ser el punto de las bromas. Y estaba segura de que clase de bromas serian.

- ¡Vamos Bells! Vamos a bañarnos ¿Si? – Alice chillaba mientras saltaba en la arena, llevaba un bikini violeta que le quedaba hermoso – Anda, di que si ¿si? – pero podía ponerse muy irritante la duende.

- Voy luego – fue mi simple respuesta, mientras me estiraba sobre la toalla boca abajo, no estaba con ganas de playa ni nada de eso. Aunque fuero el único día soleado en Forks.

Hmpf, aun no podía olvidar mi salida con Jacob el día de ayer.

Bueno, no la salida en si, si no lo que hizo Jake cuando me dejo en la puerta de mi casa. ¡Ah! Lo único que pedía al cielo y cualquier ayuda divina que se quisiera apiadar de mi era que Jacob no se apareciera ahora por estos lugares...

Flash Back

Pizza ¡Me encanta la pizza!

Como le había prometido a Jake, hoy era nuestra salida. Me daba una risa enorme que estos dos se pelearan por mi compañía como si yo fuera la gran cosa; enserio, eran unos exagerados. En fin, Jake vino a buscarme alrededor de la siete treinta, nos montamos en su motocicleta y ¡Wow! Fue de lo más genial, llegamos a un pequeño puestito en Port Ángeles de pizzas, eran realmente deliciosas.

Todo iba bien hasta ahí, hablamos de todo y de nada; de cómo le había ido en su viaje, la razón de su regreso. Oh, eso, fue una cosa que omitió. Como dije, la pobre e ilusa de Isabella Swan pensaba que todo iba perfecto.

Lo incomodo fue cuando llegamos al umbral de mi casa.

- ¡Tu! ¡Oh, Jake! ¿Crees que si me consigo alguna motocicleta la podrías arreglar para mí? – le pregunte esperanzada. No era fan de la velocidad porque estaba acostumbrada al cacharro que papá me había dado. ¡Montar en la motocicleta de Jake había sido toda una experiencia!

- ¡Por supuesto Bells! Hare lo que quieras – me contesto, con una de sus características sonrisas.

- Uh, me la pase muy bien Jake – le dije dándole un abrazo de despedida, se estaba haciendo tarde – Nos vemos – me gire para subir por las escaleras que daban a la puerta principal, pero la mano de Jake sobre mi brazo me impidió seguir avanzando. Me gire y lo mire confundida.

Oh rayos, ese había sido mi maldito error.

Sin previo aviso, sin que algo se apiadara de mi y me avisara ¡Sin tener idea de lo que este estúpido iba a hacer! Yo, como la gran idiota que soy, me quede completamente de piedra cuando los feroces labios de Jake se estrellaron salvajemente contra los míos ¡Jo! ¡Por lo menos hubiera sido un poco más condescendiente! ¡Para que demonios tan rudo! Y lo peor era que yo no podía moverme, mis ojos abiertos de dos en dos ¡Ni siquiera hacia nada para separarlo de mí! Estaba en completo shock ¿Cuándo demonios iba a pensar que el idiota de Jacob iba a hacer esto? mi cabeza pensaba a mil y llegue a la única conclusión de que este mundo estaba cada vez más loco. A los segundos luego del atrevimiento de Jake, este se separo y me dedico una sonrisa coqueta.

Me estremecí.

- Nos vemos Bells – fue lo último que escuche de sus labios antes de que diera la vuelta y desapareciera en su motocicleta. Parpadee un par de veces antes de entrar a la casa, apoyarme contra la pared y resbalar hasta quedar sentada en el suelo, más blanca que la harina.

¿Por qué estas cosas tenían que pasarme justamente a mí?

Fin Flash Back

Y no, tampoco tenía ánimos de meterme al agua donde se encontraban todos, incluido Edward y esa chiquilla de la clase de gimnasia ¿Charlotte? Creo que si. Me quedaría tranquilamente bajo el sol, tratando de pasar el rato, sin molestar a nadie.

Porque si no lo sabían, la tentación de molestar a alguien en particular se encontraba ahí.

- Bella – una suave voz me llamo, me gire y vi a Charlotte parada junto a mi - ¿sabes donde están los refrescos? – me pregunto tímidamente. Ja, yo no le creía eso.

- Ahí – dije apuntando el cooler que estaba mi otro lado. Sentí a Charlotte moverse y abrir el cooler para sacar refrescos.

- Uh, ¿Bella? – Ya me estaba cabreando un poco, solo un poco. Me gire y la mire con un intento de sonrisa.

- ¿Si? – respondí a mi llamado, amigablemente.

- Uh, Alice dice que vayas a jugar a la pelota – me informo, sonriendo tenuemente. Volví a quedar boca abajo y bufe.

- ¿Por qué te demoras tanto? – Edward al rescate de su damisela - ¿Bella te esta molestando? – Le pregunto, enfadado conmigo, creo ¡Ey! ¿Quién creía que era yo?

- No, no – comenzó a decir la chica mientras soltaba pequeñas risitas nerviosas – Solo le estaba diciendo a Bella lo que Alice me dijo – agrego con voz dulce.

- Mhm, bueno, de Bella se puede esperar cualquier cosa – comento Edward con tono burlón.

Me dejaron sola nuevamente luego de una larga y melosa plática entre los dos, enserio ¿Por qué tenia que ser justo donde estaba yo cuando se comenzaban a decir 'ciertas' cosas que no eran de mi total agrado? La chica soltaba cada vez una risita nerviosa, y Edward le habla con ese tono seductor que las hacia caer, a casi todas.

- ¡Ey, Bella! – Emmett venia corriendo hacia a mi al estilo salvavidas, lo más lento que podía para que la gente se fijara detenidamente en su físico. Idiota, aquí no había nadie aparte de nosotros.

- ¡Emmett! – chille cuando este llego a mi lado y se comenzó a sacudirse como perrito, haciendo que las gotas de agua que estaban en su cuerpo dieran con el mío. Sonrío mientras se sentaba a mi lado.

- Vamos a bañarnos ¿si? – me pregunto, haciendo resaltar su labio inferior. Negué con mi cabeza y Emmett hizo su puchero mas pronunciado. Insisto, ¿Por qué a mi?

- Tengo que sacarme la ropa – conteste con cansancio. Emmett aplaudió feliz de que me había convencido ¿Cómo no? ¡Era igual a uno de esos anuncios de animalitos en peligro de extinción!

Me saque la polera que llevaba junto al short, los deje sobre la toalla y acomode bien el bikini de color marrón que Alice me había dado, revisando que todo estuviera en su lugar y no ocurriera un accidente. Oh, porque yo era realmente buena para atraer los accidentes.

- Bien, Emm estoy...- Y mi cavernícola hermano me tomo de la cintura y me tiro sobre su hombro cual saco de papas fuera yo - ¡Emmett Swan bájame en este instante! – grite mientras pataleaba. Emmett reía divertido, y cada vez nos acercábamos más y más a la cristalina agua.

¡Splash!

- ¡Bella al agua! – grito a mi lado cuando me arrojo al agua, tomándose su estomago de tanto reírse – Te lo dije enana, yo podría traerla – le dijo a Alice socarronamente, haciendo una mueca con sus labios. Bufe, cuando trataba de poner en pie, pero las pequeñas olas me lo impedían.

- ¡Bella ven a jugar! – Rose agitaba la pelota de playa sobre su cabeza, con sus movimientos tan exagerados casi le ocurre un accidente con la parte superior de su bikini rojo.

- No quiero – dije enfurruñada. Los chicos bufaron y siguieron en lo suyo. Mi vista estaba en Edward y Charlotte quienes jugaban alegremente con el agua. Hmpf, idiotas también.

Me levante de donde me había tirado Emmett y camine a la orilla de la playa.

- ¡Rayos! – grite enfurruñada chapoteando con el agua, me quede sentada en la orilla y me cruce de brazos. Jasper llego a mi lado y me tendió su mano, el chico mordía su labio para no reír – Oh, ríete, no es como si nunca lo hubieras hecho – Jasper me miro haciéndose el ofendido - ¡Y no me mires así Jazz y ayúdame! – rió y tomo mi mano para ayudarme a levantar.

- Bella – Jazz me llamo y me hizo una seña para que me acercara a el, así lo hice - ¿Qué sucedió con Jacob? – me preguntó en un bajo volumen de voz. Me tense.

¡¿Cómo demonios el sabia eso?

Tierra trágame, ahora, ya.

- ¿Eh? Uh, bueno...nada – conteste, riendo nerviosamente - ¿Qué iba a pasar con Jacob? – pregunte devuelta, Jasper me miraba con una chispa de intuición en sus azulinos ojos. Y yo me sentí vulnerable ante la mirada de mi perceptivo amigo ¡Agh! ¿Por qué?

