22 de julio de 2010

Fic

He estado pensando. Pensé que, como había publicado -estoy publicando- el Fanfic Lista de Imperfecciones, podía también, luego de acabarlo, pedir nuevamente permiso a su autora y publicar otro. Pero decidí que no. Tengo 26 entradas hechas, de las cuales el fic ocupa 8 y llevo 4 de las reseñas de los libros de C. S. Lewis. Son 7. Si publicara otro fic, entonces ya no seria mi blog sino que seria un blog donde se publican fic's. Quiza si llegue a publicar otro, pero mas adelante y dependiendo de las entradas que lleve hechas. También estuve pensando en que no voy a actualizar tan constantemente porque, al fin y al cabo, esto es para mi. Si alguien quisiera leerlo, es libre de hacerlo, pero como yo se que nadie lo hace, no tengo ninguna responsabilidad ni compromiso con nadie, por lo cual, puedo actualizar cuando yo quiera, lo que yo quiera.

Capitulo 8: Yo tengo celos, tengo celos.

Tú y yo saldremos mañana, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra.

Ok, esa oración aún daba vueltas y vueltas en mi cabeza.

Estaba en la clase de Biología ¿Adivinen quien se sienta justo a mi lado? Ajá, Edward. Pero el chico que estaba a mi lado no era Edward, no hoy; No, era Mister Simpatía «sarcasmo, sarcasmo, sarcasmo» Le dabas una sola mirada y te ladraba como un perro rabioso. Jo, y quería que saliera con el en la tarde ¿Se había vuelto loco? O ¿Acaso ya no tenia mas citas con las chicas 'Edward Oh Todopoderoso'? Hmpf, como si eso fuera posible.

La clase de biología fue...tediosa. Mi mirada se mantuvo en el profesor a toda hora, y no era algo que me gustara, pero ni siquiera me atrevía a mirar a mi querido compañero de banco, así que mejor me dedique a hacer garabatos en mi cuaderno, y a pensar. Sí, no le estaba haciendo caso a la abuela Marie.

Solo dile a Jacob que se pudra...

Wow. Esperen, ahora que lo pienso ¿Qué demonios tiene que ver Jake en esto? ¡Ni siquiera lo he visto desde el día en que lo eché, amablemente, de casa! Edward tenía serios problemas ¡Esos celos enfermizos me volvían loca! Y eso que solo eran celos de amigo, ¿Se imaginan y...? Oh, no por favor no, deja de pensar estupideces.

Volviendo a lo anterior, no me sentía con el valor de enfrentarlo cuando se encontraba en ese estado. Biología termino sin que me diera cuenta, Mister Simpatía salio como alma que lleva el diablo de la sala de clases, asombrando a todos y haciendo que una ronda de cuchicheos empezara.

Por mi parte, tome mis libros y los guarde tranquilamente, luego comencé a arreglar el desorden que había hecho con las hojas en las que había estado garabateando...cosas sin sentido, tenían que ser sin sentido.

Edward, idiota, tonto, bobo, lindo, dulce, idiota, idiota.

Eh, si. Realmente eran cosas sin sentido. Forme una bola con el papel y lo metí en el fondo de mi mochila.

- Uh, ¿Bella? – esa voz nasal la conocería de aquí a la china. Me voltee para encontrarme con una curiosa Jessica; dios, que novedad, curiosa.

- ¿Si? – respondí, cerrando mi mochila y poniéndome de pie, dejándola colgar desde mi hombro derecho. Jessica me miraba con cautela, como esperando encontrara algo en mi o que le saltara encima y desordenara su 'lustroso' cabello teñido de color rubio.

- ¿Qué le sucede a Edward? – me pregunto, con la preocupación tangible en su voz ¿Y además se preocupan por el? Mire por sobre su hombro y vi a las fans de Edward mirando en nuestra dirección, cuchicheando entre ellas.

- No lo sé – dije pasando por su lado mientras me encogía de hombros ¿Por qué debía saberlo? Eres su amiga idiota, pensé. Vaya, que buena amiga estaba siendo últimamente.

- Te quedan veinte días Bella – me recordó Lauren, sonriendo altaneramente. Me gire con un suspiro y le sonreí lo más falsamente que pude antes de hablar.

- ¿Sabes? – me acerque a ella, solo quede a unos centímetros de distancia – Ahora mismo, pienso ¿Para que hago todo esto? Al fin de cuentas, seguirán babeando por Edward ¡Tenga mil y un defectos! – Las chicas soltaron un pequeño gemido cuando me altere ¡Solo me altere un poco! Lauren bufo.

- ¿No me digas que te estas arrepintiendo del juego Bella? No sabia que eras una gallina que no podía con una simple propuesta – Levante una ceja en conjunto con mi barbilla. A mi nadie me llamaba gallina.

- En ningún momento dije que no seguiría con el estúpido juego – Me di media vuelta y salí del salón con la frente en alto.

Hum, pero tenían que seguir con su estúpida escenita.

- Gracias – susurro Kate a mi oído, no me voltee y me quede varada ahí – Por sugerirle a Edward que nos revolcáramos en la parte trasera de su auto – Sentí el repiqueteo que hacían sus tacones con la baldosa mientras se alejaba.

Nuevamente dolió ahí.

Lo peor de esto era que no tenia idea de porque dolía.

Se supone que el corazón es un músculo que bombea la sangre a través del cuerpo; las emociones están vinculadas con el cerebro, así que; No dolía, tenia que ser mi imaginación, era mi imaginación.

Jo. Creo que las malas vibras se pegan, o algo por el estilo, ahora fácilmente le podía hacer la competencia a Edward sobre quien tiene el mejor estado de animo. Iba saliendo por la puerta principal del establecimiento cuando caí en la cuenta de que había un enorme tumulto de gente, quienes formaban un círculo. Unas voces demasiado conocidas para ser verdad, rugían a todo volumen.

Suspire mientras me acercaba al mismísimo infierno.

- Black, ella no ira contigo a ninguna parte. Ya te lo dije – Edward estaba cruzado de brazos, mirando a Jacob con rabia contenida. Jacob sonreía, siempre lo hacia.

- ¿Por qué no paras con tus celos Edward? Ella no te pertenece, entiéndelo – Edward comenzó a maldecir entre dientes, mientras se acercaba un paso más a Jacob.

- Yo no estoy...celoso ¡No saldrás con ella y punto! – gruño, con la furia palpable en su tono de voz.

- Porque no dejamos que ella lo diga ¿Si? – Suspire y me di paso entre la gente, tome lugar entre los dos trogloditas que se peleaban como dos críos. Suspire antes de mirarlos atentamente.

- Jacob, lo siento, Edward ya me había, uh, ¿invitado a salir? Si, eso – La sonrisa de Jacob decayó y Edward lo miraba victorioso – Mañana podemos hacer algo ¿Te parece? – le pregunte a mi amigo que se volvió a poner de buen animo en un abrir y cerrar de ojos.

- Trato hecho – me dijo, dándome un fuerte abrazo.

- Y ustedes ¡¿Por qué demonios no se van a sus casas? – chille a la gente que observaba a nuestro alrededor. Rápidamente se fue dispersando el círculo, hasta que quedamos solo los tres. Suspire.

- Bien, Bella será mejor que nos vayamos – ignore a Edward y me acerque a Jacob, para despedirme de el, le di un beso en su mejilla y fui directo al monovolumen.

- ¡Paso por ti a las ocho! – Bufe, me comí las ganas de gritarle un 'como quieras'

Llegué a casa, donde extrañamente me esperaban Rose y Alice al pie de la escalera, estacione mi camioneta a un costado de la acera y baje, frunciendo el ceño ¿Qué querían? Alice y Rose tenían una sonrisa, gigantesca; les temí por un momento, era como si se hubieran ganado la lotería, o algo mejor.

- ¡Bella! – chillo Rose, con un tono de voz demasiado dulce.

- ¡Gracias al cielo llegaste! – anuncio Alice con demasiada dramatización.

Algo se tramaban las dos, de eso estaba completamente segura.

- Uh, ¿Qué? – les pregunte, mirándolas sospechosamente. Alice y Rose soltaron una pequeña risita y me obligaron a entrar a mi propia casa ¡A mi propia casa!

- Bueno, un pajarito nos contó que tendrás una cita con Edward – Oh, quería morir en ese momento ¿Quién demonios había dicho que era una cita? Mire a Alice como si estuviera loca por lo que acababa de decir, tal vez yo había escuchado mal.

- ¿Perdón? – pregunte, desconcertada.

- Lo que dijo Al, tendrás una cita con Edward, no trates de negarlo porque todo el colegio lo sabe – agregó Rose, haciendo que me quedara blanca como la cal.

- Ustedes están... ¡Están locas! – Chille desesperada, caminando al living y tomando asiento en el sofá - ¡Locas! E-el me dijo 'Tu y yo mañana saldremos, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra' – dije rápidamente, un pobre intento de imitar la voz de Edward.

- Bella – Alice resoplo sentándose a mi lado – Edward es Edward, a veces puede ser un poco bruto...- Reí con histeria.

- Que descubrimiento, Al – ironice – Pero esto no es una cita, así que sáquense esa estúpida idea de su cabeza – me levante del sofá y fui directo a la escalera – ¡Y se que estas escuchando desde la cocina mamá! – chille cuando iba en el penúltimo escalón.

Tome una relajante ducha que me tomo no más de veinte minutos, salí del baño con la toalla; ya que había olvidado la ropa; tome algo simple, un sweater de rayas grises y azules, junto a unos pantalones negros y mis zapatillas, seque mi cabello con la toalla para que dejara de gotear y lo amarre en una cola desordenada.

Una cita.

Oh, Bella, deja de pensar idioteces. ¡Mierda, deja de leer novelas!

Cuando estaba por bajar la escalera escuche un murmullo proveniente del living, baje lentamente sin hacer ningún ruido, para encontrarme a Alice, Rose, Emmett y mamá cuchicheando, todos con sus cabezas juntas, Emmett parecía una completa niña escuchando chismes.

- ¿Qué hacen? – les pregunte cautelosamente. Todos pusieron su mejor cara de angelito.

- Nada – respondieron al unísono, sin dejar de sonreír.

- Ajá, uh – dime la vuelta al sofá donde se encontraban todos amontonados. Ellos me siguieron con la vista, haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda ¡Era tan malditamente tétrico que hicieran eso!

Una bendita bocina me salvo de seguir viendo estos escalofriantes rostros.

- ¡Adiós Bella, que la pases bien! – chillaron nuevamente al unísono. Desaparecí inmediatamente de la casa.

Edward me esperaba recargado contra el auto.

Dios mío.

Mm, déjenme pensar, descripción, descripción ¡Ah si! Llevaba una polera azul marino y sobre esta una chaqueta de un raro material; la experta en moda era Alice, no yo. Unos pantalones negros junto a unas zapatillas del mismo color. Seh, se veía...bien.

¡Oh rayos! ¿A quien quiero engañar? Te quieres engañar a ti.

Se veía más que bien.

Y yo no tenia idea porque estaba pensando eso.

- Uh, hola – me dijo, mientras se rascaba la parte trasera de su cabeza y con la otra mano abría la puerta del copiloto.

- Hola – respondí con una sonrisa, después de todo seguía siendo el idiota de mi amigo. Me deslice dentro del Volvo y espere a que el subiera, duh, era obvio que tenia que esperar a que subiera.

