9 de agosto de 2010

Capitulo 9: Cuando calienta el sol.

Sol, playa y arena.

¿El mar azul? Sip, el mar azul de La Push.

Después de una mañana estresante en el colegio, habíamos decidido saltarnos las clases de la tarde. No había nada importante como para que nos castigaran o algo. Además el sol que hacia era realmente hermoso, pero quemaba a horrores, Alice dio la idea de que viniéramos a la playa; es mas, ya lo tenia planeado de la noche anterior. A pesar de yo no tuviera ganas y que me quedaran simplemente dieciocho días para terminar la lista, acepte venir. Para despejarme un poco, creo.

Lo que no me hizo mucha gracia fue que Edward trajera a una chica, ¿Celos? Por Dios, es ridículo. No la soportaba, era una mas de las seguidoras de Lauren y del club de fans de Edward. Además, se suponía que éramos solo nosotros seis; en fin, no le comente a nadie esto, jo, no quería ser el punto de las bromas. Y estaba segura de que clase de bromas serian.

- ¡Vamos Bells! Vamos a bañarnos ¿Si? – Alice chillaba mientras saltaba en la arena, llevaba un bikini violeta que le quedaba hermoso – Anda, di que si ¿si? – pero podía ponerse muy irritante la duende.

- Voy luego – fue mi simple respuesta, mientras me estiraba sobre la toalla boca abajo, no estaba con ganas de playa ni nada de eso. Aunque fuero el único día soleado en Forks.

Hmpf, aun no podía olvidar mi salida con Jacob el día de ayer.

Bueno, no la salida en si, si no lo que hizo Jake cuando me dejo en la puerta de mi casa. ¡Ah! Lo único que pedía al cielo y cualquier ayuda divina que se quisiera apiadar de mi era que Jacob no se apareciera ahora por estos lugares...

Flash Back

Pizza ¡Me encanta la pizza!

Como le había prometido a Jake, hoy era nuestra salida. Me daba una risa enorme que estos dos se pelearan por mi compañía como si yo fuera la gran cosa; enserio, eran unos exagerados. En fin, Jake vino a buscarme alrededor de la siete treinta, nos montamos en su motocicleta y ¡Wow! Fue de lo más genial, llegamos a un pequeño puestito en Port Ángeles de pizzas, eran realmente deliciosas.

Todo iba bien hasta ahí, hablamos de todo y de nada; de cómo le había ido en su viaje, la razón de su regreso. Oh, eso, fue una cosa que omitió. Como dije, la pobre e ilusa de Isabella Swan pensaba que todo iba perfecto.

Lo incomodo fue cuando llegamos al umbral de mi casa.

- ¡Tu! ¡Oh, Jake! ¿Crees que si me consigo alguna motocicleta la podrías arreglar para mí? – le pregunte esperanzada. No era fan de la velocidad porque estaba acostumbrada al cacharro que papá me había dado. ¡Montar en la motocicleta de Jake había sido toda una experiencia!

- ¡Por supuesto Bells! Hare lo que quieras – me contesto, con una de sus características sonrisas.

- Uh, me la pase muy bien Jake – le dije dándole un abrazo de despedida, se estaba haciendo tarde – Nos vemos – me gire para subir por las escaleras que daban a la puerta principal, pero la mano de Jake sobre mi brazo me impidió seguir avanzando. Me gire y lo mire confundida.

Oh rayos, ese había sido mi maldito error.

Sin previo aviso, sin que algo se apiadara de mi y me avisara ¡Sin tener idea de lo que este estúpido iba a hacer! Yo, como la gran idiota que soy, me quede completamente de piedra cuando los feroces labios de Jake se estrellaron salvajemente contra los míos ¡Jo! ¡Por lo menos hubiera sido un poco más condescendiente! ¡Para que demonios tan rudo! Y lo peor era que yo no podía moverme, mis ojos abiertos de dos en dos ¡Ni siquiera hacia nada para separarlo de mí! Estaba en completo shock ¿Cuándo demonios iba a pensar que el idiota de Jacob iba a hacer esto? mi cabeza pensaba a mil y llegue a la única conclusión de que este mundo estaba cada vez más loco. A los segundos luego del atrevimiento de Jake, este se separo y me dedico una sonrisa coqueta.