- ¿Enserio quieres que responda eso? – replico con una sonrisa picara bailando en sus labios – Porque yo se muchas cosas Bella, muchas cosas – agrego con tono misterioso.

- Te estas pareciendo a Alice – comente, sin que la tensión se alejara de mi ¡Solo rogaba porque no supiera nada!

- Um, bueno – rió descaradamente y paso por mi lado – Tal vez yo no sepa exactamente lo que pasó – me dijo, en ese tono de voz que estaba empezando a odiar – Pero si se de alguien que estuvo a punto de...solo se que alguien sabe todo lo que paso – me dijo, sugestivamente cuando pronuncio la palabra 'todo'

- ¡Pero si no paso nada! – chille histérica de que pensara que yo y Jake...no, por favor no - ¡El fue quien me...-me cubrí la boca en un dos por tres, Jazz me miraba con sus ojos entrecerrados.

- ¿El fue quien te... que? – me interrogo, para que siguiera la frase que había dejado inconclusa. Jasper, te odio, pensé.

- Si te digo le dirás a Alice – le dije – Si le dices a Alice, ella le dirá a Rose, Rose a Emmett y así sucesivamente. En otras palabras todo el mundo sabrá que Jacob me beso y yo...- Rayos, golpee mi frente con la palma de mi mano repetidas veces por ser tan estúpida.

- ¿Te beso? – me pregunto Jasper, desconcertado. Asentí completamente avergonzada – Bueno, es mas rápido que el idiota de...- Jasper interrumpió lo que iba a decir y me miro cuidadosamente - ¿Le correspondiste? – me pregunto. Ahora quería morir.

- ¡¿Estas loco? ¡Es Jacob por todo lo santo! Es, hmpf, el idiota de Jacob – me cruce de brazos ante la estúpida pregunta que me había hecho el rubiecito – Mira Ricitos de Oro, si alguien se entera de esto te mato ¡Juro que si! – Jazz me miraba con los ojos entrecerrados.

- Trato, si nunca más en tu vida me dices Ricitos de Oro – agregó, estirando su mano. La tome y nos dimos un apretón – Ahora, vamos donde están los demás – resople caminando a su lado - ¿Qué? – me pregunto.

- No me gusta Charlotte – conteste, frunciendo mis labios. Jasper me miro con un brillo de picardía en sus ojos, yo rodé los míos - ¿Qué? ¿Me preguntaras si me gusta Edward ahora? – Pregunte sarcásticamente – Mi respuesta es no, Jasper, simplemente no paso a la chica – dije encogiéndome de hombros.

- Ni siquiera has hablado con ella – agregó divertido.

- Ni tengo que hacerlo para darme cuenta de cómo es – respondí. Nos adentramos un poco más, las olas se habían calmado y el agua estaba quieta, caminabas y caminabas; y el agua ni siquiera te tapaba el ombligo. Alice juzgaba con Emmett y Rose a la pelota, Edward y la chica estaban haciendo que se yo en no se donde.

- Y dime Bells, ¿Cómo es? – me pregunto, cuando nos detuvimos y nos pusimos a ver como jugaban los chicos. Me encogí de hombros, cuando la parejita apareció, desvíe mi atención a Jasper y comencé a jugar con el agua entre mis dedos.

- Otra más del clan, ya sabes, 'Edward el Rey de Reyes' – sonreí. Jasper rió abiertamente, guiando las miradas de los otros hacia donde nos encontrábamos. Golpee ligeramente sus costillas con mi codo para que dejara de reír, cosa que no ayudo.

Es más, Jazz comenzó a reír incluso más fuerte. Las lágrimas salían de sus ojos y yo estaba segura de que su barriga debía dolerle horrores, hasta que entre risas soltó.

- Oh Bella, tienes tan mala suerte – risa - ¿A que no adivinas quien viene hacia nosotros? – agrego, limpiándose una lagrima y tratando de parar su risa. Mire por sobre mi hombro para ver a mi pesadilla del momento.

- ¿Crees que si me sumerjo en el agua, uh, se vaya? – le pregunte a Jazz, tratando de esconderme tras su espalda. Jasper soltó una pequeña risa y negó con su cabeza. Gemí.

- ¡Mira Bella, tu amigo! ¿Por qué no vas a saludarlo? – dijo Edward con falsa alegría, acercándose a Jasper y a mi, con Charlotte tomada de su mano.

- ¡Oh si, mírame como voy corriendo a saludarlo con un beso en...- rayos, de nuevo hable de mas. Edward gruño y frunció el ceño, rodé mis ojos.

- No seria la primera vez ¿no? – espetó destilando veneno ¡Oh! ¿Qué demonios le pasaba a el ahora?

- Claro, no seria la primera vez – respondí encogiéndome de hombros y mirando de reojo a Edward, a quien le cambio su semblante y se fue cuando Jake ya estaba a solo unos pasos de nosotros.

- Hey – saludo, con un gesto de cabeza a Jasper y un beso en el dorso de mi mano. Mierda, esto era tan incomodo ¿Cómo le decías a un amigo 'Ey, lo siento, pero solo eres mi amigo' sin dañar la amistad? Hum, detestaba que no hubiera libro donde te enseñaran estas cosas.

- Hey – saludamos Jazz y yo a la vez. Jasper me miro, y luego miro a Jacob y ¡Bam! Una enorme sonrisa se poso en sus labios, era tan grande como la de Alice cuando había alguna oferta en el centro comercial.

- Bueno, iré a jugar con los chicos, creo que mi querida Alice necesita mí ayuda – Trate de transmitirle con mis ojos a Jasper que no fuera un maldito imbécil y se quedara a aquí conmigo ¡Se que capto el mensaje! Pero solo me guiño un ojo y partió donde estaban los otros espectadores.

Y ahí comenzó el silencio más incomodo de mi vida. Hasta que Jake lo rompio.

- Te ves...hermosa – comento, sonrojándose instantáneamente ¡Oh Dios! ¿Qué sucede con el mundo? Mis mejillas se calentaron sin previo aviso y baje la mirada. Era tan malditamente incomodo todo esto.

- Um, ¿Gracias? – fue mi respuesta. Un bufido se escucho de donde estaban los chicos, mas no le preste atención.

- Bella, yo...- Jacob paso una de sus manos por su, ahora, corto cabello; nervioso. Yo no hacia más que jugar con el agua entre mis dedos. Uh ¿Si? Esto era genial, hmpf.

- ¿Quieres ir a dar un paseo? – pregunte precipitadamente antes de que siguiera hablando. Cualquier cosa que me quisiera decir que lo hiciera lejos de los chismosos que están tras nosotros. Jacob asintió y dio media vuelta para salir del agua, yo lo seguía desde atrás.

Justo cuando el agua ya estaba a la altura de mis tobillos escuche un ensordecedor chillido, más bien dos.

Jasper es un bocaza, pensé.

- Lo siento – soltó Jake de repente, sobresaltándome un poco. Estábamos ya más lejos de la playa, en una parte donde había unas grandes rocas. No me esperaba eso – Yo...no se que me paso – agregó, apoyándose contra una de las rocas, yo me quede frente a él – Si, te quiero – sentenció, mirándome directamente con sus oscuros ojos – Como algo mas que un amigo ¿Es eso malo? – trague pesadamente.

- Jake, yo – suspire, y comencé a jugar con la arena entremedio de los dedos de mis pies – No sé, tu eres mi amigo, yo te quiero como un amigo – hice una mueca con mis labios – Lo siento – agregue, tratando de aligerar el ambiente – Oh, y no debiste hacer eso – le dije, frunciendo el ceño. Jake sonrió.

- Oh vamos, si te gusto aunque sea un poquito – contesto con tono bromista, golpee ligeramente su hombro y luego reímos - ¿Seguimos siendo amigos? – me pregunto, sonriendo calidamente. Rodé mis ojos y lo abracé – Pero no dejare que Cullen se quede contigo ¿Esta bien? – me dijo, mientras correspondía el abrazo. Oh Dios.

- No se porque demonios todo el mundo mete a Edward ¡Tu lo viste! ¡Esta feliz con esa chica! – Chille enfurruñada – Además, algo importante, el es mi amigo, como tu, Jazz y, no Emm es mi hermano – agregue pensativa. Jake rió y desordenado mi cabello.

- Lo que digas Bells, el problema es que tal vez deberías usar gafas ¡Eres tan malditamente ciega! – Grito, rodando sus ojos – Ahora vuelve con los chicos, debo seguir buscando lo que vine a buscar – frunció el ceño mientras pensaba.