El 'viaje' partió en silencio, de vez en cuando Edward comenzaba a mover sus dedos contra el volante, o hacia como que iba a prender la radio y luego se arrepentía; creo que le conté más de veinte suspiros en diez segundos, y uhm, ¡Hasta hablaba solo! Sip, Edward hablaba solo, bueno eso creo porque movía sus labios y miraba al cielo, como si estuviera golpeándose internamente. Yo iba sonriendo con cada cosa que hacia, se veía tan...

- ¿Por qué estas nervioso? – le pregunte, haciendo que diera un pequeño respingo cuando acabe con el silencio en el auto.

- Yo, uh, no estoy nervioso. No lo estoy – Me contesto, mientras mordía tenuemente su labio inferior; una manía que había agarrado de mi. Rodee mis ojos.

- Edward, no es como si nunca hubiéramos salido los dos – le dije, señalando lo obvio, y no entendiendo su nerviosismo. Giro su cabeza para mirarme por un rato y luego la volvió a fijar en la carretera.

- Tienes razón – susurro algo ¿desganado?

- ¿Dónde vamos? – le pregunte, luego de ir mirando por la ventana y viendo que no íbamos a ningún lugar en especifico. Edward palideció.

- Mm, no lo sé, yo – en un brusco movimiento se tiro a un lado de la vacía carretera y freno, bajo del auto y dio un portazo. Y nuevamente venían sus cambios de estado. Suspire y me baje del auto, di media vuelta y rodee el Volvo para quedar a su lado. Tome su mano con una de las mías y la otra la puse suavemente en su mejilla, Edward me miraba raro, no le preste atención.

- ¿Qué demonios te sucede estos días? – le pregunto en un murmullo, este no era el Edward que yo conocía y sus cambios de animo me estaban volviendo loca, me estaban sacando completamente de quicio.

- Yo no quería que salieras con Jacob – soltó de una. Resople mientras le daba una pequeña palmadita en su mejilla – Por eso no tengo idea que hacer, yo solo...no quería – agregó.

- ¡Edward! – Chille con cansancio - ¿No crees que es demasiado infantil? – Edward asintió apenado – Ustedes tienen que dejar de hacer eso – sentencie.

- ¡Pero, es solo que...! – callo y desvió su mirada – No puedo – dijo negando con su cabeza – No quiero que estés con el ¡Tengo celos, lo admito!– grito – Odio cuando lo abrasas, cuando sonríes con el...Me dan unas ganas enormes de patear su trasero - Suspire mientras pasaba mis manos por su cintura y lo abrazaba fuertemente escondiendo mi cabeza en su pecho.

- No le digas a Jake pero – levante mi cabeza y le regale una sonrisa – Siempre te querré más a ti que a el – Edward sonrió y me devolvió el abrazo, apoyando su barbilla en la cima de mi cabeza – Así que relájate, no hay porque sentirse celoso – agregué.

- Te quiero Bella, no sabes cuanto te quiero – susurro junto a mi oído, haciendo que mi cerebro perdiera la cordura por un tiempo.

- También te quiero, bobo – le dije juguetonamente, mientras me separaba de el para que siguiéramos nuestro viaje.


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- ¡Mira! ¡Vamos ahí! – chille como loca, apuntando una feria que se encontraba al otro lado de la carretera. Edward rió por mi entusiasmo y dio media vuelta para estacionarse.

- ¿Una feria? – Pregunto, cuando nos encontrábamos de pie bajo todas esas luces de colores - ¿Aquí una feria? ¿Están locos? ¡Una lluvia arruinaría todo! – chillo sin creerlo, bufe y lo jale del brazo.

- Tu solo camina – le dije caminando entre los distintos juegos que había, Uh ¡Yo quería la rueda de la fortuna! También había juegos de pescas, el carrusel y esas cosas que hay en las ferias. Edward tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos, entre tanto seguíamos caminando - ¡Ahí! – Chille, apuntando uno de los juegos - ¡Oh vamos Edward! Ve a ganar un peluche para mi – sí, me emocionaban estas cosas – Lo sé, no eres Emmett pero tienes un algo que te hace ver fuerte, ahora ¡ve! – Edward sonreía en todo momento. Llegue a pensar que se reía de mí y no conmigo.

Yo era pésima jugando tiro al blanco, Emmett era un Dios en este juego; pero desgraciadamente no estaba aquí, así que no me quedaba nada más que confiar en Edward. Edward le entrego un billete de cinco dólares al hombre que estaba allí, este le entrego tres pelotas. O sea que solo tenía tres oportunidades de derribar la pila de botellas que había... Aunque en realidad yo no estaba prestando mucha atención; Jo, esta última semana no le presto mucha atención a nada. Muchas cosas pasaban por mi cabeza, y todas ellas tenían que ver con Edward.

Edward, si me estaba volviendo una completa idiota.

Admito que nunca lo había visto...detenidamente. Y ahora que si lo hacia podía entender porque las chicas se ponían de esa forma con el. No, no he tomado tequila y tampoco les estoy dando el favor, solo dije que las podía entender. Edward era guapo...más que guapo, y no se que demonios me ocurre pero ahora que lo veo bien, siento un pequeño...

- Ten – fruncí el ceño, cuando Edward me entregaba un lindo peluche de Oveja, era la cosa mas linda que había visto.

- Uh, ¿Ya terminaste? – le pregunte desconcertada ¿Tan largo fue mi viaje por la vía Láctea? Edward rió y desordeno mi cabello.

- Ajá, y en un intento – alardeo, resople golpeando su hombre amistosamente.

- Gracias – le dije, tomando el peluche entre mis brazos.

- ¿Qué quieres hacer ahora? – me pregunto, cuando comenzamos a deambular por todos lados, sin parar en un juego en especifico. Y ahí fue cuando vi una mini montaña rusa, si, ya sabia lo que quería hacer.

- La montaña rusa – Edward asintió, y tomo mi mano nuevamente para que fuéramos a hacer la pequeña fila que había, no sin antes comprar los boletos.

- Bella, tranquilízate – Edward me dijo divertido. Oh, no me había dado cuenta que estaba dando pequeños saltitos al igual que Alice. Me ruborice mientras bufaba.

Nos montamos en uno de los carritos, solo nosotros dos, atrás venían las otras personas. Yo estaba más que entusiasmada, la última vez que había venido a una feria fue cuando tenía alrededor de cinco años y Renée me subió al carrusel, me quede dormida a la primera vuelta que dio. Agarre fuertemente el peluche entre mis manos cuando la maquina comenzó a andar; Subidas, vueltas, grito de euforia, vueltas, mas subidas, mas bajadas, y en una de esas vueltas fue cuando se me callo mi peluche. Quería morir ¡Era como si todo pasara en cámara lenta! Y yo lo veía caer junto al lugar donde vendían algodones de azúcar ¡Gracias al cielo fue en la ultima vuelta! Baje rápidamente para llegar a rescatarlo.

¡Ja! Había una pequeña demonio que se lo quería llevar, en ese mismo instante se estaba agachando a recogerlo corrí a lo que mas daba mi torpeza y mis piernas, alcancé a tomar la manita de mi oveja.

La niña, alias, roba peluche, me miro con sus grandes ojos azules entrecerrados, mientras le jalaba el brazo a la Oveja. Nop, una niña de que ¿seis años? No me iba a ganar ¡Además era mío, Edward lo había ganado para mi!

- Escúchame, niñita – trate de sonar dulce, lo juro ¡Pero ella no ayudaba! – Este peluche es mío ¿Por qué no lo sueltas de una vez por todas, si? – trate de razonar.

- Nop – contesto, con una gran sonrisa adornando sus labios – Ahora es mío, yo lo vi tirado – y jalo nuevamente.

- Mira hija del mismísimo...-antes de que siguiera con el lindo sobrenombre que acababa de encontrarle una rubia señora regordeta se acerco a nosotras y me quedo mirando con cara de pocos amigos.

- ¿Sucede algo?- pregunto, mirando a la hija del diablo. La niña, de un momento a otro comenzó a llorar.

- Sucede que esa niña no me quiere devolver mi peluche – conteste, viendo asombrada el pequeño espectáculo que hacia el pequeño monstruo, sin soltar todavía mi peluche.

- Tiene mi peluche mami - ¡Oh no! ese puchero solo lo hacia Alice y Emmett ¿Cómo era posible que una pequeña cosa malvada lo hiciera tan bien? La señora me miro y me arrebato el peluche de la mano.

- Debería darte vergüenza – dijo antes de girarse y poner a la niña sobre su hombro, que me saco la lengua.

Ahora iba a ver esa pequeña mocosa.

- Mira tu pequeña mocosa roba... – y antes de que pudiera acercarme tan solo un milímetro a la niña, Edward me tomo de la cintura.

- Esta bien Bella, déjala – me dijo, ¡Todo este tiempo estuvo viendo la escena de lo más entretenido!

- Pe-pero ¡Es mío! Ella es una pequeña ladrona que – infle mis mejillas y cerré mis manos en puño - ¡Es mío y no es justo! – refunfuñe, dando pisotones en el suelo y sintiendo como las lagrimas se acumulaban en mis ojos.

¡La ovejita Belly me llamaba! Pude ver su afelpado y triste rostro por última vez cuando la mocosa dio la vuelta con su madre. Las personas que presenciaron la escena se reían y hablaban entre ellas. Odiaba eso.

No llores Bella, no seas más infantil de lo que estas siendo.

- Me quiero ir – si, sonaba igual que un niño pequeño. Edward rió y beso mi frente.

- Ve al auto y espérame ahí – asentí, mientras regresaba al Volvo con la cabeza gacha de vergüenza y rabia.

Me senté en el lado del copiloto con los brazos cruzados, y me quede mirando por la ventana ¡No había sido justo! ¡Ni siquiera era su peluche! ¡Agh! Tenia una rabia enorme, y no quería ver a esa pequeña niña nuevamente, no señor. Edward llego a los minutos después, antes de echar algo a la parte trasera del auto, lo encendió y partimos rumbo a casa. Y Yo todavía seguía enfurruñada.

- Lo siento – susurre apenada, jugando con mis dedos en mi regazo.

- ¿Por qué te disculpas? – me pregunto Edward, sonriendo.

- Uh, por hacerte pasar un mal rato – conteste encogiéndome de hombros – Ya sabes, todo el alboroto que arme por el peluche – Mis mejillas se colorearon ante el recuerdo ¡Emmett tiene la culpa! ¡El me pega su parte infantil!

- No seas tonta, era tuyo después de todo – agregó.

- Mhm – murmuré.

- Llegamos – anuncio luego de que pasaran unos minutos, se bajo y rodeo el auto para abrir mi puerta. Me baje y le di una sonrisa.

- ¡Gracias! – Chille, abrazándolo - ¿Sabes? Creo que para la próxima deberíamos invitar a los chicos, tu sabes como Alice adora las ferias – Edward sonrió tenuemente y asintió – Nos vemos mañana – bese su mejilla y me voltee para entrar a casa.

- Uh, Bella – Mire a Edward por sobre mi hombro cuando me llamo. – Se te queda algo en el asiento trasero – agregó, con su sonrisa ladina.

- ¿Enserio? – pregunto confundida, me acerque al auto con paso lento, y antes de abrir la puerta un recuerdo vino a mi mente...

