28 de octubre de 2010

The Vampire Diaries




Yo amo esa serie. Y estoy en proceso de leer los libros. La veo desde el primer episodio en Warner; recuerdo que recién había terminado de leer Crepúsculo cuando comenzaron a hacerle propaganda a la serie. Y empecé a verla. ¡Dios! Con el primer capitulo quede enganchada a ella. Luego mi hermana comienzo a verla conmigo y mi cuñado se nos unió después. Así que con el final de la primera temporada, espere meses a que se estrenara la segunda -meses de desaparición(?)-. Hasta que al fin, salio. Y ni siquiera espere a verla por television. La vi por Internet.


Andes de que mi hermana comenzara las clases, la acompañe a comprarse unos cuaderno. Mientras ella veía lo que se iba a comprar, yo, como siempre, veía libros. Y vi Despertar y convencí a mi hermana de comprarmelo. Y si me lo compro.
Cuando lo termine de leer, no sabia si sentirme feliz, o desorientada o enojada. La serie y el libro no se parecen en casi nada.
-Elena es rubia.
-No tiene un hermano.
-Tiene una hermana de cuatro años.
-Bonnie es blanca con el cabello rojo.
-Tiene otra mejor amiga llamada Meredith.
-Vickie y Matt no son hermanos.
-Stefan encontro a Elena por casualidad.
-Stefan y Damon provienen de Italia.
-Stefan vive en una pension.
-Stefan si muerde humanos.
-Su tia se llama Judith.
-Coraline tiene el cabello castaño.
Entre otras cosas, pero si sigo, seria spoiler. Pero, a pesar de todo, tanto la serie como los libros son muy interesantes, porque, si lo vez desde mi punto de vista, ambos cuentan historias diferentes... Ademas, Ian Somerhalder es bello!!

Capitulo 10: Etapa de negación: en progreso.

6. Malditamente impulsivo: No piensa, solo actúa. Y eso no es bueno, no es bueno para la salud mental y/o emocional de las personas; Eh...yo solo lo sé.

¡Pero tú lo disfrutaste! ¡Oh mierda que sí lo disfrutaste!, pensé.

¡Ah! Cállate, cállate, cállate.

Tome mi almohada y la puse sobre mi rostro. Estaba mal, muy, muy mal. Esto no me estaba pasando a mi, no, claro que no. Jo, deja de mentirte Bella, deja de hacer eso. Hmpf, es mejor que aceptes la realidad de una buena vez.

La realidad, no saben como le temía a la maldita realidad. Bueno, no temer ¡Es que era simplemente absurda! Es decir, ni siquiera se de que realidad estoy hablando. Tal vez de la realidad de que realmente me gusto que Edward me besara; ¡Oh Dios Mio! ¿Yo acabo de decir eso? En fin, después de lo que paso esa tarde, bueno, no he visto a Edward y no es que no quiera verlo; sé que cuando lo vea actuare como que aquí no paso nada, así como '¡Hey! ¿Como Estas? Bien, si ¿El beso? ¡O tranquilo campeón, aquí no paso nada!' si, completamente normal.

Suspire por enésima vez antes de poner de pie, camine al espejo de cuerpo entero que estaba en la puerta de mi armario, y me arme de valor para aceptar la realidad.

- Muy bien Bella, aquí vamos – me dije a mi misma, mirando atentamente mi reflejo en el espejo - Inhala, uno, dos, tres, exhala – levante mis manos repitiendo la acción una vez más.

- No te gusta – le dije a la persona frente a mi, apuntándola con mi dedo índice – Es lindo, si ¡Pero no te gusta! – chille, lo fantástico era que esa persona actuaba igual que yo.

¡Oh diablos! Ahora me estoy volviendo loca.

Volví a mi antigua posición; frente al espejo, y continué con mi monologo. Necesitaba hacer esto para sacar aquellas estúpidas cositas que rondaban en mi cabeza desde que mi querido amigo; porque eso es, mi amigo, Edward Cullen me besó en La Push. Beso, que por cosas irremediables del destino, correspondí como una idiota.