Me estremecí.

- Nos vemos Bells – fue lo último que escuche de sus labios antes de que diera la vuelta y desapareciera en su motocicleta. Parpadee un par de veces antes de entrar a la casa, apoyarme contra la pared y resbalar hasta quedar sentada en el suelo, más blanca que la harina.

¿Por qué estas cosas tenían que pasarme justamente a mí?

Fin Flash Back

Y no, tampoco tenía ánimos de meterme al agua donde se encontraban todos, incluido Edward y esa chiquilla de la clase de gimnasia ¿Charlotte? Creo que si. Me quedaría tranquilamente bajo el sol, tratando de pasar el rato, sin molestar a nadie.

Porque si no lo sabían, la tentación de molestar a alguien en particular se encontraba ahí.

- Bella – una suave voz me llamo, me gire y vi a Charlotte parada junto a mi - ¿sabes donde están los refrescos? – me pregunto tímidamente. Ja, yo no le creía eso.

- Ahí – dije apuntando el cooler que estaba mi otro lado. Sentí a Charlotte moverse y abrir el cooler para sacar refrescos.

- Uh, ¿Bella? – Ya me estaba cabreando un poco, solo un poco. Me gire y la mire con un intento de sonrisa.

- ¿Si? – respondí a mi llamado, amigablemente.

- Uh, Alice dice que vayas a jugar a la pelota – me informo, sonriendo tenuemente. Volví a quedar boca abajo y bufe.

- ¿Por qué te demoras tanto? – Edward al rescate de su damisela - ¿Bella te esta molestando? – Le pregunto, enfadado conmigo, creo ¡Ey! ¿Quién creía que era yo?

- No, no – comenzó a decir la chica mientras soltaba pequeñas risitas nerviosas – Solo le estaba diciendo a Bella lo que Alice me dijo – agrego con voz dulce.

- Mhm, bueno, de Bella se puede esperar cualquier cosa – comento Edward con tono burlón.

Me dejaron sola nuevamente luego de una larga y melosa plática entre los dos, enserio ¿Por qué tenia que ser justo donde estaba yo cuando se comenzaban a decir 'ciertas' cosas que no eran de mi total agrado? La chica soltaba cada vez una risita nerviosa, y Edward le habla con ese tono seductor que las hacia caer, a casi todas.

- ¡Ey, Bella! – Emmett venia corriendo hacia a mi al estilo salvavidas, lo más lento que podía para que la gente se fijara detenidamente en su físico. Idiota, aquí no había nadie aparte de nosotros.

- ¡Emmett! – chille cuando este llego a mi lado y se comenzó a sacudirse como perrito, haciendo que las gotas de agua que estaban en su cuerpo dieran con el mío. Sonrío mientras se sentaba a mi lado.

- Vamos a bañarnos ¿si? – me pregunto, haciendo resaltar su labio inferior. Negué con mi cabeza y Emmett hizo su puchero mas pronunciado. Insisto, ¿Por qué a mi?

- Tengo que sacarme la ropa – conteste con cansancio. Emmett aplaudió feliz de que me había convencido ¿Cómo no? ¡Era igual a uno de esos anuncios de animalitos en peligro de extinción!

Me saque la polera que llevaba junto al short, los deje sobre la toalla y acomode bien el bikini de color marrón que Alice me había dado, revisando que todo estuviera en su lugar y no ocurriera un accidente. Oh, porque yo era realmente buena para atraer los accidentes.

- Bien, Emm estoy...- Y mi cavernícola hermano me tomo de la cintura y me tiro sobre su hombro cual saco de papas fuera yo - ¡Emmett Swan bájame en este instante! – grite mientras pataleaba. Emmett reía divertido, y cada vez nos acercábamos más y más a la cristalina agua.

¡Splash!

- ¡Bella al agua! – grito a mi lado cuando me arrojo al agua, tomándose su estomago de tanto reírse – Te lo dije enana, yo podría traerla – le dijo a Alice socarronamente, haciendo una mueca con sus labios. Bufe, cuando trataba de poner en pie, pero las pequeñas olas me lo impedían.

- ¡Bella ven a jugar! – Rose agitaba la pelota de playa sobre su cabeza, con sus movimientos tan exagerados casi le ocurre un accidente con la parte superior de su bikini rojo.

- No quiero – dije enfurruñada. Los chicos bufaron y siguieron en lo suyo. Mi vista estaba en Edward y Charlotte quienes jugaban alegremente con el agua. Hmpf, idiotas también.

Me levante de donde me había tirado Emmett y camine a la orilla de la playa.

- ¡Rayos! – grite enfurruñada chapoteando con el agua, me quede sentada en la orilla y me cruce de brazos. Jasper llego a mi lado y me tendió su mano, el chico mordía su labio para no reír – Oh, ríete, no es como si nunca lo hubieras hecho – Jasper me miro haciéndose el ofendido - ¡Y no me mires así Jazz y ayúdame! – rió y tomo mi mano para ayudarme a levantar.

- Bella – Jazz me llamo y me hizo una seña para que me acercara a el, así lo hice - ¿Qué sucedió con Jacob? – me preguntó en un bajo volumen de voz. Me tense.

¡¿Cómo demonios el sabia eso?

Tierra trágame, ahora, ya.

- ¿Eh? Uh, bueno...nada – conteste, riendo nerviosamente - ¿Qué iba a pasar con Jacob? – pregunte devuelta, Jasper me miraba con una chispa de intuición en sus azulinos ojos. Y yo me sentí vulnerable ante la mirada de mi perceptivo amigo ¡Agh! ¿Por qué?

- ¿Enserio quieres que responda eso? – replico con una sonrisa picara bailando en sus labios – Porque yo se muchas cosas Bella, muchas cosas – agrego con tono misterioso.

- Te estas pareciendo a Alice – comente, sin que la tensión se alejara de mi ¡Solo rogaba porque no supiera nada!

- Um, bueno – rió descaradamente y paso por mi lado – Tal vez yo no sepa exactamente lo que pasó – me dijo, en ese tono de voz que estaba empezando a odiar – Pero si se de alguien que estuvo a punto de...solo se que alguien sabe todo lo que paso – me dijo, sugestivamente cuando pronuncio la palabra 'todo'

- ¡Pero si no paso nada! – chille histérica de que pensara que yo y Jake...no, por favor no - ¡El fue quien me...-me cubrí la boca en un dos por tres, Jazz me miraba con sus ojos entrecerrados.

- ¿El fue quien te... que? – me interrogo, para que siguiera la frase que había dejado inconclusa. Jasper, te odio, pensé.

- Si te digo le dirás a Alice – le dije – Si le dices a Alice, ella le dirá a Rose, Rose a Emmett y así sucesivamente. En otras palabras todo el mundo sabrá que Jacob me beso y yo...- Rayos, golpee mi frente con la palma de mi mano repetidas veces por ser tan estúpida.

- ¿Te beso? – me pregunto Jasper, desconcertado. Asentí completamente avergonzada – Bueno, es mas rápido que el idiota de...- Jasper interrumpió lo que iba a decir y me miro cuidadosamente - ¿Le correspondiste? – me pregunto. Ahora quería morir.

- ¡¿Estas loco? ¡Es Jacob por todo lo santo! Es, hmpf, el idiota de Jacob – me cruce de brazos ante la estúpida pregunta que me había hecho el rubiecito – Mira Ricitos de Oro, si alguien se entera de esto te mato ¡Juro que si! – Jazz me miraba con los ojos entrecerrados.

- Trato, si nunca más en tu vida me dices Ricitos de Oro – agregó, estirando su mano. La tome y nos dimos un apretón – Ahora, vamos donde están los demás – resople caminando a su lado - ¿Qué? – me pregunto.

- No me gusta Charlotte – conteste, frunciendo mis labios. Jasper me miro con un brillo de picardía en sus ojos, yo rodé los míos - ¿Qué? ¿Me preguntaras si me gusta Edward ahora? – Pregunte sarcásticamente – Mi respuesta es no, Jasper, simplemente no paso a la chica – dije encogiéndome de hombros.

- Ni siquiera has hablado con ella – agregó divertido.

- Ni tengo que hacerlo para darme cuenta de cómo es – respondí. Nos adentramos un poco más, las olas se habían calmado y el agua estaba quieta, caminabas y caminabas; y el agua ni siquiera te tapaba el ombligo. Alice juzgaba con Emmett y Rose a la pelota, Edward y la chica estaban haciendo que se yo en no se donde.

- Y dime Bells, ¿Cómo es? – me pregunto, cuando nos detuvimos y nos pusimos a ver como jugaban los chicos. Me encogí de hombros, cuando la parejita apareció, desvíe mi atención a Jasper y comencé a jugar con el agua entre mis dedos.

- Otra más del clan, ya sabes, 'Edward el Rey de Reyes' – sonreí. Jasper rió abiertamente, guiando las miradas de los otros hacia donde nos encontrábamos. Golpee ligeramente sus costillas con mi codo para que dejara de reír, cosa que no ayudo.

Es más, Jazz comenzó a reír incluso más fuerte. Las lágrimas salían de sus ojos y yo estaba segura de que su barriga debía dolerle horrores, hasta que entre risas soltó.

- Oh Bella, tienes tan mala suerte – risa - ¿A que no adivinas quien viene hacia nosotros? – agrego, limpiándose una lagrima y tratando de parar su risa. Mire por sobre mi hombro para ver a mi pesadilla del momento.

- ¿Crees que si me sumerjo en el agua, uh, se vaya? – le pregunte a Jazz, tratando de esconderme tras su espalda. Jasper soltó una pequeña risa y negó con su cabeza. Gemí.

- ¡Mira Bella, tu amigo! ¿Por qué no vas a saludarlo? – dijo Edward con falsa alegría, acercándose a Jasper y a mi, con Charlotte tomada de su mano.

- ¡Oh si, mírame como voy corriendo a saludarlo con un beso en...- rayos, de nuevo hable de mas. Edward gruño y frunció el ceño, rodé mis ojos.

- No seria la primera vez ¿no? – espetó destilando veneno ¡Oh! ¿Qué demonios le pasaba a el ahora?

- Claro, no seria la primera vez – respondí encogiéndome de hombros y mirando de reojo a Edward, a quien le cambio su semblante y se fue cuando Jake ya estaba a solo unos pasos de nosotros.

- Hey – saludo, con un gesto de cabeza a Jasper y un beso en el dorso de mi mano. Mierda, esto era tan incomodo ¿Cómo le decías a un amigo 'Ey, lo siento, pero solo eres mi amigo' sin dañar la amistad? Hum, detestaba que no hubiera libro donde te enseñaran estas cosas.

- Hey – saludamos Jazz y yo a la vez. Jasper me miro, y luego miro a Jacob y ¡Bam! Una enorme sonrisa se poso en sus labios, era tan grande como la de Alice cuando había alguna oferta en el centro comercial.

- Bueno, iré a jugar con los chicos, creo que mi querida Alice necesita mí ayuda – Trate de transmitirle con mis ojos a Jasper que no fuera un maldito imbécil y se quedara a aquí conmigo ¡Se que capto el mensaje! Pero solo me guiño un ojo y partió donde estaban los otros espectadores.

Y ahí comenzó el silencio más incomodo de mi vida. Hasta que Jake lo rompio.

- Te ves...hermosa – comento, sonrojándose instantáneamente ¡Oh Dios! ¿Qué sucede con el mundo? Mis mejillas se calentaron sin previo aviso y baje la mirada. Era tan malditamente incomodo todo esto.

- Um, ¿Gracias? – fue mi respuesta. Un bufido se escucho de donde estaban los chicos, mas no le preste atención.

- Bella, yo...- Jacob paso una de sus manos por su, ahora, corto cabello; nervioso. Yo no hacia más que jugar con el agua entre mis dedos. Uh ¿Si? Esto era genial, hmpf.

- ¿Quieres ir a dar un paseo? – pregunte precipitadamente antes de que siguiera hablando. Cualquier cosa que me quisiera decir que lo hiciera lejos de los chismosos que están tras nosotros. Jacob asintió y dio media vuelta para salir del agua, yo lo seguía desde atrás.

Justo cuando el agua ya estaba a la altura de mis tobillos escuche un ensordecedor chillido, más bien dos.

Jasper es un bocaza, pensé.

- Lo siento – soltó Jake de repente, sobresaltándome un poco. Estábamos ya más lejos de la playa, en una parte donde había unas grandes rocas. No me esperaba eso – Yo...no se que me paso – agregó, apoyándose contra una de las rocas, yo me quede frente a él – Si, te quiero – sentenció, mirándome directamente con sus oscuros ojos – Como algo mas que un amigo ¿Es eso malo? – trague pesadamente.

- Jake, yo – suspire, y comencé a jugar con la arena entremedio de los dedos de mis pies – No sé, tu eres mi amigo, yo te quiero como un amigo – hice una mueca con mis labios – Lo siento – agregue, tratando de aligerar el ambiente – Oh, y no debiste hacer eso – le dije, frunciendo el ceño. Jake sonrió.

- Oh vamos, si te gusto aunque sea un poquito – contesto con tono bromista, golpee ligeramente su hombro y luego reímos - ¿Seguimos siendo amigos? – me pregunto, sonriendo calidamente. Rodé mis ojos y lo abracé – Pero no dejare que Cullen se quede contigo ¿Esta bien? – me dijo, mientras correspondía el abrazo. Oh Dios.

- No se porque demonios todo el mundo mete a Edward ¡Tu lo viste! ¡Esta feliz con esa chica! – Chille enfurruñada – Además, algo importante, el es mi amigo, como tu, Jazz y, no Emm es mi hermano – agregue pensativa. Jake rió y desordenado mi cabello.

- Lo que digas Bells, el problema es que tal vez deberías usar gafas ¡Eres tan malditamente ciega! – Grito, rodando sus ojos – Ahora vuelve con los chicos, debo seguir buscando lo que vine a buscar – frunció el ceño mientras pensaba.

- ¿Qué? – le pregunte, mirándolo con el ceño fruncido también.

- No recuerdo que demonios era, pero Billy me lo pidió – chasqueo la lengua – De todos modo, luego lo recordare – beso mi mejilla y se fue camino al bosque - ¡Adiós Bells! – grito cuando se perdió entre los árboles.

Suspire, ¡Había sido más fácil de lo que pensaba! Bueno, Jake era Jake después de todo. Me apoye en la piedra donde estaba Jacob antes de que se fuera, y me quede ahí un momento, pensando, tal vez. Pensaba mucho últimamente.

- Pareces un tomate, un gran y rojo tomate – La voz de Edward me tomo por sorpresa, haciendo que diera un pequeño brinco.

- ¿Qué haces aquí? – le pregunte, confundida cuando se acercaba a mi - ¿Dónde esta Charlotte? – pregunte nuevamente, alzándome en la punta de mis pies para ver si la chica venia tras el. Nada.

- Se fue – dijo encogiéndose de hombros, restándole importancia mientras se ponía junto a mi en la roca - ¿Y Black? – me pregunto, mirando un punto fijo frente a el.