Gracias, por sugerirle a Edward que nos revolcáramos en la parte trasera de su auto...

¡Oh Dios Mio! Yo no iba a tocar ese asiento ni aunque me pegaran un millón de dólares.

- ¿E-Edward? – lo llame, soltando de inmediato la manilla de la puerta.

- ¿Qué? – pregunto, confundido con mi reacción.

- Uh, bueno ¿Esta limpio? – pregunte, mirando por la ventana con cautela. Edward alzo una ceja sin entender – Ya sabes, el asiento ¿Esta limpio? – Edward clavo su mirada en mí, como si estuviera loca. Jo, el era el que andaba haciendo sus perversiones en el auto.

- Si, Bella, esta limpio ¿Por qué lo preguntas? – se acerco lentamente a mi mientras me formulaba la pregunta.

- Sé que hiciste caso a mi sugerencia – le respondí de mala gana.

- Bella, no estoy entendiendo nada ¿Qué sugerencia? – y para variar, me tomaba el pelo. Puse mis brazos en forma de jarra y lo mire con el ceño fruncido.

- De revolcarte con Kate en la parte trasera de tu auto – escupí. Oh Bella, ¿Qué demonios te esta sucediendo? Edward se sonrojo furiosamente.

- ¿Quien te dijo eso? – me pregunto, rascándose tenuemente la parte trasera de su cabeza.

Esta bien, yo le había dicho que lo hiciera en un arrebato de furia; pero no era para que se lo tomara tan literalmente como lo hizo.

Entonces sí, lo hizo.

Ouch, nuevamente ese dolor.

Bah, idiota, recuerda: es tu imaginación, o tal vez tengo alguna enfermedad patológica al corazón.

- No importa – respondí indiferente, ante el pesado silencio que se había formado entre los dos – Mira, ahora que lo recuerdo no olvide nada allí – le dije, apuntando la puerta con mi dedo, para alejarme de esta tensión. Edward resople y tome el puente de su nariz con su dedo gordo e índice.

- Bella, por favor solo abre la maldita puerta – espetó. Hice lo que me pidió...

- ¡Ovejita Belly! – chille tomando el peluche entre mis manos, comencé a dar pequeños saltitos hasta llegar a donde Edward - ¡Te adoro, te adoro, te adoro! – chille, mientras lo abrazaba. Edward rió suavemente.

- Solo espero que no me cambies por ese peluche también – agregó, restándole importancia. Rodee mis ojos.

- Primero Jacob, ahora Belly ¿De que tendrás celos luego? – le pregunte, haciendo que se sonrojara nuevamente.

- Yo...yo no tengo celos – respondió, negando frenéticamente con su cabeza.

- Oh no, no me engañas ¡Me lo dijiste, Edward! – comenté divertida.

- Jacob, el me provoca y bueno...no lo aguanto, no me gusta que estés con él – agrego, mirando al cielo y frunciendo sus labios.

- Edward... ¿Y como demonios le llamas a eso? – le pregunte, alzando mis manos; divertida ante la situación.

- No lo sé – frunció el ceño – Pero no son celos, porque yo...bueno, tu ¡Oh olvídalo! – dijo nervioso.

- Tranquilo, no le diré a nadie que tienes celos de Jacob y...de un peluche – susurre junto a su oído. Edward rodó sus ojos, mientras sus pómulos se volvían a colorear.


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5. Celoso: Y Créanlo, incluso es celoso con objetos inanimados.

Pero se ve tierno en esa faceta...

Si, definitivamente lo último no va a la lista, y ese pensamiento lo esconderé en el lugar más recóndito de mi cabeza.

Porque yo no pensé eso.


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- Otro más ;D espero les guste, Y No, no era aún lo que sale en el prefacio fdafada ;D para eso queda como siempre les pido paciencia :D ¡Ya lo sé! Bella es idiota, despistada, tonta, tonta y más tonta XD! Pero tiene que ser así, puede que en algún momento se de cuenta de los cambios que ocurren en su amistad con Edward, pero de ahí a que lo asimile le tomara mucho, así que nuevamente ¡Paciencia! Afafd :B y como siempre chicas ¡Muchas gracias por sus Reviews, Alertas y Favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

10 de julio de 2010

Capitulo 7: ¡Alerta! Bipolaridad

- ¡Aloha! – saludo Renée, entrando a la casa con un montón de flores colgando por su cuello y una de esas faldas típicas de Hawaii que siempre repudia cuando las veía en la televisión, se me hacia que picaban horrores - ¿Dónde están mis amores? – grito desde el primer piso.

La puerta de Emmett azotó contra la pared, dejando un sonido sordo suspendido en el aire. Emmett bajo la escalera lo más rápido que pudo y recibió a su 'mami' con un gran abrazo de oso. No era que yo no quisiera a mis padres, pero tampoco iba a hacer aquel alboroto ¡Solo había sido una semana sin ellos!

- ¡Hey! – Salude dándole un beso en la mejilla a Charlie y abrazando a Renée cuando Emmett la soltó finalmente - ¿Cómo estuvo Hawaii? – le pregunte a mis padres, parándome a un costado de mi hermano que esperaba las 'buenas nuevas' al igual que yo.

- Excelente – comento papá. Como podrán ver, no era un hombre de muchas palabras.

- Ya saben. Sol, arena, y muchos chicos hawaianos guapos con collares de flores. Como dijo su padre ¡Excelente! – me esperaba algo de 'chicos' conociendo a mi madre. Gracias al cielo Charlie nunca fue uno de esos esposos celosos, al fin de cuentas, mamá es mamá, y ni mil chicos hawaianos la harían despegarse de papá.

Emmett frunció el ceño y cruzo sus brazos a la altura de su pecho...

Oh, hablando de celos, Emmett era otra historia.

- ¿Chicos? – Pregunto entrecerrando sus ojos con un matiz de celos en su voz - ¿Yo soy mas guapo que ellos, cierto? – pregunto, tomándonos por sorpresa; haciendo un puchero al puro estilo bebé. Rodé mis ojos cuando mamá se acerco a apretarle sus mejillas.

- Claro mi Emmy, mucho más guapo que todos ellos juntos – le contesto mamá, hablándole como a un niño pequeño. Papá y yo resoplamos a la misma vez, no sonreímos por el hecho – Les traigo muchos regalos de Hawaii, ¡Oh! Y un pequeño pajarito me comento que mi bebé ya tenia novia – dijo mamá mirando a Emmett suspicazmente. Fruncí el ceño.

- ¿Quién? – le pregunte, hasta que mamá me miro como señalando lo obvio – Claro, Alice – pequeña duende que se llevaba de maravilla con mamá.

- Cariño, muéstrale a Emmett lo que le trajiste de Hawaii, le encantara – le dijo mamá a papá, guiñándole un ojo – Bella, vamos a mi habitación – me dijo, subiendo la escalera.

- Así que, ¿Jacob esta aquí? – me pregunto, como quien no quiere la cosa, mientras sacaba distintas cosas de su maleta. Asentí, tomando un llavero de Tiki (1) que se le había arrancado de su equipaje – Uh, y, ¿El y Edward están peleados? – me pregunto nuevamente, viéndome de soslayo mientras dejaba una floreada camisa de papá en el armario.

- ¿A que viene esto Ma? – le pregunte cansada de su juego de preguntas. Mis manos se retorcían sobre mi regazo, jugando con el Tiki de vez en cuando, tocando los tallados que tenia en la madera, los cuales encontraba realmente sorprendente.

- Oh, nada, yo solo me preguntaba...- Callo por un momento y luego se giro, para caminar a la orilla de la cama y sentarse en esta, a mi lado – Cariño, uh, ¿Qué es esa lista realmente? - ¿Qué?, Oh, me había perdido, ni siquiera me di cuenta cuando la conversación paso a la lista.

- Nada, ya sabes – me encogí de hombros, pero antes de que continuara Renée puso una de sus manos sobre mi hombro derecho.

- La verdad – me ordeno, mirándome 'severamente' – Ya le he sonsacado algo de información a la pequeña Alice y a mi querida nuera Rosalie, así que no me vengas con eso de 'nada, ya sabes' – término, rodando los ojos cuando repitió mi frase.

- Es sobre...Edward – solté cerrando mis ojos, esperando el grito de Renée. No llego – Estoy harta de que las chicas del colegio se derritan con tan solo ver al 'súper extra híper mega perfecto de Edward Cullen' – agregue, poniendo voz chillona en lo ultimo, sin abrir mis ojos aún – Así que, por mi falta de entusiasmo cada vez que hablaban de Edward, me propusieron un juego ¡Tu sabes que detesto perder! – chille, mirando a mi madre finalmente.

- ¡Bella! – Dijo lastimosamente – Cariño, ¿No ves que te estas metiendo en la boca del lobo? Si Edward se llega a enterar de que...- mi mamá callo, cuando yo comencé a retorcer mis manos nuevamente.

- Creo...creo que ya se dio cuenta, aunque tal vez no – Rodé mis ojos – la cosa es que tal vez el sospecha – Renée me miraba y negaba con su cabeza - ¿Podemos dejar de hablar de esto? ¿Por favor? – pedí, rogué, suplique porque dejara el tema de lado.

- ¿Qué dices? El rosa o el verde – me pregunto con una genuina sonrisa adornando su rostro, mostrándome dos vestidos hawaianos. Resople, era tan fácil cambiar de tema para algunas personas.


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- Ten – a Alice le entregue el pareo que mamá le había traído, era de un lindo color morado; a Rose le entregue el traje con los cocos y esa falda que pica. Las chicas comenzaron a chillar mientras tomaban los trajes en sus manos y se los probaban por encima de su ropa.

- ¡Amo a Renée! – chillo Alice, haciendo un intento de bailar 'Ula' con su traje. Rose la secundo moviendo sus manos en el aire.

- Ten Jazz, mamá te trajo esto – Le entregue a Jazz un pequeño Ukelele (2) Sí, no era nada comparado con su guitarra ¡Bah! No tengo idea de música pero a Jasper pareció encantarle.

- ¡Wow! – chillo casi similar a Alice. Me asuste al pensar que tal vez la hiperactividad se contagia - ¡Tu mamá es asombrosa! – Oh, Renée estará muy feliz cuando le diga todos los halagos que recibió.

Dentro del bolso que Emmett cargaba quedaba aún un regalo. Lo saque y lo puse sobre la mesa de la cafetería, estaba sellado ¿Por qué mamá lo habrá sellado? Comencé a mover la cajita de arriba hacia abajo tratando de descubrir que era, no se escuchaba absolutamente nada. Bufe, este era para Edward.

- ¿Y ese? – pregunto Alice, corriendo la silla que estaba al lado de la mía para tomar asiento.

- De tu hermano – le conteste, mientras mi vista se fijaba en el chico de cabellos alborotados, que se encontraba riendo coquetamente a solo unos pasos mas allá junto a Kate, una chica de la clase de Lengua – Esta ocupado – agregué, sin mucha gracia – No creo que le moleste si lo abro ¿No? – comente con una perversa sonrisa en mi rostro. Rose tomo lugar en la otra silla para husmear también.

- Eso - ¿De donde demonios había aparecido? – Es de mala educación Isabella – me arrebato la cajita de mis manos bruscamente y me regalo una sonrisa forzada – Aquí claramente dice Edward – agregó, desordenando su cabello con una de sus manos mientras que con la otra inspeccionaba la cajita – No dice Isabella, ni Alice y mucho menos Rose – se dio media vuelta y comenzó a caminar al lugar de donde quiera que haya salido – Dale mis gracias a Renée – dijo sobre su hombro.