- No te gusta Bella, métetelo en esa cabecita redonda tuya; esa cosa que tienes sobre los hombres y que la sujeta tu cuello – separe mis piernas y puse mis manos en forma de puño; parecía lista para golpear a alguien. A mi misma si era necesario.

- ¡Bella! – Emmett grito entrando a mi habitación, yo tenia un dedo puesto sobre mi reflejo en el espejo, justo en mi cabeza. Emmett ladeo su cabeza y me miro sonriente - ¿Qué estas haciendo? – me pregunto divertido, cuando mis mejillas se sonrojaron porque el me había encontrado en esa embarazosa situación.

- Nada que te importe – le respondí, poniendo mis manos sobre mis caderas - ¿Qué quieres? – le pregunte, ya que había entrado a mi habitación sin golpear. Duh, es Emmett.

- Oh, te buscan – respondió con una sonrisa, cerrando la puerta tras de si. Ahí me vino el pánico. ¿Y si era cierta persona por la cual tenia una estúpida lucha interna?

Aquí vamos otra vez; Inhala, uno, dos, tres, exhala.

No te gusta.

Salí tranquilamente de mi cuarto, baje tranquilamente las escaleras; claro, obviando el hecho de que me temblaba todo, las piernas, las manos...En fin, yo iba tranquila a ver quien era la persona que 'me buscaba'. Y como iba diciendo, entre tranquilamente al living, y efectivamente había alguien que me esperaba.

Trague pesadamente, esto era el infierno.

- Tú y yo tenemos que hablar, seriamente – me dijo con esa voz de soprano que muchas veces odiaba cuando me chillaba que teníamos que cambiar mi armario. Suspire de alivio al ver a Alice parada a un costado del sofá.

- Uh, claro ¿Vamos a mi habitación? – le pregunte, sin saber que era eso tan serio, aunque. Mierda ¿Edward no se atrevería o si? Alice negó con su cabeza y se sentó en el sofá. Me acerque cuidadosamente a la pequeña, que extrañamente estaba seria.

- Esperaremos a que llegue Rose – me dijo, sin mirarme directamente. Rodé mis ojos ¿Ahora Alice estaba enfadada conmigo? Bah, todo yo, siempre yo. Asentí y tome asiento a su lado. Luego de unos minutos en silencio el timbre sonó, me levante para abrirle a Rose.

Esperaba que fuera Rose ¡Esperaba que me hubiera dicho '¡Hey Bella!, decidí ser transexual y me acabo de cambiar el sexo, ¿Qué te parece, Huh?'! pero no tenia tanta suerte. Nunca tuve suerte, hmpf.

- ¡¿Qué haces aquí? – chille, usando dos notas mas arriba de mi natural tono de voz. Edward estaba frente a la puerta con una sonrisa torcida en sus labios, y un hermoso brillo en sus orbes esmeraldas.

- ¡Vaya! Que manera de recibir a tus amigo Bella ¿Huh? – Estaba...radiante. Me empujo suavemente para adentrarse a mi casa, sin mi invitación. Yo era una estatua, una estatua de cemente que habían puesto como adorno en el umbral.

Recuerda Bella, normalidad, eso era lo que ibas a hacer; actual con total y completa normalidad enfrente de Edward. Eso era lo que me recordaba una y otra vez ¿Pero como iba a hacerlo? Debo admitir que el lo esta haciendo de lo más bien. Bien, seguiré su ejemplo.

- ¿Bella? ¡Bella! – parpadee un par de vez antes de enfocar la vista, esta si que era Rosalie. Estaba para frente a mi mirándome con una cara que decía '¿Qué rayos haces para aquí como una idiota?' sonreí levemente y me corrí para dejarla pasar – Vaya, estas mal – Ni me lo recuerdes, pensé mientras suspiraba.

- ¿Qué estas haciendo aquí? – le pregunto Rose a Edward apenas puso un pie en el living, lo miraba con el ceño fruncido. Y ahí venían mas cosas que confirmaban la teoría que en mi mente se creaba. El no pudo haberles dicho ¡No pudo!

- Eso mismo le estaba preguntando yo – agrego Alice, poniéndose de pie junto a su hermano. Claro, el estaba de lo más divertido con la situación, y yo era cual fantasma que deambulaba por la casa. Edward me miro y me guiño un ojo. Rayos, rayos, rayos.