- ¿Qué? – le pregunte, mirándolo con el ceño fruncido también.

- No recuerdo que demonios era, pero Billy me lo pidió – chasqueo la lengua – De todos modo, luego lo recordare – beso mi mejilla y se fue camino al bosque - ¡Adiós Bells! – grito cuando se perdió entre los árboles.

Suspire, ¡Había sido más fácil de lo que pensaba! Bueno, Jake era Jake después de todo. Me apoye en la piedra donde estaba Jacob antes de que se fuera, y me quede ahí un momento, pensando, tal vez. Pensaba mucho últimamente.

- Pareces un tomate, un gran y rojo tomate – La voz de Edward me tomo por sorpresa, haciendo que diera un pequeño brinco.

- ¿Qué haces aquí? – le pregunte, confundida cuando se acercaba a mi - ¿Dónde esta Charlotte? – pregunte nuevamente, alzándome en la punta de mis pies para ver si la chica venia tras el. Nada.

- Se fue – dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia mientras se ponía junto a mi en la roca - ¿Y Black? – me pregunto, mirando un punto fijo frente a el.

- Se fue – le conteste del mismo modo, encogiéndome de hombros – Debía encontrar algo para Billy – me agache y tome arena entre mis manos, para jugar con ella.

- ¿Son novios? – me pregunto, con su voz mas ronca. Lo mire alzando una ceja, gesto que no vio ya que estaba mirando a todos lados menos a mí.

- ¿Y a ti que? – pregunte rodando mis ojos, mirándolo de soslayo. Edward se tenso y apretó su mandíbula fuertemente. Y yo no sabia porque diablos le respondía de su manera ¿Tal vez quería ver su reacción? Espera, ¿Reacción a que?

- Te besó – no fue una pregunta, una afirmación. Me sonroje sin poder evitarlo. Edward soltó una sarta de idioteces bajo su aliento – Realmente te besó – agrego en un murmullo, como si no lo creyera.

- Edward, que...- abrí mis ojos desmesuradamente cuando lo tuve frente a mí sin previo aviso. Trague ¿Qué les sucedía a estos dos? Edward puso cada mano a un costado de mi cabeza y se fue acercando lentamente a mí.

Otra vez no.

Cerré mis ojos fuertemente, estaba paralizada ¿Era la semana de los besos o que? Podía sentir el aliento de Edward golpear tenuemente con mis labios, y de un momento a otro tenia los labios de Edward sobre los míos, el los besaba dulcemente.

Lo peor no fue eso.

Tampoco fue que se sentía bien tener sus labios sobre los míos.

Y menos comparar lo dulce que era Edward con lo salvaje que fue Jacob.

O como su mano acariciaba mi mejilla tiernamente, haciendo que esta sonrojara y miles de descargas eléctricas recorrieran mi espina dorsal.

No.

Definitivamente lo peor fue cuando rodee su cuello con mis brazos y lo atraje más a mí.

Pero lo que sobrepaso el limite fue que yo correspondí el beso, sin tener idea de porque lo hacia.


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- Otro capitulo :D espero les guste :O aquí no hay imperfección porque me la guarde para el próximo capitulo XD! Ya se pueden ir dando cuenta que Bella, um, esta cayendo lentamente ante Edward afadfa :D Eso de que si Edward sabe sobre la lista o no, se sabrá más adelante y como siempre les digo PACIENCIA CHICAS :B! Y eso, como siempre ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

Rareza

Yo, al igual que muchas personas, no me concidero normal. Puedo decir que soy rara porque no soy igual, o no tengo muchos gustos similares a las personas que me rodean. Mas, he encontrado a muchas personas que me comprenden, lo que me hace saber que; la loca no soy yo. A veces estoy feliz y quiero hacer de todo. Otras estoy aburrida y no quiero hacer nada para entretenerme. Otras estoy triste y no quiero hacer nada de nada ni para nada porque no me dan ganas de hacer nada. También, en ocasiones, tengo ganas de gritar hasta quedarme afónica; por rabia o por felicidad, o simple frustración, la cual, realmente, no es simple. Y a veces quiero escribir y no tengo donde o; no se ni que escribir. He desperdiciado tantas hojas blancas tipo carta tratando de descubrir que es lo que quiero escribir. Y casi siempre termino haciendo lo mismo; escribir nombres que me gustan o, hacer una lista de cosas que quisiera hacer. Hacer paracaidismo siempre esta en esas listas. Puedo y no puedo decir que soy rara. Puedo hacerlo porque no tengo los mismos gustos de las personas con las que normalmente estoy. Y no puedo porque, honestamente, ¿quien conoce a alguien 100% normal? Si nadie conoce a alguien así, entonces no existe. Quizá si lo haya, pero no nos damos cuenta porque no hace las mismas rarezas que nosotros y, al igual que al resto, decimos que es raro.

Quizá, a estas alturas, lo normal sea raro y lo raro sea normal.

22 de julio de 2010

Fic

He estado pensando. Pensé que, como había publicado -estoy publicando- el Fanfic Lista de Imperfecciones, podía también, luego de acabarlo, pedir nuevamente permiso a su autora y publicar otro. Pero decidí que no. Tengo 26 entradas hechas, de las cuales el fic ocupa 8 y llevo 4 de las reseñas de los libros de C. S. Lewis. Son 7. Si publicara otro fic, entonces ya no seria mi blog sino que seria un blog donde se publican fic's. Quiza si llegue a publicar otro, pero mas adelante y dependiendo de las entradas que lleve hechas. También estuve pensando en que no voy a actualizar tan constantemente porque, al fin y al cabo, esto es para mi. Si alguien quisiera leerlo, es libre de hacerlo, pero como yo se que nadie lo hace, no tengo ninguna responsabilidad ni compromiso con nadie, por lo cual, puedo actualizar cuando yo quiera, lo que yo quiera.

Capitulo 8: Yo tengo celos, tengo celos.

Tú y yo saldremos mañana, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra.

Ok, esa oración aún daba vueltas y vueltas en mi cabeza.

Estaba en la clase de Biología ¿Adivinen quien se sienta justo a mi lado? Ajá, Edward. Pero el chico que estaba a mi lado no era Edward, no hoy; No, era Mister Simpatía «sarcasmo, sarcasmo, sarcasmo» Le dabas una sola mirada y te ladraba como un perro rabioso. Jo, y quería que saliera con el en la tarde ¿Se había vuelto loco? O ¿Acaso ya no tenia mas citas con las chicas 'Edward Oh Todopoderoso'? Hmpf, como si eso fuera posible.

La clase de biología fue...tediosa. Mi mirada se mantuvo en el profesor a toda hora, y no era algo que me gustara, pero ni siquiera me atrevía a mirar a mi querido compañero de banco, así que mejor me dedique a hacer garabatos en mi cuaderno, y a pensar. Sí, no le estaba haciendo caso a la abuela Marie.

Solo dile a Jacob que se pudra...

Wow. Esperen, ahora que lo pienso ¿Qué demonios tiene que ver Jake en esto? ¡Ni siquiera lo he visto desde el día en que lo eché, amablemente, de casa! Edward tenía serios problemas ¡Esos celos enfermizos me volvían loca! Y eso que solo eran celos de amigo, ¿Se imaginan y...? Oh, no por favor no, deja de pensar estupideces.

Volviendo a lo anterior, no me sentía con el valor de enfrentarlo cuando se encontraba en ese estado. Biología termino sin que me diera cuenta, Mister Simpatía salio como alma que lleva el diablo de la sala de clases, asombrando a todos y haciendo que una ronda de cuchicheos empezara.

Por mi parte, tome mis libros y los guarde tranquilamente, luego comencé a arreglar el desorden que había hecho con las hojas en las que había estado garabateando...cosas sin sentido, tenían que ser sin sentido.

Edward, idiota, tonto, bobo, lindo, dulce, idiota, idiota.

Eh, si. Realmente eran cosas sin sentido. Forme una bola con el papel y lo metí en el fondo de mi mochila.

- Uh, ¿Bella? – esa voz nasal la conocería de aquí a la china. Me voltee para encontrarme con una curiosa Jessica; dios, que novedad, curiosa.

- ¿Si? – respondí, cerrando mi mochila y poniéndome de pie, dejándola colgar desde mi hombro derecho. Jessica me miraba con cautela, como esperando encontrara algo en mi o que le saltara encima y desordenara su 'lustroso' cabello teñido de color rubio.

- ¿Qué le sucede a Edward? – me pregunto, con la preocupación tangible en su voz ¿Y además se preocupan por el? Mire por sobre su hombro y vi a las fans de Edward mirando en nuestra dirección, cuchicheando entre ellas.