- ¿Qué demonios fue eso? – Dijeron Rose y Alice a la vez, mirándome atentamente ¿Por qué a mi? ¡Yo estaba igual que ellas! ¿Desde cuando soy Isabella?

Me levante inesperadamente de la silla y le arroje una papa de mi almuerzo a Edward ¡Bingo! Directo en su cabeza. Edward se giro lentamente, y me miro con sus ojos entrecerrados. Solo tres zancadas fueron suficientes para que quedara de frente a el; Lo mire mientras me cruzaba de brazos y enarque una ceja.

- ¿Isabella? – le pregunte, Edward rodó sus ojos. Levante una de mis manos hasta tocar su frente. Uh, no tenia fiebre - ¿Estas bien? – le pregunte cuidadosamente, sin retirar mi mano de su frente.

- Perfectamente – contesto, tomando mi muñeca para alejar mi mano de su rostro – Ahora, por favor, no vuelvas a hacer eso con la papa – me dijo resoplando – Adiós – y me dejo parada en medio de la cafetería con una mirada de '¿Qué demonios acaba de pasar?'

Oh.

¿Puede que sea por la lista?

Si Bella, el ya sabe de la lista.

¡Maldita lista!

Moví mi cabeza frenéticamente y volví donde me esperaban unos curiosos ojos, tome asiento y me dedique a comer lo que restaba de mi almuerzo. Los chicos me miraron y comenzaron a hacer lo mismo. De todas formas Alice me preguntaría ¿Y que se suponía que iba a responderle?

Tal vez yo solo estaba pasando por una pequeña psicosis porque Edward había leído apenas las dos cosas que llevaba en la lista.

Lo que restaba de la mañana-tarde paso igual que siempre, aunque esta vez fue mucho, mucho más lento ¡Era como si todo estuviera en mi contra hoy! Edward estaba enojado conmigo por una razón x, bueno no tan x; Casi boto todas las muestras en el salón de Química, Edward me ignoro; golpee a mas de la mitad del curso en gimnasia, Edward me golpeo con el balón de voleibol. Y para rematarla, manche a Lauren con una soda.

- ¡Estúpida! – Chillo con su hermosa voz «sarcasmo, puro sarcasmo» mientras pasaba sus manos sobre su polera tratando de sacar la mancha - ¡Eddie! – chillo, una vez más. Edward permanecía inmóvil a su lado.

Esto era lo único que me faltaba.

Por su bien, le convenía seguir así de callado. Porque la Bella de la mañana no es nada comparada con la Bella de ahora, que tiene los nervios de punta y un humor de perros.

- Ten mas cuidado – Si, había firmado su sentencia de muerte.

Di un paso frente a el, levante mi barbilla y lo mire irradiando rabia pura.

Ahora me las pagas Edward, juro que si.

Levante la lata de soda que aun estaba en mis manos. Poco a poco fue cayendo el líquido que tenia un color anaranjado, se mezclo primero con su cabello broncíneo y luego corrió por toda la extensión de su rostro y también mancho la polera blanca que usaba en estos momentos. Sonreí.

Ah, como me había gustado hacer eso.

- Y ahora me escuchas – Dije determinadamente, Edward estaba que echaba humos. Bah, que se atreviera a ponerse idiota conmigo una vez más y ahora si que conocería el infierno – Tu... ¡No se que problema tienes conmigo! – Chille, dando un gran pisotón y apuntándolo con mi dedo índice – Más te vale Cullen que cambies tu maldita actitud, ¿Me escuchaste? – Edward me miraba atentamente – Oh, y ve a darte un baño, estas todo pegoteado – agregué, mirándolo con una mueca en el rostro dando media vuelta y ¡Adieu!

Aplausos de fondo.

Eres una maldita descarada Bella, una maldita descarada.

¿No se que problema tienes conmigo? ¡Duh, tonta! El sabe lo de la lista, como resultado: su furia.

Y me dolía. Me dolía que se comportara de esa forma conmigo.

Claro, nunca lo admitiría en voz alta.

Llegué a casa en la mitad del tiempo que lo hago diariamente, Emmett estaba todo desparramado sobre el sofá viendo las luchas junto a papá; Mamá estaba en la cocina, solo fue suficiente un 'llegue' desde el umbral para anunciar mi aparición en casa. Subí la escalera cansinamente y arroje mi mochila a algún rincón de la habitación, prendí el reproductor de música y me estire a lo largo de mi cama.

Pensar hace mal.

Eso siempre me lo decía la abuela Marie cuando me encontraba perdida en otro espacio.

Y así fue como mis ojos se cerrarnos lentamente, con la canción Russian Roulette de Rihanna que me tenia embobada estos últimos días.

Un zumbido escuchaba, cada vez más fuerte y más claro ¡Era tan molestoso! Comencé a mover mis manos en el aire para que lo que fuera que hacia ese sonido se fuera ¡Y me dejara en paz! Después ese algo se poso en mi rostro, era un fino tacto ¡El fino tacto de sus patas! Hasta que lo sentí en mis labios. No estaba con los ánimos para aguantar a un misero bicho, y no me importaba si tenia familia y pequeños bichitos-larvas venían en venganza ¡Solo quería aplastarlo con mis manos!

- ¡Basta! – Chille, sentándome de un tirón en la cama y abriendo mis ojos - ¿Qué estas haciendo aquí? – le pregunte al chico que se encontraba sentado junto a mi y me miraba desde muy, muy cerca con sus ojos desorbitados.

Edward rió dulcemente mientras se alejaba y quito un mechón de mi cabello que estaba sobre mis ojos, me sonrojé; como siempre lo hacia cuando el tenia una de esas salidas conmigo.

- Uh, bueno yo, lo siento – Edward despeino su cabello nerviosamente, lo mire alzando una ceja.

- ¿Eh? – Comencé a mirar hacia todos lados, tratando de encontrar al inmundo insecto que me molestaba segundos antes - ¿Lo siento, que? – pregunte, cuando me di cuenta que no había rastro de la asquerosidad con patas.

- Por todo – continuó con voz suave; apenado. Me sentía culpable, ya que no le estaba prestando la más minima atención ¡Esa mosca tenia que estar en algún lugar! – Por como te trate en la tarde, por mi estúpido...- Puse mi mano en su boca para que se callara.

- Shh – lo silencié, tratando de escuchar el maldito zumbido. Edward retiro mi mano de su boca y tomo mi barbilla, girando mi rostro para que lo viera directamente.

- Ni siquiera me estabas escuchando – sentenció contrariado, curve mis labios en una mueca.

- No te disculpes – le dije luego de un rato, cuando dejo de tomar el puente de su nariz con el dedo gordo e índice – Me lo merezco después de todo – Edward rió amargamente y se levanto de un salto.

- Tienes razón, te lo mereces – Fruncí el ceño. Ok, si, lo merezco, pero no era necesario que me lo restregara en la cara – Ni siquiera se porque vine a disculparme ¡Deje a Kate por...por venir a disculparme! Debo estar loco - se jalo el cabello con sus dos manos y dio media vuelta.

Deje a Kate por venir a disculparme, debo estar loco.

¿Eso significaba que Kate era más importante que yo?

Ouch, duele.

Algo se rompió y dolió, justo ahí, no especificare donde.

- Jo. Yo no te estoy reteniendo – comente mientras me ponía de pie - ¡Vete con Kate a revolcarte en la parte trasera de tu auto campeón! - chille, golpeando su hombro con mi puño 'amistosamente' - Aún estas a tiempo, después de todo eres Edward Cullen – agregué con tono burlón, abriendo la puerta de mi habitación para que desapareciera de mi vista.

Su cara paso por muchas expresiones.

Tristeza, frustración, rabia y...furia.

Esas orbes verdes resplandecían con furia.

Ahí fue cuando me entere que Edward sufría de bipolaridad, o trastornos múltiples.

Déjenme aclararles lo que paso a continuación.

Tristeza; El labio inferior de Edward tembló por un misero segundo, sus ojos centellearon con un brillo especial. Frustración; su boca abriéndose como la de un pez que esta bajo el mar y esa mirada acongojada que te dice 'Quiero decir algo, pero no puedo'. Rabia; sus manos convirtiéndose en puños, sus nudillos llegaron a quedar blancos, casi transparentes de la fuerza que ejercía y su ceño fruncido pronunciándose más y más. Furia; la furia fue experimentada cuando casi saca mi puerta de el portazo que dio cuando salio finalmente de mi habitación.

Ficha técnica.

Nombre: Edward Cullen.
Edad: Diecisiete años.
Pronostico: Bipolaridad y un leve caso de trastorno múltiple.
Culpable: Bella, alias, una asquerosa amiga.

Esa fue la detallada observación de la Doctora Swan.

Y yo pensé que todo estaba bien entre nosotros, y que había sido solo una sugerencia para contribuir a la lista.

Hazle caso a tu abuela Marie desde ahora, y no pienses.


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4. Bipolar: El sujeto presenta una serie de emociones fuera de si, es decir, nunca se sabe como va a reaccionar. De Enojado a dulce, y de dulce a ultra furioso. Y créanme chicas, no es algo lindo de ver y menos si lo provocas.

Suspire. Y a pesar de todos los problemas que me estaba trayendo con Edward esta lista, ¿Por qué era la lista, no?, yo seguía echándole leña al fuego.

- ¡Bella, teléfono! – chillo mamá desde la planta baja. Me puse de pie y descolgué el teléfono que había en la habitación de mis padres.

- ¿Sí? – conteste con voz aburrida.

- Tú y yo saldremos mañana, no preguntes, solo dile a Jacob que se pudra – Todo eso lo dijo Edward rápidamente, su voz aún sonando con un tinte de irritación, y luego colgó.

Colegué el teléfono y me lo quede mirando por un rato.

¿Qué había sido eso?

Definitivamente era terrible su bipolaridad.

Y yo tenía tan solo veintiún días para terminar la bendita lista.


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(1) Nombre que se le da a estatuas con forma humana que principalmente las utilizan para delimitar lugares sagrados.

(2) Instrumento de cuerdas que se usa en Hawaii, Haití y en Isla de pascuas especialmente. En otras palabras, es como una guitarra en tamaño extra reducido.



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- Aquí les traigo otro capitulo, espero les guste :) Oh, no puedo decirle las cosas que me preguntan ¡Se arruinaría todo! Tengan paciencia chicas XD! Si, Bella es idiota, pero ella siempre ha visto a Edward como su amigo, y no creo que se de cuenta de un día para otro de las cosas, eso se hace tranquilamente XD Bueno, estoy pensando hacer una nueva historia algo distinta, Con Edward como vampiro y Bella chiquita, pero creo que la publicare cuando ya lleve mas capítulos avanzados de este fic :D como siempre ¡Muchas gracias por sus reviews, alertas y favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

4: El principe Caspian


No hay muchas cosas que decir sobre este libro, debido a que es muy sujeto a la película. Solo podría decirse que es el segundo viaje de los Pevensie a Narnia, después de 1300 años narnianos. Los hermanos están esperando cada quien su tren de ida a las escuelas, el primer día de clases, cuando sienten pellizcos y todo se vuelve negro. Cuando llegan a narnia, se dan cuenta de que todo ha cambiado desde su partida. Debido a que los humanos han llegado a Narnia. Pero no soy buenos humanos, son Telmarines, gobernados por el tirano y usurpador rey Miraz. Los protagonistas son, obviamente, los Pevensie y el príncipe Caspian X. En este libro, Aslan informa a loa mayores Pavensie, Peter y Susan, que, una vez se vayan, no pueden volver a Narnia, jamas. Y, aunque suene mal, no lo dice de mala gana. Sepan que Aslan sabe lo que hace.