Actúa normal Bella, actúa normal.

- Tranquilas – dijo con parsimonia – Yo solo vine por Emmett, no les quitare su preciado tiempo – agregó rodando sus ojos, mientras tomaba asiento en otro sofá. Alice y Rose posaron inmediatamente su mirada en mi.

- A tu habitación, ahora – ordeno la enana, partiendo a la escalera, seguida de Rosalie y por ultimo estaba yo.

- ¡Eh, Bella! – deje de caminar cuando Edward me llamo, trate de componer mi rostro; Vamos tu puedes, me decía a mi misma, y me voltee. Este me miraba con esa sonrisa impregnada en su rostro.

- ¿Qué? – le pregunte, agradeciendo que me saliera la estúpida vos. Edward rió suavemente y se levanto del sofá. Ahora me daría un ataque al corazón y ¡Adiós mundo cruel, adiós Bella!

- Um, ¿Estas bien? – me pregunto cuidadosamente; como temiendo mi reacción. Rodé mis ojos, estaba bien ¡Claro que lo estaba!

- Ajá – respondí sonriendo. Edward sonrió de vuelta y antes de que agregara algo a la 'amena' charla que estábamos compartiendo un chillido ensordecedor lo detuvo – Es mejor que suba. Conoces a Alice mejor que yo – Edward rió y asintió mientras caminaba devuelta a la sala.

Ves, eso había sido fácil.

- ¿Cómo es eso de que Jacob te besó? – me pregunto Alice, que iba de un lugar a otro en la habitación. Rose me miraba tratando de contener la risa. Por algún extraño motivo y que mi mente no lograba entender; Alice estaba furiosa.

- Um, eso. Salí con el, luego me dejo en el umbral y ¡Pam! Me planto un beso – respondí encogiéndome de hombros. Alice me miro con sus ojos desorbitados y Rose rodaba de la risa en el suelo.

- ¿Así? ¡Así de bruto! ¡Ese Jacob es un tonto! ¿Cómo se le ocurre besarte de esa forma? ¡Dulzura, nene, dulzura! ¡Esa es la clave! – Alice empezó a despotricar por la habitación, me contuve de contestarle 'Oh querida, no te preocupes, tu hermano me compenso con eso. Y créeme el si sabe utilizar la clave'

- ¿Eso era lo que tenían que hablar 'seriamente' conmigo? – pregunto, haciendo comillas en el aire con mis dedos. Alice me miro y asintió, Rose se paro y carraspeo, después de que se le pasara la risa por ver a Alice como cual león enjaulado.

- Jum, bueno. Yo, Rosalie Lillian Hale me entera de otra cosa, por ahí – Rose se sentó en la cama, en medio de Alice y yo, entrelazo sus dedos y los dejo sobre su regazo - ¿Es cierto que Edward se entero de que él es la lista? – Mi ser interior saltaba de felicidad ¡Ninguna de las dos sabia lo que había hecho! inconcientemente, claro.

- Oh, eso. Bueno, no lo sé – Hice una mueca de frustración con mis labios – No lo creo, o ya me lo hubiera dicho o algo – Alice asintió, al mismo tiempo que Rose.

- Queremos ver la lista – Dijeron con una sonrisita al mismo tiempo. Me gire en la cama y estire mi mano para sacar la lista del buró, justo cuando Edward y Emmett entraron a la habitación.

- Oh, cosas de chicas – dijo Emmett, incomodo, después de haber saludo a Rose con un beso. Edward me miraba con el ceño fruncido, no a mi, a la hoja que sostenía entre mis manos – Será mejor que nos vayamos – comento Emmett dando la vuelta.

- Emmett – dijo Edward. Cuando Emmett lo miro este alzo sus cejas, como indicándole que se le olvidaba algo o que se yo.

- Oh, si – Emmett sonrió abiertamente y se tiro sobre la cama. Ouch, mi cama crujió bajo el enorme cuerpo de Emmett – Bueno chicas, aquí con mí querido amigo Edward, a quien ustedes ya conocen – Rodé mis ojos – Hemos decidido hacer una noche de películas; ya que como sabrán, nuestros padres nos abandonan para salir en grupo – Cierto, nuestros padres con los Cullen y los Hale saldrían hoy por la noche – Jazz viene en camino para preparar las cosas – finalizo Emmett sonriendo.