- No lo sé – dije pasando por su lado mientras me encogía de hombros ¿Por qué debía saberlo? Eres su amiga idiota, pensé. Vaya, que buena amiga estaba siendo últimamente.

- Te quedan veinte días Bella – me recordó Lauren, sonriendo altaneramente. Me gire con un suspiro y le sonreí lo más falsamente que pude antes de hablar.

- ¿Sabes? – me acerque a ella, solo quede a unos centímetros de distancia – Ahora mismo, pienso ¿Para que hago todo esto? Al fin de cuentas, seguirán babeando por Edward ¡Tenga mil y un defectos! – Las chicas soltaron un pequeño gemido cuando me altere ¡Solo me altere un poco! Lauren bufo.

- ¿No me digas que te estas arrepintiendo del juego Bella? No sabia que eras una gallina que no podía con una simple propuesta – Levante una ceja en conjunto con mi barbilla. A mi nadie me llamaba gallina.

- En ningún momento dije que no seguiría con el estúpido juego – Me di media vuelta y salí del salón con la frente en alto.

Hum, pero tenían que seguir con su estúpida escenita.

- Gracias – susurro Kate a mi oído, no me voltee y me quede varada ahí – Por sugerirle a Edward que nos revolcáramos en la parte trasera de su auto – Sentí el repiqueteo que hacían sus tacones con la baldosa mientras se alejaba.

Nuevamente dolió ahí.

Lo peor de esto era que no tenia idea de porque dolía.

Se supone que el corazón es un músculo que bombea la sangre a través del cuerpo; las emociones están vinculadas con el cerebro, así que; No dolía, tenia que ser mi imaginación, era mi imaginación.

Jo. Creo que las malas vibras se pegan, o algo por el estilo, ahora fácilmente le podía hacer la competencia a Edward sobre quien tiene el mejor estado de animo. Iba saliendo por la puerta principal del establecimiento cuando caí en la cuenta de que había un enorme tumulto de gente, quienes formaban un círculo. Unas voces demasiado conocidas para ser verdad, rugían a todo volumen.

Suspire mientras me acercaba al mismísimo infierno.

- Black, ella no ira contigo a ninguna parte. Ya te lo dije – Edward estaba cruzado de brazos, mirando a Jacob con rabia contenida. Jacob sonreía, siempre lo hacia.

- ¿Por qué no paras con tus celos Edward? Ella no te pertenece, entiéndelo – Edward comenzó a maldecir entre dientes, mientras se acercaba un paso más a Jacob.

- Yo no estoy...celoso ¡No saldrás con ella y punto! – gruño, con la furia palpable en su tono de voz.

- Porque no dejamos que ella lo diga ¿Si? – Suspire y me di paso entre la gente, tome lugar entre los dos trogloditas que se peleaban como dos críos. Suspire antes de mirarlos atentamente.

- Jacob, lo siento, Edward ya me había, uh, ¿invitado a salir? Si, eso – La sonrisa de Jacob decayó y Edward lo miraba victorioso – Mañana podemos hacer algo ¿Te parece? – le pregunte a mi amigo que se volvió a poner de buen animo en un abrir y cerrar de ojos.

- Trato hecho – me dijo, dándome un fuerte abrazo.

- Y ustedes ¡¿Por qué demonios no se van a sus casas? – chille a la gente que observaba a nuestro alrededor. Rápidamente se fue dispersando el círculo, hasta que quedamos solo los tres. Suspire.

- Bien, Bella será mejor que nos vayamos – ignore a Edward y me acerque a Jacob, para despedirme de el, le di un beso en su mejilla y fui directo al monovolumen.

- ¡Paso por ti a las ocho! – Bufe, me comí las ganas de gritarle un 'como quieras'

Llegué a casa, donde extrañamente me esperaban Rose y Alice al pie de la escalera, estacione mi camioneta a un costado de la acera y baje, frunciendo el ceño ¿Qué querían? Alice y Rose tenían una sonrisa, gigantesca; les temí por un momento, era como si se hubieran ganado la lotería, o algo mejor.

- ¡Bella! – chillo Rose, con un tono de voz demasiado dulce.

- ¡Gracias al cielo llegaste! – anuncio Alice con demasiada dramatización.

Algo se tramaban las dos, de eso estaba completamente segura.

- Uh, ¿Qué? – les pregunte, mirándolas sospechosamente. Alice y Rose soltaron una pequeña risita y me obligaron a entrar a mi propia casa ¡A mi propia casa!

- Bueno, un pajarito nos contó que tendrás una cita con Edward – Oh, quería morir en ese momento ¿Quién demonios había dicho que era una cita? Mire a Alice como si estuviera loca por lo que acababa de decir, tal vez yo había escuchado mal.

- ¿Perdón? – pregunte, desconcertada.

- Lo que dijo Al, tendrás una cita con Edward, no trates de negarlo porque todo el colegio lo sabe – agregó Rose, haciendo que me quedara blanca como la cal.

- Ustedes están... ¡Están locas! – Chille desesperada, caminando al living y tomando asiento en el sofá - ¡Locas! E-el me dijo 'Tu y yo mañana saldremos, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra' – dije rápidamente, un pobre intento de imitar la voz de Edward.

- Bella – Alice resoplo sentándose a mi lado – Edward es Edward, a veces puede ser un poco bruto...- Reí con histeria.

- Que descubrimiento, Al – ironice – Pero esto no es una cita, así que sáquense esa estúpida idea de su cabeza – me levante del sofá y fui directo a la escalera – ¡Y se que estas escuchando desde la cocina mamá! – chille cuando iba en el penúltimo escalón.

Tome una relajante ducha que me tomo no más de veinte minutos, salí del baño con la toalla; ya que había olvidado la ropa; tome algo simple, un sweater de rayas grises y azules, junto a unos pantalones negros y mis zapatillas, seque mi cabello con la toalla para que dejara de gotear y lo amarre en una cola desordenada.

Una cita.

Oh, Bella, deja de pensar idioteces. ¡Mierda, deja de leer novelas!

Cuando estaba por bajar la escalera escuche un murmullo proveniente del living, baje lentamente sin hacer ningún ruido, para encontrarme a Alice, Rose, Emmett y mamá cuchicheando, todos con sus cabezas juntas, Emmett parecía una completa niña escuchando chismes.

- ¿Qué hacen? – les pregunte cautelosamente. Todos pusieron su mejor cara de angelito.

- Nada – respondieron al unísono, sin dejar de sonreír.

- Ajá, uh – dime la vuelta al sofá donde se encontraban todos amontonados. Ellos me siguieron con la vista, haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda ¡Era tan malditamente tétrico que hicieran eso!

Una bendita bocina me salvo de seguir viendo estos escalofriantes rostros.

- ¡Adiós Bella, que la pases bien! – chillaron nuevamente al unísono. Desaparecí inmediatamente de la casa.

Edward me esperaba recargado contra el auto.

Dios mío.

Mm, déjenme pensar, descripción, descripción ¡Ah si! Llevaba una polera azul marino y sobre esta una chaqueta de un raro material; la experta en moda era Alice, no yo. Unos pantalones negros junto a unas zapatillas del mismo color. Seh, se veía...bien.

¡Oh rayos! ¿A quien quiero engañar? Te quieres engañar a ti.

Se veía más que bien.

Y yo no tenia idea porque estaba pensando eso.

- Uh, hola – me dijo, mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza y con la otra mano abría la puerta del copiloto.

- Hola – respondí con una sonrisa, después de todo seguía siendo el idiota de mi amigo. Me deslice dentro del Volvo y espere a que el subiera, duh, era obvio que tenia que esperar a que subiera.

El 'viaje' partió en silencio, de vez en cuando Edward comenzaba a mover sus dedos contra el volante, o hacia como que iba a prender la radio y luego se arrepentía; creo que le conté más de veinte suspiros en diez segundos, y uhm, ¡Hasta hablaba solo! Sip, Edward hablaba solo, bueno eso creo porque movía sus labios y miraba al cielo, como si estuviera golpeándose internamente. Yo iba sonriendo con cada cosa que hacia, se veía tan...

- ¿Por qué estas nervioso? – le pregunte, haciendo que diera un pequeño respingo cuando acabe con el silencio en el auto.

- Yo, uh, no estoy nervioso. No lo estoy – Me contesto, mientras mordía tenuemente su labio inferior; una manía que había agarrado de mi. Rodee mis ojos.

- Edward, no es como si nunca hubiéramos salido los dos – le dije, señalando lo obvio, y no entendiendo su nerviosismo. Giro su cabeza para mirarme por un rato y luego la volvió a fijar en la carretera.

- Tienes razón – susurro algo ¿desganado?

- ¿Dónde vamos? – le pregunte, luego de ir mirando por la ventana y viendo que no íbamos a ningún lugar en especifico. Edward palideció.

- Mm, no lo sé, yo – en un brusco movimiento se tiro a un lado de la vacía carretera y freno, bajo del auto y dio un portazo. Y nuevamente venían sus cambios de estado. Suspire y me baje del auto, di media vuelta y rodee el Volvo para quedar a su lado. Tome su mano con una de las mías y la otra la puse suavemente en su mejilla, Edward me miraba raro, no le preste atención.

- ¿Qué demonios te sucede estos días? – le pregunto en un murmullo, este no era el Edward que yo conocía y sus cambios de animo me estaban volviendo loca, me estaban sacando completamente de quicio.

- Yo no quería que salieras con Jacob – soltó de una. Resople mientras le daba una pequeña palmadita en su mejilla – Por eso no tengo idea que hacer, yo solo...no quería – agregó.

- ¡Edward! – Chille con cansancio - ¿No crees que es demasiado infantil? – Edward asintió apenado – Ustedes tienen que dejar de hacer eso – sentencie.

- ¡Pero, es solo que...! – callo y desvió su mirada – No puedo – dijo negando con su cabeza – No quiero que estés con el ¡Tengo celos, lo admito!– grito – Odio cuando lo abrasas, cuando sonríes con el...Me dan unas ganas enormes de patear su trasero - Suspire mientras pasaba mis manos por su cintura y lo abrazaba fuertemente escondiendo mi cabeza en su pecho.

- No le digas a Jake pero – levante mi cabeza y le regale una sonrisa – Siempre te querré más a ti que a el – Edward sonrió y me devolvió el abrazo, apoyando su barbilla en la cima de mi cabeza – Así que relájate, no hay porque sentirse celoso – agregué.

- Te quiero Bella, no sabes cuanto te quiero – susurro junto a mi oído, haciendo que mi cerebro perdiera la cordura por un tiempo.

- También te quiero, bobo – le dije juguetonamente, mientras me separaba de el para que siguiéramos nuestro viaje.


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- ¡Mira! ¡Vamos ahí! – chille como loca, apuntando una feria que se encontraba al otro lado de la carretera. Edward rió por mi entusiasmo y dio media vuelta para estacionarse.

- ¿Una feria? – Pregunto, cuando nos encontrábamos de pie bajo todas esas luces de colores - ¿Aquí una feria? ¿Están locos? ¡Una lluvia arruinaría todo! – chillo sin creerlo, bufe y lo jale del brazo.

- Tu solo camina – le dije caminando entre los distintos juegos que había, Uh ¡Yo quería la rueda de la fortuna! También había juegos de pescas, el carrusel y esas cosas que hay en las ferias. Edward tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, entre tanto seguíamos caminando - ¡Ahí! – Chille, apuntando uno de los juegos - ¡Oh vamos Edward! Ve a ganar un peluche para mi – sí, me emocionaban estas cosas – Lo sé, no eres Emmett pero tienes un algo que te hace ver fuerte, ahora ¡ve! – Edward sonreía en todo momento. Llegue a pensar que se reía de mí y no conmigo.

Yo era pésima jugando tiro al blanco, Emmett era un Dios en este juego; pero desgraciadamente no estaba aquí, así que no me quedaba nada más que confiar en Edward. Edward le entrego un billete de cinco dólares al hombre que estaba allí, este le entrego tres pelotas. O sea que solo tenía tres oportunidades de derribar la pila de botellas que había... Aunque en realidad yo no estaba prestando mucha atención; Jo, esta última semana no le presto mucha atención a nada. Muchas cosas pasaban por mi cabeza, y todas ellas tenían que ver con Edward.

Edward, si me estaba volviendo una completa idiota.

Admito que nunca lo había visto...detenidamente. Y ahora que si lo hacia podía entender porque las chicas se ponían de esa forma con el. No, no he tomado tequila y tampoco les estoy dando el favor, solo dije que las podía entender. Edward era guapo...más que guapo, y no se que demonios me ocurre pero ahora que lo veo bien, siento un pequeño...

- Ten – fruncí el ceño, cuando Edward me entregaba un lindo peluche de Oveja, era la cosa mas linda que había visto.

- Uh, ¿Ya terminaste? – le pregunte desconcertada ¿Tan largo fue mi viaje por la vía Láctea? Edward rió y desordeno mi cabello.

- Ajá, y en un intento – alardeo, resople golpeando su hombre amistosamente.

- Gracias – le dije, tomando el peluche entre mis brazos.

- ¿Qué quieres hacer ahora? – me pregunto, cuando comenzamos a deambular por todos lados, sin parar en un juego en especifico. Y ahí fue cuando vi una mini montaña rusa, si, ya sabia lo que quería hacer.

- La montaña rusa – Edward asintió, y tomo mi mano nuevamente para que fuéramos a hacer la pequeña fila que había, no sin antes comprar los boletos.

- Bella, tranquilízate – Edward me dijo divertido. Oh, no me había dado cuenta que estaba dando pequeños saltitos al igual que Alice. Me ruborice mientras bufaba.

Nos montamos en uno de los carritos, solo nosotros dos, atrás venían las otras personas. Yo estaba más que entusiasmada, la última vez que había venido a una feria fue cuando tenía alrededor de cinco años y Renée me subió al carrusel, me quede dormida a la primera vuelta que dio. Agarre fuertemente el peluche entre mis manos cuando la maquina comenzó a andar; Subidas, vueltas, grito de euforia, vueltas, mas subidas, mas bajadas, y en una de esas vueltas fue cuando se me callo mi peluche. Quería morir ¡Era como si todo pasara en cámara lenta! Y yo lo veía caer junto al lugar donde vendían algodones de azúcar ¡Gracias al cielo fue en la ultima vuelta! Baje rápidamente para llegar a rescatarlo.

¡Ja! Había una pequeña demonio que se lo quería llevar, en ese mismo instante se estaba agachando a recogerlo corrí a lo que mas daba mi torpeza y mis piernas, alcancé a tomar la manita de mi oveja.

La niña, alias, roba peluche, me miro con sus grandes ojos azules entrecerrados, mientras le jalaba el brazo a la Oveja. Nop, una niña de que ¿seis años? No me iba a ganar ¡Además era mío, Edward lo había ganado para mi!

- Escúchame, niñita – trate de sonar dulce, lo juro ¡Pero ella no ayudaba! – Este peluche es mío ¿Por qué no lo sueltas de una vez por todas, si? – trate de razonar.

- Nop – contesto, con una gran sonrisa adornando sus labios – Ahora es mío, yo lo vi tirado – y jalo nuevamente.

- Mira hija del mismísimo...-antes de que siguiera con el lindo sobrenombre que acababa de encontrarle una rubia señora regordeta se acerco a nosotras y me quedo mirando con cara de pocos amigos.

- ¿Sucede algo?- pregunto, mirando a la hija del diablo. La niña, de un momento a otro comenzó a llorar.

- Sucede que esa niña no me quiere devolver mi peluche – conteste, viendo asombrada el pequeño espectáculo que hacia el pequeño monstruo, sin soltar todavía mi peluche.

- Tiene mi peluche mami - ¡Oh no! ese puchero solo lo hacia Alice y Emmett ¿Cómo era posible que una pequeña cosa malvada lo hiciera tan bien? La señora me miro y me arrebato el peluche de la mano.

- Debería darte vergüenza – dijo antes de girarse y poner a la niña sobre su hombro, que me saco la lengua.

Ahora iba a ver esa pequeña mocosa.

- Mira tu pequeña mocosa roba... – y antes de que pudiera acercarme tan solo un milímetro a la niña, Edward me tomo de la cintura.

- Esta bien Bella, déjala – me dijo, ¡Todo este tiempo estuvo viendo la escena de lo más entretenido!

- Pe-pero ¡Es mío! Ella es una pequeña ladrona que – infle mis mejillas y cerré mis manos en puño - ¡Es mío y no es justo! – refunfuñe, dando pisotones en el suelo y sintiendo como las lagrimas se acumulaban en mis ojos.

¡La ovejita Belly me llamaba! Pude ver su afelpado y triste rostro por última vez cuando la mocosa dio la vuelta con su madre. Las personas que presenciaron la escena se reían y hablaban entre ellas. Odiaba eso.

No llores Bella, no seas más infantil de lo que estas siendo.

- Me quiero ir – si, sonaba igual que un niño pequeño. Edward rió y beso mi frente.

- Ve al auto y espérame ahí – asentí, mientras regresaba al Volvo con la cabeza gacha de vergüenza y rabia.

Me senté en el lado del copiloto con los brazos cruzados, y me quede mirando por la ventana ¡No había sido justo! ¡Ni siquiera era su peluche! ¡Agh! Tenia una rabia enorme, y no quería ver a esa pequeña niña nuevamente, no señor. Edward llego a los minutos después, antes de echar algo a la parte trasera del auto, lo encendió y partimos rumbo a casa. Y Yo todavía seguía enfurruñada.

- Lo siento – susurre apenada, jugando con mis dedos en mi regazo.

- ¿Por qué te disculpas? – me pregunto Edward, sonriendo.

- Uh, por hacerte pasar un mal rato – conteste encogiéndome de hombros – Ya sabes, todo el alboroto que arme por el peluche – Mis mejillas se colorearon ante el recuerdo ¡Emmett tiene la culpa! ¡El me pega su parte infantil!

- No seas tonta, era tuyo después de todo – agregó.

- Mhm – murmuré.

- Llegamos – anuncio luego de que pasaran unos minutos, se bajo y rodeo el auto para abrir mi puerta. Me baje y le di una sonrisa.

- ¡Gracias! – Chille, abrazándolo - ¿Sabes? Creo que para la próxima deberíamos invitar a los chicos, tu sabes como Alice adora las ferias – Edward sonrió tenuemente y asintió – Nos vemos mañana – bese su mejilla y me voltee para entrar a casa.

- Uh, Bella – Mire a Edward por sobre mi hombro cuando me llamo. – Se te queda algo en el asiento trasero – agregó, con su sonrisa ladina.

- ¿Enserio? – pregunto confundida, me acerque al auto con paso lento, y antes de abrir la puerta un recuerdo vino a mi mente...

Gracias, por sugerirle a Edward que nos revolcáramos en la parte trasera de su auto...

¡Oh Dios Mio! Yo no iba a tocar ese asiento ni aunque me pegaran un millón de dólares.

- ¿E-Edward? – lo llame, soltando de inmediato la manilla de la puerta.

- ¿Qué? – pregunto, confundido con mi reacción.

- Uh, bueno ¿Esta limpio? – pregunte, mirando por la ventana con cautela. Edward alzo una ceja sin entender – Ya sabes, el asiento ¿Esta limpio? – Edward clavo su mirada en mí, como si estuviera loca. Jo, el era el que andaba haciendo sus perversiones en el auto.

- Si, Bella, esta limpio ¿Por qué lo preguntas? – se acerco lentamente a mi mientras me formulaba la pregunta.

- Sé que hiciste caso a mi sugerencia – le respondí de mala gana.

- Bella, no estoy entendiendo nada ¿Qué sugerencia? – y para variar, me tomaba el pelo. Puse mis brazos en forma de jarra y lo mire con el ceño fruncido.

- De revolcarte con Kate en la parte trasera de tu auto – escupí. Oh Bella, ¿Qué demonios te esta sucediendo? Edward se sonrojo furiosamente.

- ¿Quien te dijo eso? – me pregunto, rascándose tenuemente la parte trasera de su cabeza.

Esta bien, yo le había dicho que lo hiciera en un arrebato de furia; pero no era para que se lo tomara tan literalmente como lo hizo.

Entonces sí, lo hizo.

Ouch, nuevamente ese dolor.

Bah, idiota, recuerda: es tu imaginación, o tal vez tengo alguna enfermedad patológica al corazón.

- No importa – respondí indiferente, ante el pesado silencio que se había formado entre los dos – Mira, ahora que lo recuerdo no olvide nada allí – le dije, apuntando la puerta con mi dedo, para alejarme de esta tensión. Edward resople y tome el puente de su nariz con su dedo gordo e índice.

- Bella, por favor solo abre la maldita puerta – espetó. Hice lo que me pidió...

- ¡Ovejita Belly! – chille tomando el peluche entre mis manos, comencé a dar pequeños saltitos hasta llegar a donde Edward - ¡Te adoro, te adoro, te adoro! – chille, mientras lo abrazaba. Edward rió suavemente.

- Solo espero que no me cambies por ese peluche también – agregó, restándole importancia. Rodee mis ojos.

- Primero Jacob, ahora Belly ¿De que tendrás celos luego? – le pregunte, haciendo que se sonrojara nuevamente.

- Yo...yo no tengo celos – respondió, negando frenéticamente con su cabeza.

- Oh no, no me engañas ¡Me lo dijiste, Edward! – comenté divertida.

- Jacob, el me provoca y bueno...no lo aguanto, no me gusta que estés con él – agrego, mirando al cielo y frunciendo sus labios.

- Edward... ¿Y como demonios le llamas a eso? – le pregunte, alzando mis manos; divertida ante la situación.

- No lo sé – frunció el ceño – Pero no son celos, porque yo...bueno, tu ¡Oh olvídalo! – dijo nervioso.

- Tranquilo, no le diré a nadie que tienes celos de Jacob y...de un peluche – susurre junto a su oído. Edward rodó sus ojos, mientras sus pómulos se volvían a colorear.


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5. Celoso: Y Créanlo, incluso es celoso con objetos inanimados.

Pero se ve tierno en esa faceta...

Si, definitivamente lo último no va a la lista, y ese pensamiento lo esconderé en el lugar más recóndito de mi cabeza.

Porque yo no pensé eso.


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- Otro más ;D espero les guste, Y No, no era aún lo que sale en el prefacio fdafada ;D para eso queda como siempre les pido paciencia :D ¡Ya lo sé! Bella es idiota, despistada, tonta, tonta y más tonta XD! Pero tiene que ser así, puede que en algún momento se de cuenta de los cambios que ocurren en su amistad con Edward, pero de ahí a que lo asimile le tomara mucho, así que nuevamente ¡Paciencia! Afafd :B y como siempre chicas ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

10 de julio de 2010

Capitulo 7: ¡Alerta! Bipolaridad

- ¡Aloha! – saludo Renée, entrando a la casa con un montón de flores colgando por su cuello y una de esas faldas típicas de Hawaii que siempre repudia cuando las veía en la televisión, se me hacia que picaban horrores - ¿Dónde están mis amores? – grito desde el primer piso.

La puerta de Emmett azotó contra la pared, dejando un sonido sordo suspendido en el aire. Emmett bajo la escalera lo más rápido que pudo y recibió a su 'mami' con un gran abrazo de oso. No era que yo no quisiera a mis padres, pero tampoco iba a hacer aquel alboroto ¡Solo había sido una semana sin ellos!

- ¡Hey! – Salude dándole un beso en la mejilla a Charlie y abrazando a Renée cuando Emmett la soltó finalmente - ¿Cómo estuvo Hawaii? – le pregunte a mis padres, parándome a un costado de mi hermano que esperaba las 'buenas nuevas' al igual que yo.

- Excelente – comento papá. Como podrán ver, no era un hombre de muchas palabras.

- Ya saben. Sol, arena, y muchos chicos hawaianos guapos con collares de flores. Como dijo su padre ¡Excelente! – me esperaba algo de 'chicos' conociendo a mi madre. Gracias al cielo Charlie nunca fue uno de esos esposos celosos, al fin de cuentas, mamá es mamá, y ni mil chicos hawaianos la harían despegarse de papá.

Emmett frunció el ceño y cruzo sus brazos a la altura de su pecho...

Oh, hablando de celos, Emmett era otra historia.

- ¿Chicos? – Pregunto entrecerrando sus ojos con un matiz de celos en su voz - ¿Yo soy mas guapo que ellos, cierto? – pregunto, tomándonos por sorpresa; haciendo un puchero al puro estilo bebé. Rodé mis ojos cuando mamá se acerco a apretarle sus mejillas.

- Claro mi Emmy, mucho más guapo que todos ellos juntos – le contesto mamá, hablándole como a un niño pequeño. Papá y yo resoplamos a la misma vez, no sonreímos por el hecho – Les traigo muchos regalos de Hawaii, ¡Oh! Y un pequeño pajarito me comento que mi bebé ya tenia novia – dijo mamá mirando a Emmett suspicazmente. Fruncí el ceño.

- ¿Quién? – le pregunte, hasta que mamá me miro como señalando lo obvio – Claro, Alice – pequeña duende que se llevaba de maravilla con mamá.

- Cariño, muéstrale a Emmett lo que le trajiste de Hawaii, le encantara – le dijo mamá a papá, guiñándole un ojo – Bella, vamos a mi habitación – me dijo, subiendo la escalera.