3: El caballo y el muchacho


El Caballo y el muchacho. Uno de mis favoritos. Este trata sobre un chico llamado Shasta, que, junto con un caballo parlante, hace un viaje hacia las tierras del norte, en otras palabras, Narnia y Archeland. En este libro se encuentra Calormen, una tierra del Sur. Diré que en este libro, el Principe Calormeno, desea contraer nupcias con una ya adulta reina Susan. Los protagonistas de este tomo son Shasta y Aravis, una tarkina calormena. A las mujeres, se les conoce como tarkinas, y a los hombres como un tarkan. Ella, es tarkina Aravis.

Siendo sincera, tengo la cabeza en otro mundo y la memoria un poco falla. Si me he equivocado en algo, haganmelo saber, aunque creo que esta como debe de ser. Ahora no recuerdo nada mas de este libro, nada que no sea un spoiler, así que lo dejare así.

7 de julio de 2010

Capitulo 6: Cobarde... sin justificación.

- ¡Fiu! ¡Ya era hora amigo! Enserio, se necesita un poco de acción por estos lugares – comento Emmett, empujando a Jake por uno de sus hombros – Ahora Eddie tiene competencia – agrego, moviendo sus cejas de arriba hacia abajo. Edward miraba a Emmett con sus ojos entrecerrados, y gruño algunas cosas bajo su aliento.

Y yo seguía sin enterarme de nada.

- Uh, ¿Me pueden decir de que demonios habla Emmett? – pregunte a los presentes; nadie respondió, por cierto - ¿Y tu? ¿Qué es eso de que 'vengo por lo que me pertenece'? – me gire a preguntarle a Jake, haciendo una pobre imitación de su voz. Este se encogió de hombros.

- Tranquila Bells, pronto lo sabrás ¿No es así, Edward? – Y Jake siguió hablando con ese tono de confidencialidad. Edward estaba listo para atacar a su presa – Calma, solo digo la verdad...

- Cállate – le ordeno Edward, con la voz ronca, sorprendiendo a todos esta vez. Menos a Jake esta más que decir – Cierra tu boca Jacob Black – ordeno una vez más, apuntándolo con su dedo índice. Jake soltó una sonora carcajada.

- ¿Tienes miedo? – dijo incitando a Edward, acercándose un paso mas a el; desafiándolo. Edward sonrío torcidamente y se acerco hasta quedar separados por unos pocos centímetros.

- ¿Miedo a ti? No sueñes Black – Y yo estaba rayada viendo esta escena de matones, la cual me trajo un recuerdo de aquel programa que veía Emmett 'From G's to Gents' (1) Solo faltaba que comenzaran a alzar sus manos y a mover sus cabezas 'de forma amenazadora'

No sueñes Bella, no te darán aquella satisfacción.

Debo admitir que una parten de mi quería ver algo de eso.

Luego del comentario de Edward todo quedo en silencio; Alice se escondía tras de Jasper cada vez que yo la miraba intentando entender algo, Rosalie mordía su labio inferior repetidamente tratando de contener la sonrisa que quería asomarse en su rostro, al igual que Jasper; Emmett reía con simple descaro. Y estos dos protagonistas, Edward y Jacob, se lanzaban rayo fulminantes por su mirada.

Lo único que me quedaba era pensar el 'porque' de su discusión, que no tenia argumento alguno, y mi linda cabecita se lleno de ideas...Hasta que encontré una que, uhm, fue la más lógica de las razones.

¿Por qué más discutirían, Huh?

- ¡¿Es por una chica? – chille; más bien pensé en voz alta, causando un sonrojo instantáneamente en mi, por hacerlo una vez más. Odiaba este mal que tenia desde pequeña, Emmett siempre sacaba ese tema a colación. Iugh.

- ¿Qué? – preguntaron los dos implicados al unísono, dejando los rayos fulminantes de un lado para centrar su mirada en mi persona. Los demás estaban tratando con todas sus fuerzas de contener la risa.

- Uh, bueno; ya que nadie me quiere decir porque estupidez están...así – dije apuntándolos – Supuse que debe ser por una chica – Rodee mis ojos – Aunque pensándolo mejor – me cruce de brazos y suspire mirando a Jake – Jake, ¿Enserio? Tu sabes mejor que nadie que Edward solo esta con una chica, a lo máximo, una semana – Y ahora me gire a Edward y alce una ceja – Y tu, ¿Cuándo en tu vida has peleado por una chica? ¡Vamos! Ese no es el Edward Cullen que yo conozco – espete, alzando mis manos al aire.

- Ella es diferente – dijeron por segunda vez al mismo tiempo, con un tono de voz tan serio que casi lo creo, casi. Bufe, entrando a la casa.

- Diferente...si, claro – susurre entre dientes, escondiendo mi asombro.

Una chica, después de todo...Estaban haciendo todo este alboroto por una simple chica.

Hmpf, quien iba a pensarlo.

Edward Cullen peleando por una chica.

¡Rayos! Hubiera sido de lo mejor tener una grabadora en estos momentos.


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- Ey Bells, ¿Por qué no me acompañas a recorrer Port Ángeles luego? – Jake estaba sentado a mi lado izquierdo en el sofá, mientras que Edward ocupaba el lado derecho.

- No, porque ella ira conmigo a... – comenzó Edward a responder por mí.

- Bella, dije Bella, no Edward ¿Te quedo claro? – Edward gruño, haciendo que Jake sonriera con prepotencia – Entonces ¿que me dice? Sabes, conozco un pequeño lugar donde podríamos... – Edward bufo.

- Escucha Black, Bella no ira contigo a ninguna parte, además...- Jacob lo corto antes de que dijera algo más, y yo ya me estaba exasperando.

- Cullen, calla – Jake se giro a mi y siguió hablando – Tengo dos motocicletas Bella, tu siempre has querido montar en una...- Edward iba a estallar, literalmente.

- ¡Estas loco! – Chillo Edward – Por ningún motivo dejare que Bella se suba a alguna de tus sucias motocicletas ¿Eres idiota o que? Con las probabilidades que existen de que Bella tenga un accidente...- Comenzó a negar frenéticamente con su cabeza – Ni lo pienses – A pesar de ser verdad, dolió en lo más profundo de mi orgullo.

- Bella ¿Recuerdas esa vez que querías hacer salto de acantilado? Bueno, es tu oportunidad...- Los ojos de Edward se agrandaron a mas no poder por la proposición que Jake me estaba haciendo.

Y lo peor de todo esto era que nadie venia a salvarme.

Mis queridos amigos, si se les podía catalogar como tales ahora, estaban viendo la escena en la parte mas apartada del salón, cuchicheando entre ellos y riéndose de vez en cuando. No escuchaba que rayos estaban hablando, solo escuche cuando Emmett, con su tan bajo volumen de voz «nótese el sarcasmo» dijo 'Bella explotara, Bella explotara y yo no quiero estar presente cuando eso pase'

¡Noticia de primera plana! Hulk era el, no yo.

- ¡Mira Jacob Black! Bella no ira a ningún lado contigo a hacer esas cosas de alto riegos ¡Sobre mi maldito cadáver! – rugió Edward, haciendo que su respiración se acelerara un poco. Los ojos de Jake se iluminaron de un momento a otro.

- ¿Enserio? – Edward gruñía malas palabras bajo su aliento – Bella... ¿No te importaría que matara a Edward, verdad? – me pregunto con tono de angelito.

¡Dios Mio! Juro que me tenían harta, estaba esta la coronilla con sus 'proposiciones' Y lo mas preocupante era que no sabia porque yo ¿Por qué no iban en busca de la chica de ambos?; Mamá siempre me dice que soy un imán para los problemas, ahora estaba creyendo eso; ya que si alguien no despegaba a Edward y Jacob de mi lado...

¿Creen que seria un gran problema asesinarlos? Tenia toda una escena preparada en mi mente de cómo seria poder callarlos de una vez por todas.

Tranquila, cuenta hasta diez, eso siempre soluciona las cosas; ¡Ah! Mi parte sensata.

Uno.

- ¿Qué dices Bells? Como en los viejos tiempos – Decía Jacob, mientras se apegaba más a mí. Escondí mi cabeza entre mis manos, mientras continuaba con la cuenta.

Dos.

- ¡Que no! ¡No! ¡No! ella no ira a ninguna parte contigo, 'como en los viejos tiempos' – Edward rugía como un león endemoniado en estos momentos. Respira, tú puedes llegar a la meta Bella.

Tres.

- Vamos Cullen, deja los celos de lado, ¿Acaso no puedes compartir a tu amiga? – Le pregunto Jake a Edward, mientras pasaba uno de sus brazos por sobre mis hombros.

Cuatro.

- ¡Ja! – Chillo Edward, parándose de golpe en el sofá – Tu lo has dicho, es mi ami...- Callo súbitamente y se volvió a sentar. Solo seis números mas Bella, seis números más.

Cinco.

- ¿Tu que? Oh, si, amiga. Pero bueno, tal vez yo no quiera ser solo... – Siguió diciendo Jake bastante convencido...Oh si, esa fue la gota que rebalso el vaso.

Seis... ¡Oh! ¿Qué diablos?

- Contare hasta tres, cerrare mis ojos, y cuando los abra – sisee entre dientes – Juro que cuando los abra y ustedes sigan a mi lado con su estúpida discusión, los matare, con mi propias manos, dulce y lentamente – Edward y Jacob se tensaron y tragaron en seco – Y no estoy bromeando – apunté – Uno – ningún ruido se escuchaba en la sala – Dos – Emmett susurro algo parecido a 'Corran, han despertado a la bestia' – Tres – abrí mis ojos y la paz me infundio finalmente.

Ah, se sentía tan bien estar en silencio.

- Eh, ¿Bella? – susurro Rose, sentándose a mi lado. El otro lado del sofá también se hundió así que supuse que Alice había ocupado ese lugar.

- ¿Hm? – musite sin abrir los ojos, las chicas se removían nerviosas a mi lado. Abrí mis ojos para prestarles mayor atención.

- Bueno, querida Bella, da la pequeña casualidad de que cuando 'amenazaste' – dijo Alice haciendo comillas en el aire con sus dedos – a los chicos, estos subieron derecho a tu habitación – Podía jurar que mis ojos se iban a salir de sus orbitas.

Y antes de que pudiera subir la escalera apresuradamente al estilo 'flash'...

Edward venia bajando con la lista en sus manos.

¡Edward! ¿No podía ser Jacob?

Karma, mi maldito karma.

- Uh, Bells, ¿Qué diablos es esto? – me preguntó, entrecerrando sus ojos y moviendo la lista frente a mi. Me quede estática y trague en seco, tratando de recordar algo que lo hiciera asociar la lista con él. ¡Idiota! El es la lista.