- ¡Yay! ¡Al fin tienes un buen plan Emm! – chillo Alice recobrando su buen estado de animo – Ven grandote, esperaremos a Jazz en la sala, y me dirás que películas tienes planeado que veamos – Alice arrastro a Emmett del brazo escalera abajo.

- Vaya, si no fuera Alice probablemente...- Rose callo, y comenzó a reír.

- Probablemente la destrozarías por llevarse a Emmett...así – complete su frase a lo que ella asintió. Rose paso una mirada de Edward a mi y sonrió, ahora me di cuenta de que tenia otro parecido con Jasper, y era esa sonrisa.

- Iré a buscar a mi novio, y ver que la enanan no le este sobrecalentando su cerebrito – Rose no sonrió y desapareció de mi habitación. Dejándome a solas con Edward.

Rayos, ¿Para que demonios me hicieron sacar la lista si no la verían? y yo aún tenía la lista en mis manos.

Lentamente me pare de la cama y fui directo al cajoncito del buró, escondí la lista entre las hojas de mi libreta y lo cerré; todo esto ante la atenta mirada de Edward, que ahora se encontraba recostado en mi cama.

- Por esas casualidades, Emmett no escogió películas de niños ¿cierto? Tu sabes cuanto ama El Rey León, y llora como un bebé cada vez que muere Mufasa – Edward rió, y palmeo un costado de la cama, junto a el para que tomara asiento. Así lo hice, naturalidad ¿No?

- Mm, no – contesto – Creo que le dijo a Jasper que trajera unas de terror, ya sabes, creo que dijo algo así como – carraspeo, mientras levantaba su cabeza y la acomodaba en mi regazo, haciendo que me sonrojara como los mil demonios – 'Tu sabes Edward; Terror mas chicas, igual a más diversión. Rose se acurrucara junto a mi cada vez que una escena le de miedo y...' Bueno, no creo que quieras saber el resto – agregó, mirándome con una sonrisa en su rostro – De todas formas yo no tendré esa suerte, así que no me importa que veamos – comento restándole importancia.

- ¿Qué suerte? – le pregunte, frunciendo el ceño. Edward rió y estiro su mano, con uno de sus dedos aliso la arruga que se había formado en mi entrecejo.

- La suerte de abrazarte cuando tengas miedo – Rodó sus ojos – Tu siempre te ríes de las películas de terror – agregó, desvié la mirada para que no pudiera ver mi sonrojo.

- Son absurdas, no es mi culpa que sean así – respondí a lo que dijo. Edward suspiro y cerró sus ojos, me quede viéndolo por un momento.

No te gusta. No te gusta. No te gusta. Oh por favor, tan solo hazme caso ¡No te gusta!

- No me disculparé – soltó de repente, abriendo sus ojos que brillaban con más intensidad que antes – Porque no me arrepiento – sonrío ladinamente y yo tuve que recordar lo que había dicho anteriormente.

Es tu amigo, no te gusta.

- Claro, Bella Swan ahora esta en tu lista de chicas – bromee, rodando los ojos. Tratando de ocultar como me sentía realmente. Nerviosa, y ¡Oh Dios! Malditamente feliz, por alguna extraña razón.

- Yo no tengo una lista de chicas – replico, frunciendo el ceño – No como tu que tienes una lista – Bien Bella, era hora de centrar el tema en otra cosa.

- Será mejor que bajemos – comente, tratando de que su mente se desviara de la lista. Edward resoplo y se levanto a regañadientes. Mire el reloj que colgaba en la pared de mi pieza, las seis treinta. Nuestros padres saldrían alrededor de las ocho.

Alice estaba sentada junto a Jazz y Emmett revisando las películas que había traído; Rose se encontraba ayudando a mamá con su peinado para la cena de esta noche. Edward y yo nos acercamos a los chicos, pero estos escondieron las películas de nuestra vista.