- Así que, ¿Jacob esta aquí? – me pregunto, como quien no quiere la cosa, mientras sacaba distintas cosas de su maleta. Asentí, tomando un llavero de Tiki (1) que se le había arrancado de su equipaje – Uh, y, ¿El y Edward están peleados? – me pregunto nuevamente, viéndome de soslayo mientras dejaba una floreada camisa de papá en el armario.

- ¿A que viene esto Ma? – le pregunte cansada de su juego de preguntas. Mis manos se retorcían sobre mi regazo, jugando con el Tiki de vez en cuando, tocando los tallados que tenia en la madera, los cuales encontraba realmente sorprendente.

- Oh, nada, yo solo me preguntaba...- Callo por un momento y luego se giro, para caminar a la orilla de la cama y sentarse en esta, a mi lado – Cariño, uh, ¿Qué es esa lista realmente? - ¿Qué?, Oh, me había perdido, ni siquiera me di cuenta cuando la conversación paso a la lista.

- Nada, ya sabes – me encogí de hombros, pero antes de que continuara Renée puso una de sus manos sobre mi hombro derecho.

- La verdad – me ordeno, mirándome 'severamente' – Ya le he sonsacado algo de información a la pequeña Alice y a mi querida nuera Rosalie, así que no me vengas con eso de 'nada, ya sabes' – término, rodando los ojos cuando repitió mi frase.

- Es sobre...Edward – solté cerrando mis ojos, esperando el grito de Renée. No llego – Estoy harta de que las chicas del colegio se derritan con tan solo ver al 'súper extra híper mega perfecto de Edward Cullen' – agregue, poniendo voz chillona en lo ultimo, sin abrir mis ojos aún – Así que, por mi falta de entusiasmo cada vez que hablaban de Edward, me propusieron un juego ¡Tu sabes que detesto perder! – chille, mirando a mi madre finalmente.

- ¡Bella! – Dijo lastimosamente – Cariño, ¿No ves que te estas metiendo en la boca del lobo? Si Edward se llega a enterar de que...- mi mamá callo, cuando yo comencé a retorcer mis manos nuevamente.

- Creo...creo que ya se dio cuenta, aunque tal vez no – Rodé mis ojos – la cosa es que tal vez el sospecha – Renée me miraba y negaba con su cabeza - ¿Podemos dejar de hablar de esto? ¿Por favor? – pedí, rogué, suplique porque dejara el tema de lado.

- ¿Qué dices? El rosa o el verde – me pregunto con una genuina sonrisa adornando su rostro, mostrándome dos vestidos hawaianos. Resople, era tan fácil cambiar de tema para algunas personas.


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- Ten – a Alice le entregue el pareo que mamá le había traído, era de un lindo color morado; a Rose le entregue el traje con los cocos y esa falda que pica. Las chicas comenzaron a chillar mientras tomaban los trajes en sus manos y se los probaban por encima de su ropa.

- ¡Amo a Renée! – chillo Alice, haciendo un intento de bailar 'Ula' con su traje. Rose la secundo moviendo sus manos en el aire.

- Ten Jazz, mamá te trajo esto – Le entregue a Jazz un pequeño Ukelele (2) Sí, no era nada comparado con su guitarra ¡Bah! No tengo idea de música pero a Jasper pareció encantarle.

- ¡Wow! – chillo casi similar a Alice. Me asuste al pensar que tal vez la hiperactividad se contagia - ¡Tu mamá es asombrosa! – Oh, Renée estará muy feliz cuando le diga todos los halagos que recibió.

Dentro del bolso que Emmett cargaba quedaba aún un regalo. Lo saque y lo puse sobre la mesa de la cafetería, estaba sellado ¿Por qué mamá lo habrá sellado? Comencé a mover la cajita de arriba hacia abajo tratando de descubrir que era, no se escuchaba absolutamente nada. Bufe, este era para Edward.

- ¿Y ese? – pregunto Alice, corriendo la silla que estaba al lado de la mía para tomar asiento.

- De tu hermano – le conteste, mientras mi vista se fijaba en el chico de cabellos alborotados, que se encontraba riendo coquetamente a solo unos pasos mas allá junto a Kate, una chica de la clase de Lengua – Esta ocupado – agregué, sin mucha gracia – No creo que le moleste si lo abro ¿No? – comente con una perversa sonrisa en mi rostro. Rose tomo lugar en la otra silla para husmear también.

- Eso - ¿De donde demonios había aparecido? – Es de mala educación Isabella – me arrebato la cajita de mis manos bruscamente y me regalo una sonrisa forzada – Aquí claramente dice Edward – agregó, desordenando su cabello con una de sus manos mientras que con la otra inspeccionaba la cajita – No dice Isabella, ni Alice y mucho menos Rose – se dio media vuelta y comenzó a caminar al lugar de donde quiera que haya salido – Dale mis gracias a Renée – dijo sobre su hombro.

- ¿Qué demonios fue eso? – Dijeron Rose y Alice a la vez, mirándome atentamente ¿Por qué a mi? ¡Yo estaba igual que ellas! ¿Desde cuando soy Isabella?

Me levante inesperadamente de la silla y le arroje una papa de mi almuerzo a Edward ¡Bingo! Directo en su cabeza. Edward se giro lentamente, y me miro con sus ojos entrecerrados. Solo tres zancadas fueron suficientes para que quedara de frente a el; Lo mire mientras me cruzaba de brazos y enarque una ceja.

- ¿Isabella? – le pregunte, Edward rodó sus ojos. Levante una de mis manos hasta tocar su frente. Uh, no tenia fiebre - ¿Estas bien? – le pregunte cuidadosamente, sin retirar mi mano de su frente.

- Perfectamente – contesto, tomando mi muñeca para alejar mi mano de su rostro – Ahora, por favor, no vuelvas a hacer eso con la papa – me dijo resoplando – Adiós – y me dejo parada en medio de la cafetería con una mirada de '¿Qué demonios acaba de pasar?'

Oh.

¿Puede que sea por la lista?

Si Bella, el ya sabe de la lista.

¡Maldita lista!

Moví mi cabeza frenéticamente y volví donde me esperaban unos curiosos ojos, tome asiento y me dedique a comer lo que restaba de mi almuerzo. Los chicos me miraron y comenzaron a hacer lo mismo. De todas formas Alice me preguntaría ¿Y que se suponía que iba a responderle?

Tal vez yo solo estaba pasando por una pequeña psicosis porque Edward había leído apenas las dos cosas que llevaba en la lista.

Lo que restaba de la mañana-tarde paso igual que siempre, aunque esta vez fue mucho, mucho más lento ¡Era como si todo estuviera en mi contra hoy! Edward estaba enojado conmigo por una razón x, bueno no tan x; Casi boto todas las muestras en el salón de Química, Edward me ignoro; golpee a mas de la mitad del curso en gimnasia, Edward me golpeo con el balón de voleibol. Y para rematarla, manche a Lauren con una soda.

- ¡Estúpida! – Chillo con su hermosa voz «sarcasmo, puro sarcasmo» mientras pasaba sus manos sobre su polera tratando de sacar la mancha - ¡Eddie! – chillo, una vez más. Edward permanecía inmóvil a su lado.

Esto era lo único que me faltaba.

Por su bien, le convenía seguir así de callado. Porque la Bella de la mañana no es nada comparada con la Bella de ahora, que tiene los nervios de punta y un humor de perros.

- Ten mas cuidado – Si, había firmado su sentencia de muerte.

Di un paso frente a el, levante mi barbilla y lo mire irradiando rabia pura.

Ahora me las pagas Edward, juro que si.

Levante la lata de soda que aun estaba en mis manos. Poco a poco fue cayendo el líquido que tenia un color anaranjado, se mezclo primero con su cabello broncíneo y luego corrió por toda la extensión de su rostro y también mancho la polera blanca que usaba en estos momentos. Sonreí.

Ah, como me había gustado hacer eso.

- Y ahora me escuchas – Dije determinadamente, Edward estaba que echaba humos. Bah, que se atreviera a ponerse idiota conmigo una vez más y ahora si que conocería el infierno – Tu... ¡No se que problema tienes conmigo! – Chille, dando un gran pisotón y apuntándolo con mi dedo índice – Más te vale Cullen que cambies tu maldita actitud, ¿Me escuchaste? – Edward me miraba atentamente – Oh, y ve a darte un baño, estas todo pegoteado – agregué, mirándolo con una mueca en el rostro dando media vuelta y ¡Adieu!

Aplausos de fondo.

Eres una maldita descarada Bella, una maldita descarada.

¿No se que problema tienes conmigo? ¡Duh, tonta! El sabe lo de la lista, como resultado: su furia.

Y me dolía. Me dolía que se comportara de esa forma conmigo.

Claro, nunca lo admitiría en voz alta.

Llegué a casa en la mitad del tiempo que lo hago diariamente, Emmett estaba todo desparramado sobre el sofá viendo las luchas junto a papá; Mamá estaba en la cocina, solo fue suficiente un 'llegue' desde el umbral para anunciar mi aparición en casa. Subí la escalera cansinamente y arroje mi mochila a algún rincón de la habitación, prendí el reproductor de música y me estire a lo largo de mi cama.

Pensar hace mal.

Eso siempre me lo decía la abuela Marie cuando me encontraba perdida en otro espacio.

Y así fue como mis ojos se cerrarnos lentamente, con la canción Russian Roulette de Rihanna que me tenia embobada estos últimos días.

Un zumbido escuchaba, cada vez más fuerte y más claro ¡Era tan molestoso! Comencé a mover mis manos en el aire para que lo que fuera que hacia ese sonido se fuera ¡Y me dejara en paz! Después ese algo se poso en mi rostro, era un fino tacto ¡El fino tacto de sus patas! Hasta que lo sentí en mis labios. No estaba con los ánimos para aguantar a un misero bicho, y no me importaba si tenia familia y pequeños bichitos-larvas venían en venganza ¡Solo quería aplastarlo con mis manos!

- ¡Basta! – Chille, sentándome de un tirón en la cama y abriendo mis ojos - ¿Qué estas haciendo aquí? – le pregunte al chico que se encontraba sentado junto a mi y me miraba desde muy, muy cerca con sus ojos desorbitados.

Edward rió dulcemente mientras se alejaba y quito un mechón de mi cabello que estaba sobre mis ojos, me sonrojé; como siempre lo hacia cuando el tenia una de esas salidas conmigo.

- Uh, bueno yo, lo siento – Edward despeino su cabello nerviosamente, lo mire alzando una ceja.

- ¿Eh? – Comencé a mirar hacia todos lados, tratando de encontrar al inmundo insecto que me molestaba segundos antes - ¿Lo siento, que? – pregunte, cuando me di cuenta que no había rastro de la asquerosidad con patas.

- Por todo – continuó con voz suave; apenado. Me sentía culpable, ya que no le estaba prestando la más minima atención ¡Esa mosca tenia que estar en algún lugar! – Por como te trate en la tarde, por mi estúpido...- Puse mi mano en su boca para que se callara.

- Shh – lo silencié, tratando de escuchar el maldito zumbido. Edward retiro mi mano de su boca y tomo mi barbilla, girando mi rostro para que lo viera directamente.

- Ni siquiera me estabas escuchando – sentenció contrariado, curve mis labios en una mueca.

- No te disculpes – le dije luego de un rato, cuando dejo de tomar el puente de su nariz con el dedo gordo e índice – Me lo merezco después de todo – Edward rió amargamente y se levanto de un salto.

- Tienes razón, te lo mereces – Fruncí el ceño. Ok, si, lo merezco, pero no era necesario que me lo restregara en la cara – Ni siquiera se porque vine a disculparme ¡Deje a Kate por...por venir a disculparme! Debo estar loco - se jalo el cabello con sus dos manos y dio media vuelta.

Deje a Kate por venir a disculparme, debo estar loco.

¿Eso significaba que Kate era más importante que yo?

Ouch, duele.

Algo se rompió y dolió, justo ahí, no especificare donde.

- Jo. Yo no te estoy reteniendo – comente mientras me ponía de pie - ¡Vete con Kate a revolcarte en la parte trasera de tu auto campeón! - chille, golpeando su hombro con mi puño 'amistosamente' - Aún estas a tiempo, después de todo eres Edward Cullen – agregué con tono burlón, abriendo la puerta de mi habitación para que desapareciera de mi vista.

Su cara paso por muchas expresiones.

Tristeza, frustración, rabia y...furia.

Esas orbes verdes resplandecían con furia.

Ahí fue cuando me entere que Edward sufría de bipolaridad, o trastornos múltiples.

Déjenme aclararles lo que paso a continuación.

Tristeza; El labio inferior de Edward tembló por un misero segundo, sus ojos centellearon con un brillo especial. Frustración; su boca abriéndose como la de un pez que esta bajo el mar y esa mirada acongojada que te dice 'Quiero decir algo, pero no puedo'. Rabia; sus manos convirtiéndose en puños, sus nudillos llegaron a quedar blancos, casi transparentes de la fuerza que ejercía y su ceño fruncido pronunciándose más y más. Furia; la furia fue experimentada cuando casi saca mi puerta de el portazo que dio cuando salio finalmente de mi habitación.

Ficha técnica.

Nombre: Edward Cullen.
Edad: Diecisiete años.
Pronostico: Bipolaridad y un leve caso de trastorno múltiple.
Culpable: Bella, alias, una asquerosa amiga.

Esa fue la detallada observación de la Doctora Swan.

Y yo pensé que todo estaba bien entre nosotros, y que había sido solo una sugerencia para contribuir a la lista.

Hazle caso a tu abuela Marie desde ahora, y no pienses.


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4. Bipolar: El sujeto presenta una serie de emociones fuera de si, es decir, nunca se sabe como va a reaccionar. De Enojado a dulce, y de dulce a ultra furioso. Y créanme chicas, no es algo lindo de ver y menos si lo provocas.

Suspire. Y a pesar de todos los problemas que me estaba trayendo con Edward esta lista, ¿Por qué era la lista, no?, yo seguía echándole leña al fuego.

- ¡Bella, teléfono! – chillo mamá desde la planta baja. Me puse de pie y descolgué el teléfono que había en la habitación de mis padres.

- ¿Sí? – conteste con voz aburrida.

- Tú y yo saldremos mañana, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra – Todo eso lo dijo Edward rápidamente, su voz aún sonando con un tinte de irritación, y luego colgó.

Colegué el teléfono y me lo quede mirando por un rato.

¿Qué había sido eso?

Definitivamente era terrible su bipolaridad.

Y yo tenía tan solo veintiún días para terminar la bendita lista.


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(1) Nombre que se le da a estatuas con forma humana que principalmente las utilizan para delimitar lugares sagrados.

(2) Instrumento de cuerdas que se usa en Hawaii, Haití y en Isla de pascuas especialmente. En otras palabras, es como una guitarra en tamaño extra reducido.



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- Aquí les traigo otro capitulo, espero les guste :) Oh, no puedo decirle las cosas que me preguntan ¡Se arruinaría todo! Tengan paciencia chicas XD! Si, Bella es idiota, pero ella siempre ha visto a Edward como su amigo, y no creo que se de cuenta de un día para otro de las cosas, eso se hace tranquilamente XD Bueno, estoy pensando hacer una nueva historia algo distinta, Con Edward como vampiro y Bella chiquita, pero creo que la publicare cuando ya lleve mas capítulos avanzados de este fic :D como siempre ¡Muchas gracias por sus reviews, alertas y favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

4: El principe Caspian


No hay muchas cosas que decir sobre este libro, debido a que es muy sujeto a la película. Solo podría decirse que es el segundo viaje de los Pevensie a Narnia, después de 1300 años narnianos. Los hermanos están esperando cada quien su tren de ida a las escuelas, el primer día de clases, cuando sienten pellizcos y todo se vuelve negro. Cuando llegan a narnia, se dan cuenta de que todo ha cambiado desde su partida. Debido a que los humanos han llegado a Narnia. Pero no soy buenos humanos, son Telmarines, gobernados por el tirano y usurpador rey Miraz. Los protagonistas son, obviamente, los Pevensie y el príncipe Caspian X. En este libro, Aslan informa a loa mayores Pavensie, Peter y Susan, que, una vez se vayan, no pueden volver a Narnia, jamas. Y, aunque suene mal, no lo dice de mala gana. Sepan que Aslan sabe lo que hace.

3: El caballo y el muchacho


El Caballo y el muchacho. Uno de mis favoritos. Este trata sobre un chico llamado Shasta, que, junto con un caballo parlante, hace un viaje hacia las tierras del norte, en otras palabras, Narnia y Archeland. En este libro se encuentra Calormen, una tierra del Sur. Diré que en este libro, el Principe Calormeno, desea contraer nupcias con una ya adulta reina Susan. Los protagonistas de este tomo son Shasta y Aravis, una tarkina calormena. A las mujeres, se les conoce como tarkinas, y a los hombres como un tarkan. Ella, es tarkina Aravis.

Siendo sincera, tengo la cabeza en otro mundo y la memoria un poco falla. Si me he equivocado en algo, haganmelo saber, aunque creo que esta como debe de ser. Ahora no recuerdo nada mas de este libro, nada que no sea un spoiler, así que lo dejare así.