- Una lista – simple, me encogí de hombros restándole importancia – Un juego que hicimos con las chicas – reí nerviosamente – solo eso, ahora, ¿Me la puedes devolver? – pregunte inocentemente estirando mi mano. Edward me miro y sonrió divertido.

- No – dijo inclinándose y tocando la punta de mi nariz con su dedo – No, por ahora – doblo la lista en pequeños cuadritos y se la metió en el bolsillo de su pantalón – Me la quedare por un tiempo – me dijo, cruzándose de brazos frente a mí; viéndose tan malditamente imponente.

- Pe-pero ¡Edward! Es mi lista, entrégamela, ahora – le ordene, frunciendo el ceño y caminando hacia a el con la intención de arrebatarle la lista de su bolsillo – Edward – dije con tono amenazante.

- Bella – dijo imitando mi tono de voz – Ya dije que no, además, no eres muy buena buscando defectos, solo tienes dos – saco la lista de su pantalón y comenzó a leer en voz alta – 'Lista de imperfecciones, por Bella Swan' – sonrió torcidamente y continuo, obviemos la parte en la que me quede prendada de su sonrisa por un milisegundo – numero uno: Egocéntrico... – paro súbitamente de leer- ¿Que tiene que ver Lauren aquí? – me pregunto desconcertado, y en ese pequeño lapso en el que no le prestaba atención a la lista, se la arrebate.

- ¡Si! – chille con la hoja entre mis manos. Edward me miro amenazadoramente y se comenzó a acercarse a mí, lentamente, esperando cualquier movimiento de mi parte – ¡Espera! – chille, poniendo las manos en frente. Freno y espero; en ese tiempo doble el papel y lo guarde rápidamente en mi brassier - ¡Ja! Atrévete – lo rete, levantando una ceja.

Y... ¿Saben que? No debí hacerlo.

Edward sonrió pícaramente mientras tomaba su puesto anterior, el de acechador.

- Tu lo pediste – y ¡Bam! Yo era la maldita presa.

Y antes de que pudiera siquiera acercarse a esa parte de mi anatomía...

- ¡Emmett! ¡Edward esta tocando a tu hermanita! – chillo Jacob desde algún lugar de la escalera.

No se como paso, cuando, ni porque demonios Emmett lo hizo; Solo se que me estaba revolcando de la risa al pie de la escalera viendo a Emmett sentado sobre la espalda de Edward. ¡Ese tackleo había sido genial! A veces el tener a Emmett de hermano era una ventaja, bueno, esta bien, siempre era una ventaja. Solo me daba un poco de pena Edward, que tenia que soportar al mamut de mi hermano sobre su espalda

- ¡No le pongas un dedo encima a Belly! ¡Cochino! ¡Pervertido! ¡Corrupto! – decía Emmett mientras le daba pequeños zapes a Edward en su cabeza - ¡Y no le toque sus bubis que están en crecimiento! – ahora fue mi turno de pegarle un zape a Emmett - ¡Ouch! ¡Yo solo te defendía! – chillo como niña.

- No necesito que me defiendas Emmy, ahora, bájate de la espalda de Edward, ¡Y tu Jake, baja ahora mismo!

- ¡Si señora! – contestaron Emmett y Jacob, al mismo tiempo.

Esto parecía un regimiento militar. Edward, Jacob, Emmett y Jasper estaban formados frente a mí, por orden de estatura. Alice y Rose se partían de la risa en la cima de la escalera, y yo no hacia otra cosa mas que pasearme frente a los chicos de un lado a otro mirándolos ferozmente.

- Uh, ¿Bella? – me llamo Jasper con la voz temblorosa, me pare frente a el y me cruce de brazos, haciéndole un gesto con mi cabeza para que hablara – Uh, ¿Po-porque yo tengo que estar aquí si no he hecho nada? – me pregunto cauteloso. Suspire y di dos pasos hasta quedar frente a el.

¿Por qué había metido a Jasper en todo esto? Uh, no tenia idea.

- Vuelve con Alice, llorón – fue mi respuesta antes de girarme y sentir como Jasper subía las escaleras para refugiarse en los brazos de su novia – Ahora – dije seriamente, mirando a los tres implicados.

- Belly, vamos, soy tu hermanito – solo basto con que le diera 'la mirada' - Esta bien, me callo – Emmett simulo con sus manos que cerraba su boca con un candado y tiraba la llave al otro lado de la sala.

- Tú – dije apuntando a Jacob – Realmente me alegro de que hayas vuelto, bobo – le dije cariñosamente, ganándome una sonrisa de su parte y un bufido por parte de Edward – Pero se te ha pasado la mano, así que, si no quieres que te descuartice por la forma tan poco peculiar en la que se te ocurre llegar, será mejor que le vayas a dar las buenas noticias a Billy – Jacob bufo y camino a la puerta principal.

- Mañana vendré a verte Bells – me dijo con una sonrisa – Mantente alejado de ella Cullen – le advirtió a Edward, quien rodó sus ojos cuando Jake dio un portazo al salir.

- Rose – miré a Emmett, quien temblaba. Y debo decir que me sentí la persona mas poderosa en estos momentos ¡Oh, vamos! ¿Qué un espécimen como Emmett te tenga miedo? Estaba realmente orgullosa de mi – Te daré mi pésame al tener que soportar a Hulk como tu novio – Rose sonrió mientras entornaba sus ojos – Pero mi querido hermano – volví a mirara a Emmett que se estremeció – Te llevará a celebrara su noviazgo ¿No es así Alice? – Alice comenzó a dar saltitos en su lugar, tomo a Jasper con su mano derecha y a Rose con la izquierda y los jalo escalera abajo.

- Bien, tengo todo listo ¡Cera una cita doble! – Chillo Alice aplaudiendo con sus manos – Emmett, nos vamos, ahora – sentencio, antes de arrastrar a su novio por la puerta - ¡Ten cuidado Eddie! – fue la despedida que le dio a su hermano.

- No te preocupes, yo cuidare tu Xbox con mi propia vida – le dijo Emmett a Edward lastimosamente, palmeando su hombro – Te adoro Belly – y a mi me asfixio con uno de sus abrazos 'rompe-huesos' - ¡Nos vemos...creo! – y salio por la puerta junto a Rose.

- ¿Quieres ir al parque? – me pregunto Edward de súbito, con el nerviosismo impregnado en su voz. Fruncí el ceño y me cruce de brazos nuevamente.

Ahora solo quedábamos el y yo. Y esta mas que claro que Edward no se salvará de esta.

Asentí mientras tomaba una de mis chaquetas.


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- Emmett es un monstruo – se quejo Edward por enésima vez, mientras sobaba su espalda - ¿Qué le das de comer? – me pregunto, cuando paramos en una de las bancas del pequeño parque que nos encontrábamos. Lo mire, aun enojada por el comportamiento que tuvo con Jacob en la tarde. Suspire y tome asiento en la pequeña banca.

- Sándwiches – conteste orgullosa. Edward me miro por unos segundos y luego se largo a reír, bufe y golpee su hombro ligeramente - ¿Qué tiene de malo? – pregunto enfurruñada, cruzándome de brazos.

- Así que, eso es lo que han comido prácticamente toda la semana, sándwiches – comento, con su vista clavada en el cielo. Asentí – Valla, si Reneé supiera que...

- Alto ahí, tu no le dirás nada ¿Te imaginas y se entera de que alimente a su bebé con sándwiches? Seria mi muerte –Edward rió y suspiro, algo que me llamo la atención, no mas que su rostro acongojado - ¿Qué? – le pregunté, girándome en la banca y poniendo mis pies sobre esta.

- Nada – dijo, agachando la cabeza. Y los recuerdos de la fiesta de disfraces me golpearon de una. Comencé a menear mi cabeza frenéticamente a ambos lados tratando de alejar las cosas que se amontonaban en mi mente – Bella – levante mi vista y me tope con los ojos de Edward que tenían un matiz de tristeza que no me gustaba, para nada – Uh, tu... eres mi amiga ¿cierto? – me pregunto, tímidamente.

Por un segundo creí, solo por un segundo, que el Edward tímido era adorable.

¡Solo por un segundo!

- Ugh, ¿Qué pregunta es esa? ¡Claro que lo soy! Tonto – dije entornando mis ojos - ¿Por qué se comportaron de esa forma conmigo? – Ahora fue mi turno de preguntar, Edward desvió su mirada.

- ¿A quien quieres más? – me pregunto nuevamente, pasando en alto mi pregunta, se lo dejaría pasar por esta vez, ya tendría toda la semana para preguntarle sobre su infantil comportamiento. Fruncí el ceño más aún, si me hablaba en clave seguiría sin entender sus preguntas – A Jacob o a mi – respondió a mi duda mental, agachando una vez mas su rostro para tratar de esconder el tenue rubor que se había instalado en sus mejillas.

Lo admito, son dos segundos en los que creoque se ve adorable.

- Uh, bueno – rasque mi nuca y sentí como mis mejillas se sonrojaban también – Uh, yo, ¿A los dos los quiero por igual? – respondí; o más bien dicho pregunte. Ni yo tenía claro eso ¿Cómo iba a saber a quien quería más si a los dos los consideraba mis amigos?

- Ah – fue su única respuesta.

- ¿Quién es? – pregunte, tratando de cambiar la conversación, para deshacer el incomodo silencio que se había formado entre los dos. Edward me miro confundido. Bah, ahora era yo la que hablaba en clave – La chica que los tiene...distanciados – agregué – O por lo menos dime como es – acoté, Edward sonrió levemente y hablo.

- Única – me respondió. Rodee mis ojos.

- Déjame adivinar ¿si? – Edward asintió, mirándome con un brillo divertido en sus ojos – Rubia, con un cuerpo de infarto, el centro de atención... Uh ¡Y labios carnosos! – chille. Edward me miro como si estuviera loca y luego soltó una gran risotada.

- ¿Labios carnosos? ¿A que viene eso? – me pregunto entretenido.

- Uh, no lo se, solo se vino a mi cabeza – conteste encogiéndome de hombros. La mirada de Edward cambio nuevamente.

- No – me dijo, apoyando su barbilla sobre sus manos – No es rubia, con 'un cuerpo de infarto' – dijo entornando sus ojos – y tampoco es el centro de atención...Pero ¿sabes? Si tiene labios, mmm...apetitosos – finalizo con un fuerte suspiro – Cobarde – dijo después de unos segundos.

- ¿Eh? – Pregunte frunciendo el ceño – ¿La chica es...cobarde? – dije ladeando mi cabeza sin entender. Edward giro su rostro y me miro sonriente.

- Cobarde, esa puede ser otra de las imperfecciones – sentencio sonriendo tenuemente.

Y yo me quede de piedra.

¿Cómo podía cambiar de conversación tan fácilmente? ¿Creo que entiendo todo, o que?

¿Acaso el...?

No, no podía ser.


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Entrada la noche.

Los pies me pesaban como nunca, luego de que Edward me diera 'esa sugerencia' lo nuestro se había vuelto realmente incomodo...por mi parte. Y la misma pregunta venia a mi mente.

¿Se habrá dado cuenta?

Bueno, si lo pienso positivamente, tal vez solo fue una sugerencia ¡Solo eso! Porque, digo, si lo supiera, no hubiera tratado de seguir la conversación ¿Huh? Es más, creo que yo me comporte como sospechosa.

¡Rayos Bella!

Me estire en mi adorable cama; era una de las cosas materiales que mas amaba de la casa, y saque la lista de mi brassier; si, todavía estaba guardada ahí.

Lamparita prendida, lápiz en mano... ¡Acción!

3. Cobarde: Sugerido por la victima de la lista, alias, E.C. (Yo...no tengo justificación para esto aún)

Y no las tendría dentro de mucho.

Es más ¿Eso siquiera era una imperfección?

Hmpf, muchas cosas en un solo día...para un solo cerebro.


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(1) Reality de MTV, que convertía a 'pandilleros' en unos 'caballeros'.



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- Aquí les traigo el quinto capitulo, este es más largo así que no se quejen eh! XD espero les guste. Nuestro querido Ed acaba de hacer una sugerencia ¿Sabrá que él es la lista? ¡Entérense en el próximo capitulo!...OK, miento XD no se sabrá en el próximo capitulo XD, debo dejar a Belly Bells con la duda de si sabe o no, para que se carcoma su cabecita pensando. ¡Muchas gracias por sus reviews, alertas y favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb

2: El leon, la bruja y el ropero





¿Qué se puede decir de este libro? La persona que no halla visto la película, debería estar ahora corriendo a no-se-donde para comprarla/alquilarla/pedirla prestada, o, simplemente, esperar a que la pasen por Tv. Cosa que ya no hacen porque ahora pasan es la secuela (El príncipe Caspian).



El libro trata de como, en plena guerra, los hermanos Pevensie son llevados a la casa del Profesor (juro que pensé que el profesor era el tío Andrew, pues no tenia idea de cuanto tiempo había pasado entre un libro y otro. Mas, aparentemente y según Wikipedia, el Profesor, es Digory) para protegerlos de los bombardeos en la ciudad. Es una casa de campo grande y los hermanos se aburren facilmente allí. Un día, jugando a las escondidas, Lucy, la hermana menor, entra en una habitación habitada únicamente por un ropero. Al sentir curiosidad y, recordar el juego, la niña entra en el. Comenzo a retroceder, estando de espaldas, y, al pasarla tercera hilera de abrigos, se siente confusa. Llega a un bosque donde hay un farol y ve a un fauno. Se presentan y este le dice que se encuentra en Narnia. Tras insistir un poco, el fauno consigue llevarla a su casa a tomar té. Cuando sale del armario, literalmente, se da cuenta de que solo han pasado unos pocos segundos, cuando ella esta consiente de haber durado horas en Narnia. Al relatar la historia a sus hermanos, estos no le creen y Edmund, el tercer hermano, comienza a molestarla por ello.




Una noche Lucy decide intentar entrar otra vez al ropero, y cuando va camino hacia allá, Edmund la ve y la sigue. Ella entra y él tras de ella, sin que se de cuenta. Consiguen pasar a Narnia. Para cuando Edmund se da cuenta de que Narnia si existe, Lucy ya había seguido su camino a visitar nuevamente al fauno Tumnus, y se queda sólo. Allí conoce a Jadis, mejor conocida como La Bruja Blanca. La mujer que se auto-llama 'Reina de Narnia', y la misma que ha mantenido este mundo cubierto de nieve por 100 años.



Cuando la Bruja Blanca se va, Edmund encuentra a Lucy, y regresan a casa por el ropero. Al momento de contarle a Peter y a Susan -sus hermanos mayores- que Edmund cruzo con ella a Narnia, él lo niega todo y Lucy comienza a llorar, haciendo que el Profesor hable con los 2 mayores sobre su hermana.



*SPOILER*

Sólo diré que los cuatro Pevensie pasan a Narnia y qué Edmund, convencido(idiotizado) por la Bruja Blanca, los traiciona.

*FIN DE SPOILER*



No diré ni cómo, ni de que manera, ni sus razones ni nada. Sólo que lo hace. :D



Miren, en mi opinión, la razón de por que comenzaron haciendo las películas a partir de este libro y no desde el anterior, es qué creo que trataron de centrarse en los Pevensie, y como la historia de Polly y Digory es sólo el primer libro, y los Pevensie aparecen en la mayoría de estos. Creo que por esa misma razón también se saltaron el tercer libro y siguieron con El Príncipe Caspian.



Protagonistas:



Peter Pevensie

Susan Pevensie

Edmund Pevensie

Lucy Pevensie

Aslan

Bruja Blanca

Sr. Tumnus





1_ El sobrino del Mago

2_ El leon, la bruja y el ropero

3_ El caballo y el muchacho

4_ El Principe Caspian

5_ La travesia del Viajero del Alba

6_ La silla de Plata

7_ La ultima batalla

1: El sobrino del Mago


Este es el primer libro de dicha saga. Cuenta la historia de como se conocen Polly y Digory, y bajo que circunstancias. No solamente su historia, sino de el como descubren Narnia, la creación de esta misma, el conocer Aslan y como la bruja Blanca llego a Narnia. Para los que vieron la película, también cuenta la historia del tío Andrew, el ropero y el farol. Si quieren un spoiler les daré, pero solo un poco:
*SPOILER*
El tío Andrew, tío de Digory, es un, como si no fuera obvio ya, mago. Éste crea una especie de anillos mágicos que, al colocarte, te transportan a un bosque con charcos de agua. Aparentemente cada charco es un mundo. Digory y Polly, mientras jugaban en el ático de la casa, accidentalmente terminaron en el despacho del tío Andrew y este utilizo a Polly como conejillo de indias para probar los anillos, Digory, enojado con su tío, utilizo el otro anillo y fue a buscarla. Tras varios acontecimientos, llegaron a un lugar completamente deshabitado, y Digory, por insensato y en contra de los deseos de Polly, toco la campana que instruccionaba con la siguiente inscripción:
"Toma tu elección, viajero desconocido
toca la campana y enfrenta el peligro,
o piensa hasta enloquecer, que hubiera pasado si lo llegas a hacer"
*FIN DE SPOILER*
¿A que no adivinan que paso? Pues, ¡no se los voy a decir! Ya marque el final del spoiler y me da fastidio moverlo(xD). No, la verdad es que yo pienso que todos deberían leer estos libros. Para los que ya lo hicieron, espero sepan por que, y para los que no, espero haberles dado un poco de iniciativa para que compren/descarguen/pidan prestados los libros y los lean.
Protagonistas:
Polly Plummer
Digory Kirke
Tio Andrew
Reina Jadis
Aslan
1 El sobrino del Mago
2 El leon, la bruja y el ropero
3 El bcaballo y el muchacho
4 El principe Caspian
5 La travesia del Viajero del Alba
6 La silla de plata
7 La ultima batalla

Sagas...

Quizá yo pueda leer Eclipse para ir a ver la película, así como probablemente lo haga en el caso de Amanecer. Quizá me guste mucho la Saga Crepúsculo, y lo hace, es un hecho. No tengo por qué negarlo. Pero no es mi saga favorita. Mi saga favorita es otra, y no es Harry Potter.

Las Crónicas de Narnia, es mi saga favorita. Soy admiradora de C. S. Lewis, porque, Las Crónicas de Narnia: El príncipe Caspian, fue el primer libro completo que leí. He de admitir que en un principio no sabia que eran libros, solo sabia que amaba El león, la bruja y en ropero. Mi hermana compro El sobrino del mago, pero al igual que yo, lo hizo mas por gusto a la película que por verdadera curiosidad por tal saga. Cuando en el cine fueron a pasar El príncipe Caspian yo tenia los primeros cuatro libros (son siete). Y antes de ir a ver la película, decidí leer el libro. Dure una semana. Luego, admito que tarde mucho tiempo en decidirme a leer los siete libros. Pero como ya tenia los primeros. Comencé, obviamente, con El sobrino del mago, y seguí, obviamente, con los demás, saltándome El príncipe Caspian. Luego de eso, duraba dos días, a lo mucho dos días y medio en leer los libros. Solamente tarde en el proceso de comprarlos, no porque mi mamá no quisiera, sino porque no sabia donde comprarlos. Haré 7 entradas referentes, cada una, a cada libro con una pequeña y breve descripción de los mismos.

Pero antes, me nece decir que luego de terminar con dichos libros, ya que no tenia nada que leer, y en el proceso de leerlos ocupaba todo mi día en hacerlo debido a que no tenia nada que hacer con mis días y estábamos de vacaciones, fue que leí Crepúsculo. Es mas, compre Crepúsculo el día que estaba comprando mis útiles escolares. Luego seguí la historia, debido a que dejarla así, para mi, seria feo...

Capitulo 5: Emmett es tierno... yo no dije eso.

Flash Back

- Bella, Bella – era la enésima vez que Edward se levantaba de su cama y se ponía a gritar mi nombre. Nuevamente me puse de pie y lo acomode en la cama, cubriéndolo con el edredón.

- Aquí estoy, deja de levantarte – le ordene. Mire el reloj que reposaba en el buró de su habitación, eran las tres treinta de la madrugada, ya quedaban solo unos pocos en la fiesta.

Y yo aquí, tratando de hacer dormid a mi amigo, que se emborracho y vomito hasta quedar exhausto.

Completamente asqueroso.

- Acuéstate conmigo – me dijo, haciendo un puchero y palmeando el costado vacío de su cama. Rodee mis ojos y me acerque, me senté a la orilla y apegue mi espalda al respaldo de la cama – No te vayas, Bella – me dijo antes de acomodar su cabeza en mi regazo y abrazar mis piernas fuertemente – Te quiero – fue lo ultimo que me dijo antes de quedarse profundamente dormido.

4.00 AM

La culpable de que estuviera, prácticamente, en las mismas condiciones de Edward era nada más y nada menos que mi conciencia.

¡Mira que pensar estupideces!

Pero tengo mis razones para hacerlo, ¿Quién no se ve hermoso a la luz de la luna? ¿Hermoso? Oh, no acabo de pensarlo una vez más.

Tres tequilas fueron mas que suficientes para hacerme recordar el porque del que estuviera bebiendo, y es que me espante cuando comencé a mirara a Edward ahí, en su cama, con su cabeza apoyada sobre mi regazo. No se parecía en nada al chico que saco a bailar a casi la mitad de la población femenina que estaba en la fiesta ¡Para nada! Se asimilaba a un lindo niño pequeño ¡Si! Lo dije, Edward se veía...lindo, incluso, puedo decir que por primera vez le encuentro razon a las chicas que andan embobadas con el.

De esta forma, cuando la luna le iluminaba su semblante, y sus rasgos lucían incluso mejor que a la luz del sol... su rostro era simplemente perfecto...

Esperen ¿Les encuentro la razón a las chicas?

Oh, no Bella. Ni lo pienses.

Por esto nunca más tomaras margaritas Bella, nunca más.

Fin Flash Back

Demonios.

Podía, difícilmente, suponer que las cortinas de mi habitación estaban completamente corridas, ¿Quién fue? Solo hay una persona que lo único que hace es arruinar mi tranquilidad: Emmett. Mamá lo hubiera hecho, si estuviera aquí; Justo ahora, cuando lo menos que quería era ser saludada por el estúpido señor sol.

¡Mi cabeza dolía tanto! Era insoportable el tum, tum que sentía dentro de mí; parecía como si un montón de elefantes se hubieran puesto a bailar conga la noche entera sobre mí. No me gustaba eso, hasta las piernas me dolían, y todo por la consecuencia de el alcohol.

Moví mis parpados un par de veces antes de abrir mis ojos completamente, el sol no era de mucha ayuda para eso. Me senté en la cama para enfocar mejor la vista, los ojos me dolieron en un principio, los parpados me pesaban a morir, lo único que quería era cerrar mis ojos y volver al país de los sueños. Pero tenia un gran hermano al que alimentar con mas sándwiches.

Uno, dos, tres.

¡Arriba!

Tome las cosas que iba a usar el día de hoy, antes de terminar el corto trayecto de mi armario al baño encontré la bendita 'lista' tirada en el suelo. Un gran suspiro escapo de mis labios al ver las dos insignificantes cosas que habían anotadas.

Estaba perdiendo mi toque y lo sabia.

Egocéntrico, Promiscuo...

¿Enserio? ¿Eso era todo lo que podía hacer? ¡Conozco a Edward desde que tengo memoria! Por alguna razón, estaba perdiendo fe en mí. Ok, eso era exagerar. Pero esto era realmente patético.

- ¡Bella, Bella, Bella! – chillo Emmett con su gran vozarrón desde algún lugar de la casa, deje el secador de pelo a un lado y me asome por la puerta de mi habitación.

- ¡¿Qué?! – le respondí devuelta, había estado muy callado todo este tiempo. O esta haciendo algo o simplemente acaba de levantarse...o acaba de llegar, quien sabe.

Un monstruo venia subiendo las escaleras... Oh, no, era solo Emmett que venia como alma que lleva el diablo en mi dirección. Para solo a unos centímetros de mí y se apoyo en la pared con una de sus manos para recuperar el aire. Y yo tenía una cara de '¿Qué demonio?' al no entender porque estaba así.

- Acabo de hacer algo completamente estúpido...bueno, eso creo – comento nervioso – Bella, tú, como mi querida hermana, tienes que esconderme del padre de Rose – Me dijo con el tono mas serio posible. Gracias al cielo solo me faltaba mi cabello y lo deje entrar a mi habitación.

- Ok Emm, primero que nada ¿Qué demonios hiciste? – le pregunte mientras me sentaba frente a el, al estilo indio, sobre mi cama. Esto si que iba a estar bueno.

- Umm, bueno, yo – comenzó a rascarse la parte trasera de su cabeza, como si fuera un chimpancé – Arruine las flores del Señor Hale – me contesto. Y yo lo mire esperando que eso no fuera todo, porque si no seria la historia mas absurda que le he escuchado a mi hermano – Las arruine... las arruine para confesarle a Rose cuanto la quiero – termino...sonrojado.

Eso pudo más que mi control.

Emmett sonrojado es como... ¡Alice sin un mes de compras!

- ¿Qué fue exactamente lo que hiciste con las flores? – le pregunte, tratando de contener la risa para no herir sus sentimientos. Sip, Emmett era una persona demasiado sentimental.

- Oh, las flores. Bueno, yo solo las arranque de donde estaban para escribir con ellas sobre el césped '¡Te amo princesa! ¿Quieres ser mi novia?' incluso, tuve que golpear al perro de Jazz para que no fuera a sacar las flores...- Se callo súbitamente y luego me miro con los ojos desorbitados - ¡Dios santo! ¡Jazz me matara! Oh, si, lo hará ¡Bella! Tienes que esconderme de Jasper también, no le digas a Alice que estoy aquí...esa enana es una traidora cuando se trata de su Jazzy...- Y así comenzó con su monologo de 'todos quieren matarme'

- Emm, tranquilízate. Nadie te hará nada estoy segura... ¿Que te dijo Rose? - ¡Y aquí tenemos por segunda vez en menos de media hora a Emmett sonrojado!

- Umm, bueno. Yo...no me quede para oír lo que decía; En realidad, ni siquiera se si lo vio. ¡Me espante cuando me di cuenta de que eran las flores del Señor Hale! Y...huí – Me golpee la frente con la palma de mi mano ante la visible estupidez de mi hermano.

¡Ding, dong!

Emmett palideció en un dos por tres, y se escondió bajo mi cama...Bueno, trato de hacerlo.

- Deja de ser tan absurdo, iré a ver quien es – me levante de la cama, antes de poder siquiera dar un paso me encontré de cara con el suelo. Me levante nuevamente, ahora del suelo, sobándome la frente... ¡Emmett!

- Lo siento, no puedo dejar que vayas a abrir la puerta y entregues a tu hermano – me dijo mientras con su mano sujetaba mi pierna.

- Suéltame idiota, te lo estoy diciendo como la gente ¡Mas te vale soltarme Emmett! – gruñí, apuntándolo con el dedo índice.

- No lo haré, Belly Bells ¡Tú te quedas aquí conmigo hasta que se vaya quien quiera que sea! – chillo como chica, y me dio un fuerte apretón en la pierna.

Así comenzó la guerra, yo tiraba de mi pierna, mientras le decía cosas como '¡Le diré a mamá!, ¡Apártate idiota!, ¡Suelta mi pierna Hulk!' para que me dejara en paz y el la agarraba con mas fuerza y me decía '¡Que miedo, dile a mamá!... ¿No le dirás verdad?'. Así estuvimos un buen rato, mientras el timbre sonaba y sonaba y yo forcejeaba para que me dejara tranquila.

- ¡Emmett Swan, ábreme la puerta en este instante! – se escucho la refinada voz de Rosalie desde la planta baja. Emmett aflojo el agarre en mi pierna y enmudeció - ¡Tienes cinco segundos! – chillo Rosalie una vez más.

- No quiero ir – susurro asustado - ¿Qué pasa si me dice que no? ¿Qué se supone que le diga? ¿Y si viene de parte de su padre para asesinarme por sus flores? ¿Y si me dice que le gusta el idiota de Royce? ¡Respóndeme Bella! – chillo desesperado saliendo de su escondite y moviéndome por los hombros.

- Uh, solo te diré que tiene dos segundo para llegar a la puerta – le dije con una angelical sonrisa adornando mi rostro, fue lo único para que bajara como espectro las escaleras.

Aquí comenzaba mi misión como espía.

Salí rápidamente de mi habitación y me instale en la habitación de mis padres, que tenia una vista perfecta del jardín delantero; donde se encontraba la parejita. Para pasara desapercibida me arrodille bajo la ventana y deje una pequeña abertura con la cortina. Podía ver claramente a Emmett haciendo sus actos de chimpancé nuevamente, como rascarse la cabeza, y a Rose jugar con su zapato de tacón Prada que Alice le había regalado, también...

I just wanna use your love tonight, tonight, tonight. tonight, tonight...(1)

¡Rayos! ¡Maldito telefono!

- ¿Que? – sisee por lo bajo a la persona que me había molestado en mi reciente misión.

- ¿Cómo va todo con Emm y Rose? – Alice. Debí suponerlo, la enana lo sabía todo, y cuando digo todo, es todo.

- Como siempre, ninguno hace nada Al – le conteste, echándole un vistazo a la pareja nuevamente. ¡Oh! Un acercamiento por parte de Rose, esto estaba de lujo – Acabo de ver un acercamiento por parte de Rose, ella esta... ¡Le esta acariciando la mejilla! Aww, es tan lindo ¿Sabes? Tengo un hermano de lo mas tierno...– carraspee – Yo no dije eso – volví a decir con un tono de voz serio, causando la risa de Alice.

- ¡Ya era hora! – Chillo Alice – Dime, dime – me ordeno entusiasta - ¿Qué hacen ahora? – me asome por la ventana nuevamente para ver el espectacular mas traumático de mi vida.

- Uh...se comen – le dije a Alice mientras fruncía el ceño y cerraba la cortina de sopetón – Alice, literalmente, se están comiendo – Alice reía como una loca en estos momentos – Duende, no es chistoso ¡Es lo mas asqueroso que he visto hacer a Emmett! – Chille mientras cerraba mis ojos y me estremecía vagamente – Nunca mas lo espiare, nunca mas – sentencie.

- Jazz, Ed y yo iremos a tu casa a molestar un poco a la parejita feliz – dijo Alice a través del auricular – ¡Si Edward, ya le digo! ... Lo siento por eso Bells, tu sabes, luego de una noche como la de ayer anda insoportable – Rodee mis ojos.

- ¡Bella! – grito Emmett entrando desde la planta baja.

- Te dejo Al, Hulk ya regreso, nos vemos – me despedí de Alice y salí de la pieza de mis padres cerrando la puerta suavemente. Baje las escaleras como si nada para encontrarme a la 'parejita feliz' más feliz que nunca.

- No me digan – dije levantando mi mano, antes de que alguno de los dos dijera algo - ¿Ya son novios? – Ambos se sonrojaron a mas no poder y yo pensaba que este era el día mas genial de mi vida, asintieron - ¡Yay! Ya era hora, Emmett puede ser muy lento a veces cuando se trata de esto, me disculpo por el Rosie – le dije a mi, ahora, cuñada.

- Bueno hermanita, en realidad no veníamos a darte estas buenas nuevas – me dijo Emmett, mientras rodeaba la cintura de Rose con su enorme brazo – Alguien vino a verte – anuncio con una picara sonrisa, igualando a la de su novia. Yo fruncí el ceño – Alguien que tu conoces muy bien, creo que tanto como al pequeño Eddie – movió sus cejas sugestivamente y continuo - ¡A que no adivinas quien es! – Un golpe se escucho a través de la puerta de la entrada

- ¡Grandulón, déjame entrar! – pidió una ronca voz, mientras aporreaba la puerta.

- Te doy el honor de abrir la puerta Bells – Emmett se hizo al lado con un gesto demasiado teatral, para que yo abriera la puerta.

Mi impresión fue tan grande que no pude aguantar el tirarme encima de el, dando con el suelo.

- Wow, si que me extrañaste...No creo que a Cullen le guste ver este tipo de recibimientos – me dijo con su típica sonrisa burlona, mientras me extendía su mano para que me levantara.

- ¡Jake! ¿Por qué no me dijiste que llegabas hoy? –le pregunte mientras lo abrazaba una vez mas, y era correspondida por el gran abrazo de mi amigo. Un carraspeo no dejo que me respondiera la pregunta.

Y hablando del rey de roma...

Edward venía seguido de Alice y Jasper, quienes miraban la escena divertidos, al igual que Emmett y Rose...

- ¿Black? ¿Qué haces aquí? – Pregunto Edward a Jacob, parándose frente a el y mirándolo ceñudo. Jake sonrió socarronamente y le palmeo el hombro.

- Volví por lo que me pertenece – le respondió a Edward, quien dejo de respirar y empuño sus manos fuertemente.

... Mientras yo trataba de ver lo divertido de la situación


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(1) Use your Love – Katy Perry


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- Holaaa! Aquí les traigo un nuevo capitulo, esta vez sin imperfección...tenia que juntar a Emmett y Rose de alguna forma XDD además ya empieza la acción con la llegada de Jake ;D espero les guste el capitulo, y muchas gracias por su paciencia, ya tengo Internet y soy feliz con eso XD pero no pude subir antes porque me fui de campamento el fin de semana ;D Um, lo que sale al principio es algo de cómo a Bella le afecto el alcohol antes de irse a su casa después de la fiesta XD pero bueno, como siempre, espero les guste el capitulo :) ¡Muchas gracias por sus reviews, alertas y favoritos!


¡Nos leemos en el próximo capitulo!
~ Lamb