- ¡Ey! Yo también quiero ver – les dije, cruzándome de brazos al sentirme excluida - ¡Muestren! – chille, asomándome por el hombro de Emmett para tratar de ver algo.

- Nop, es una sorpresa – dijo Alice sonriendo – Ahora, ve a hacer las palomitas con Edward, todas las cosas están en la cocina – Alice se giro y siguió hablando con los chicos sobre que era mejor: Comedia o terror.

- Ve a hacer las palomitas – remede a Alice – Como si fuera tan difícil hacer palomitas – solté enfurruñada mientras entraba a la cocina seguida de Edward.

- Lo es para Alice – comento, soltando una pequeña risita que me hizo estremecer – Cualquier cosa referente a la cocina es difícil para Alice – agregó, tomando el maíz que estaba en una bolsa sobre la encimera. Bufe, sacando una olla que estaba en el último cajón.

- ¿Maíz? ¿No podía Jazz simplemente comprara esas bolsas instantáneas? – Pregunte, mirando los pequeños granitos – Claro, mas trabajo para la pobre de Bella – suspire teatralmente, echando una porción de maíz a la olla y cierta cantidad de azúcar; cubriéndola bien para que no saltaran las palomitas a todas partes.

- Ahora a esperar – dijo Edward, apoyando su espalda a la encimera, junto a mí.

Estuvimos todo el rato en silencio, lo único que se sentía era el sonido del maíz convirtiéndose en palomitas 'Pop, pop, pop' sonaba cada dos por tres. Edward movida sus dedos intranquilamente sobre la encimera, y yo estaba demasiado perdida viendo una mancha en el techo de la cocina, tendría que limpiarla luego.

¡Oh! ¿A quien quiero engañar?

Estaba aterrada.

Se preguntaran, ¿Por qué estas aterrada Bella?

Y eso, era lo más simple.

Edward, el mismo Edward que esta a mi lado, es mi mejor amigo; Y no se supone que yo sienta ciertos tipos de cosas por el, porque como dije anteriormente y valga la redundancia, es mi amigo. Pero no puedo evitar las malditas abejas; si, abejas, porque no son maripositas ¡Son abejas!; como decía, no puedo evitar que las abejas comiencen a zumbar de un lado a otro en mi estomago, cada vez que mi amigo esta cerca; No puedo evitar que las manos me suden asquerosamente cada vez que mi amigo sonríe; Y no puedo evitar sentir mi cuerpo desfallecer cada vez que mi querido amigo dice una insignificante palabra con esa exquisita voz que tiene.

¿Oh rayos, enserio acabo de decir eso?

Pero bueno, obviando todas esas cosas que dije anteriormente; omitiendo seria lo correcto, no me gusta ni nada, porque es mi amigo.

- Están listas Bella – la voz de Edward me llego desde la lejanía, trate de comportarme normal; como lo venia haciendo, y sacar las cosas que habían venido rápidamente a mi retorcida mente.

Dimos vuelta la olla con las palomitas en un recipiente que saque del cajón ¡Renée coleccionaba este tipo de cosas! Era impresionante la cantidad de recipientes que había. Edward revolvió las palomitas para que no quedaran pegadas entre si, y se hecho una a la boca.

- Aa – me dijo, sosteniendo una palomita en su mano – Vamos, abre la boca. ¡Aa! – Mis mejillas se colorearon, abrí mi boca y rodé mis ojos. Edward soplo la palomita y la metió en mi boca. Sonrió torcidamente – Deliciosas ¿no? – me pregunto, tomando el recipiente en sus manos. Yo solo asentí.


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- ¡Nos vemos cariños! – Mamá y Esme chillaron desde la puerta. Esme había venido junto a Carlisle en búsqueda de mis padres, y así pasarían a buscar a Lillian y William, los padres de Rosalie y Jasper, para llegar finalmente a su destinado. Oh, destino que era desconocido para todos nosotros.

- Chicos – ese era Charlie – Cuiden de nuestras princesas – Rodé mis ojos cuando Charlie hizo un gesto de vigilancia con sus dedos.

- ¡Señor, si señor! – Conteste Emmett poniéndose de pie súbitamente y haciendo un saludo militar. Charlie y Carlisle rieron antes de salir tras sus mujeres.