- Se fue – le conteste del mismo modo, encogiéndome de hombros – Debía encontrar algo para Billy – me agache y tome arena entre mis manos, para jugar con ella.

- ¿Son novios? – me pregunto, con su voz mas ronca. Lo mire alzando una ceja, gesto que no vio ya que estaba mirando a todos lados menos a mí.

- ¿Y a ti que? – pregunte rodando mis ojos, mirándolo de soslayo. Edward se tenso y apretó su mandíbula fuertemente. Y yo no sabia porque diablos le respondía de su manera ¿Tal vez quería ver su reacción? Espera, ¿Reacción a que?

- Te besó – no fue una pregunta, una afirmación. Me sonroje sin poder evitarlo. Edward soltó una sarta de idioteces bajo su aliento – Realmente te besó – agrego en un murmullo, como si no lo creyera.

- Edward, que...- abrí mis ojos desmesuradamente cuando lo tuve frente a mí sin previo aviso. Trague ¿Qué les sucedía a estos dos? Edward puso cada mano a un costado de mi cabeza y se fue acercando lentamente a mí.

Otra vez no.

Cerré mis ojos fuertemente, estaba paralizada ¿Era la semana de los besos o que? Podía sentir el aliento de Edward golpear tenuemente con mis labios, y de un momento a otro tenia los labios de Edward sobre los míos, el los besaba dulcemente.

Lo peor no fue eso.

Tampoco fue que se sentía bien tener sus labios sobre los míos.

Y menos comparar lo dulce que era Edward con lo salvaje que fue Jacob.

O como su mano acariciaba mi mejilla tiernamente, haciendo que esta sonrojara y miles de descargas eléctricas recorrieran mi espina dorsal.

No.

Definitivamente lo peor fue cuando rodee su cuello con mis brazos y lo atraje más a mí.

Pero lo que sobrepaso el limite fue que yo correspondí el beso, sin tener idea de porque lo hacia.


--------------------------------------------------------------------------------

- Otro capitulo :D espero les guste :O aquí no hay imperfección porque me la guarde para el próximo capitulo XD! Ya se pueden ir dando cuenta que Bella, um, esta cayendo lentamente ante Edward afadfa :D Eso de que si Edward sabe sobre la lista o no, se sabrá más adelante y como siempre les digo PACIENCIA CHICAS :B! Y eso, como siempre ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

Rareza

Yo, al igual que muchas personas, no me concidero normal. Puedo decir que soy rara porque no soy igual, o no tengo muchos gustos similares a las personas que me rodean. Mas, he encontrado a muchas personas que me comprenden, lo que me hace saber que; la loca no soy yo. A veces estoy feliz y quiero hacer de todo. Otras estoy aburrida y no quiero hacer nada para entretenerme. Otras estoy triste y no quiero hacer nada de nada ni para nada porque no me dan ganas de hacer nada. También, en ocasiones, tengo ganas de gritar hasta quedarme afónica; por rabia o por felicidad, o simple frustración, la cual, realmente, no es simple. Y a veces quiero escribir y no tengo donde o; no se ni que escribir. He desperdiciado tantas hojas blancas tipo carta tratando de descubrir que es lo que quiero escribir. Y casi siempre termino haciendo lo mismo; escribir nombres que me gustan o, hacer una lista de cosas que quisiera hacer. Hacer paracaidismo siempre esta en esas listas. Puedo y no puedo decir que soy rara. Puedo hacerlo porque no tengo los mismos gustos de las personas con las que normalmente estoy. Y no puedo porque, honestamente, ¿quien conoce a alguien 100% normal? Si nadie conoce a alguien así, entonces no existe. Quizá si lo haya, pero no nos damos cuenta porque no hace las mismas rarezas que nosotros y, al igual que al resto, decimos que es raro.

Quizá, a estas alturas, lo normal sea raro y lo raro sea normal.