Emmett se giro donde nos encontrábamos todos amontonados en los sofás, frente al televisor. El idiota de mi hermano tenía una expresión escalofriante en su rostro, froto sus manos de forma 'macabra' antes de hablar con un tono de voz más grueso que el de costumbre.

- Bienvenidos a la maratón del terror – dijo, agregando una de esas risas que utilizan los malos de las películas. Aunque al pobre le sonó más como la risa de Cerebro, el chico que salía en El laboratorio de Dexter (1)

- Bien Emmett, toma asiento – le dijo Alice, moviendo su mano varias veces para restarle importancia a lo que había dicho el grandulón – Nuestros chicos aquí – la enana me apunto a mi y luego a Edward – Hicieron palomitas ¿Qué lindo, no? Bueno, así que es hora de que vayan acomodándose ¡Ey! ¡Ese puesto es mío y de Jazzy! – Chillo Alice cuando Emmett y Rose se tomaron la frazada que estaba en el suelo.

Alice y Jasper ocuparon el sofá pequeño, eso me dejaba a mi y a Edward en el sofá grande. Bien, fácilmente podía sentarme al otro extremo y ni siquiera tocarlo. Agh, Bella, normalidad. Rose tomo la película entre sus manos y la puso en el DVD, así fue como empezó 'El Orfanato', lo admito, no estaba tan mala; pero en realidad lo único que hacía era comer palomitas. A la segunda película me estire a lo largo del sofá, Edward me imito y se estiro frente a mi.

Jo. Como decía 'normalidad'

Las primeras imágenes de la película 'Arrástrame al infierno' se hicieron presente en la pantalla...luego de unos minutos no pude aguantar más y rompí en risas ¡Dios! ¿Un maldito trapo asesino? ¡Que diablos! Los chicos me mandaron a callar, y yo trate con todas mis fuerzas de olvidar de aquella escena.

Unas dos películas más, unos cuantos chillidos por parte de Alice, Rose y Emmett; y claro, unas sonrisas picaras de Emmett cuando Rose se acurruco junto a el y se cubrió los ojos. Bueno, todo eso e incluso más fue suficiente para que quedaran exhaustos, y a la mitad de 'Silent Hill' todos dormían en la sala.

Todos excepto yo.

Y lo que venia negando desde principio de este día, o tal vez desde incluso más atrás. Bueno, todos mis intentos por negarlo se fueron a la basura, todos; Y solo por el simple de hecho de verlo aquí junto a mi, tendido a lo largo del sofá, con sus ojos cerrados, su respiración acompasada, con su cabello mas alborotado que de costumbre, y esos pequeños suspiros que soltaba mientras trataba de encontrar una posición cómoda en el sofá. Todo eso fue más que suficiente para que me dejara de babosadas.

- ¡Oh Dios Mio! ¿M-me gusta? – murmure bajo mi aliento, sin que nadie me escuchara; ya que todos dormían placidamente. Mis ojos abiertos de dos en dos y mi mano cubriendo mi boca por la temida realidad que había salido finalmente a la luz.

Mierda.

Jo, definitivamente Bella no te gusta, para nada «Nótese el maldito sarcasmo que estaba usando».

Esto se merecía una página entera de mi diario. Um, claro; si tuviera uno. Gracias al cielo había progresado algo en mi etapa de negación.

Un gran paso para mi.


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(1) Caricatura que trata sobre un pequeño niño genio llamado Dexter que tiene su propio laboratorio, y hace sus grandes y propios inventos, los cuales son la causa de sus aventuras :B



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- Waa, estoy actualizando rápido XD! Espero les guste, Bells ya se dio cuenta de que le gustaba Edward, pero ella lo acepto solo para ella; bueno en cierto modo 'lo acepto' XD, de aquí a que lo haga todo un hecho, Dios, esta chica es terca XD! O, y ahora lo de la lista se le comenzara a complicar un poco. Cuando te gusta alguien es realmente difícil que le encuentres algo mal ¿no? :D Contestando una pregunta, Jacob no será malo porque quiere XD si me explico, a el le gusta Bella, es inevitable que haga ciertas cosas :B Bueno como siempre ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb